“Periodismo es difundir aquello que alguien no quiere que se sepa, el resto
es propaganda. Su función es poner a la vista lo que está oculto, dar testimonio
y, por lo tanto, molestar. Tiene fuentes, pero no amigos. Lo que los periodistas
pueden ejercer, y a través de ellos la sociedad, es el mero derecho al pataleo,
lo más equitativa y documentadamente posible. Criticar todo y a todos. Echar sal
en la herida y guijarros en el zapato. Ver y decir el lado malo de cada cosa,
que del lado bueno se encarga la oficina de prensa”
-Horacio Verbitsky,
periodista y escritor argentino

jueves, 31 de enero de 2013

El país de la trampa total (1)

El título de esta columna se lo he plagiado a Ángel Cristóbal Montes quien, en un magnífico artículo de opinión en el Heraldo del pasado 26 de enero, hace una radiografía precisa (tal vez habría que hablar de un TAC) de este “país de la trampa total, del fraude omnipresente y del engaño sistemático y general “.  Tan bueno me parece el artículo que lo he recortado y lo tengo enmarcado en una estantería en mi escritorio. También lo he escaneado para que lo lean los visitantes de este blog. Y me va a servir para escribir una serie de columnas sobre el comportamiento pícaro que llevamos los españoles incrustado en los genes. Porque la corrupción no es solo asunto de políticos, banqueros y empresarios sino que cada uno trinca en función la longitud de su brazo, de la distancia que lo separa del saco de las perras y de lo lleno que esté. Para que esto no se quede en una disertación teórica, les pondré un ejemplo que todos ustedes podrán reconocer. El fontanero que cambia una pieza que no es necesario cambiar y que a él le cuesta un 40 por ciento menos  de lo que te cobra a ti, además de que tarda 40 minutos en cambiarla y te factura tres horas de mano de obra. El mismo que te vende una estufa de pellets y te jura por sus hijos que con el descuento que te hace, él pierde dinero y, como no te fías, acudes a la tienda del polígono donde él la ha comprado y, sin conocerte de nada, ni hacerte ningún descuento, la misma estufa te cuesta 100 euros menos. El mismo que te instala cinco tubos de la chimenea y te factura ocho o que el mismo día que viene a tu pueblo va a dos casas más y a todos nos cobra el desplazamiento desde Teruel. El mismo que además de timarte en los materiales y en las horas, te pide que una parte se la pagues con factura y otra sin factura.  El mismo pícaro que cuando le descubres y le recriminas su comportamiento, en lugar de sonrojarse y pedirte disculpas, te amenaza con desmontarlo todo y llevárselo. Este ejemplo no es inventado. Me ha ocurrido a mí recientemente. Y ese comportamiento no es solo de los fontaneros sino que sucede lo mismo con un electricista, un albañil o un pintor. Esos que después de haberte timado, te los encuentras en la barra del bar, con el palillo en la comisura de los labios y te pagan la cerveza. En todas partes hay chorizos; el problema es que nuestro porcentaje de chorizos es cinco veces mayor que en otras partes.

Evaristo Torres Olivas
 

miércoles, 30 de enero de 2013

Ya lo dijo alguien

Si el lunes hablaba de la mala uva de Vicente Guillén, hoy le toca el turno a una de sus discípulas, María José Izquierdo Borao. Una mujer que escribe mucho y mal en el Diario de Teruel. Se nota que ambos han estudiado en la misma madrasa del PSOE de Teruel, en la que Velasco ha ejercido y ejerce el papel de ulema de rango superior. En esas escuelas les enseñan mucho dogma y muy poca gramática. De lo contrario, no comenzaría su carta al director del lunes, 28 de enero, con estas palabras: “Ahora ya sabemos que la y el concejal con dedicación exclusiva del Ayuntamiento de Teruel cobran cada uno netos al mes 394.651,67 pesetas (más aparte, los trienios del concejal)”. Más adelante nos regala estas otras: “Recordemos que se despidieron veintitantos trabajadores entre el Palacio de Exposiciones y el Ayuntamiento de Teruel. También sabemos que se dejó de contratar para la ciudad empresa para el control de “ratas” [sic]”. Porque sabemos que  el gobierno municipal de Blasco despidió a una veintena de trabajadores, de lo contrario, leyendo las palabras de la señora izquierda, pareciera que han sido los propios trabajadores los que se han despedido y lo han hecho en algún lugar entre el Ayuntamiento y el Palacio de Exposiciones”. Todo el artículo es igual. Y si comienza su carta al director de manera chapucera, las frases  finales son de antología del disparate: “Ya lo dijo alguien, El [sic] destino de un país está en manos del progreso de sus ciudadanos”.  Por si todo eso fuera poco, doña María José tiene el don de la inoportunidad. El mismo día en que publica su carta, leo en  el Heraldo de Aragón el siguiente titular que habla del Ayuntamiento que preside el socialista obrero español Belloch: El Tribunal de Cuentas detecta que doce cargos locales cobraron más que un ministro. Belloch es el alcalde mejor pagado de España y sus tenientes de alcalde, los terceros  con mejor sueldo del país. En la página que encabeza esa información, también se cita una frase de Baltasar Gracián que parece hecha a medida para la señora Izquierdo: “Hemos de proceder de tal manera que no nos sonrojemos antes nosotros mismos”.  Y la verdad es que lo que escribe y cómo lo escribe doña María José Izquierdo Borao es para que se sonroje ella y nos sonrojemos todos.

Evaristo Torres Olivas

martes, 29 de enero de 2013

Las gónadas masculinas

Voy a dejar de leer el Diario del Teruel los domingos. Por salud mental. Las columnas de Hugo Miquele son un virus letal. Ya no es solamente que escriba pésimamente sino, lo que es peor, que se pone a dar lecciones sobre temas de los que no tiene ni idea (ni puta idea). Es un desastre. Tiene el atrevimiento de los ignorantes.  Confundiendo candelero con candelabro, el culo con las témporas y el tocino con la velocidad, afirma en su deposición del domingo, 20 de enero, que Durán i Lleida “ha dilapidado el afecto que le procesaba [sic]”. Ahora, por lo visto, a las personas no se les profesa afecto sino que el afecto se procesa, lo mismo que la uva para producir el vino o que a los presuntos defraudadores como Urdangarin. Podría creerse que se trata de una simple errata, pero no es así porque errores como ese los encontramos todos los domingos. Y cuando Hugo Miquele se pone a hablar sobre economía, las cagadas son aún más monumentales. Hace un refrito de cuatro ideas que ha escuchado y las ordena a su antojo, llegando a producir frases absurdas,  que no tienen ningún sentido: el domingo, 27 de enero, por ejemplo, nos cuenta que “España es el país 137 en costes de contratación de despidos [sic]”. Otras veces, a su pesar, su mala redacción produce frases hilarantes como estas: “La demanda de deuda española ha sido esta semana cinco veces superior a la oferta, eso quiere decir que hay interés por dejarnos dinero”. Ya lo creo que hay interés por dejarnos dinero, y un interés muy elevado. O cuando habla de la corrupción de los políticos, escribe que “si pudiera le daría un puntapié en la gónada masculina de cualquier político”. ¿También le daría una patada en los testículos (o cojones) a Mariví Pinilla, la de la Muela? Tal vez sea que don Hugo cree que no hay políticas corruptas o que las mujeres que se dedican a la política no tienen ovarios sino testículos. La ignorancia, y la del señor Miquele es mucha, produce estas meteduras de pata. Quiere hacerse el finolis y la caga, como la señora que decía que no podía tener hijos porque su marido era imponente y ella esmeril. El director de contenidos del Diario de Teruel, López Juderías,  debería cuidar la calidad de los contenidos, pero claro, sería como pedirle a un ciego que guie a un tuerto. Yo propondría que las colaboraciones de Hugo Miquele se publicaran en la sección de humor.

Evaristo Torres Olivas
¡Con dos gónadas!
 

lunes, 28 de enero de 2013

La mala uva

Que los políticos discutan, debatan, se peleen con las armas de la dialéctica está muy bien. El discurso único, monolítico, es propio de las dictaduras. Lo que no está tan bien es que se recurra a la mentira, a la marrullería, al juego sucio. Y eso es lo que hace Vicente Guillén, nuestro diputado del PSOE. Le falta talla política e intelectual y le sobra mala virgen, mala fe y maldad a secas. No de otra manera se pueden entender sus declaraciones en una rueda de prensa convocada por el PSOE de Teruel para criticar el acto de autobombo que unos días antes habían protagonizado Pobo y Abril, el de la sonrisa pánfila. La mala baba de Guillén se ve cuando le recuerda a Carmen Pobo que “el informe de Transparencia International sobre las diputaciones sitúa a la de Teruel en el último puesto”. La información es correcta. ¿Pero acaso era mayor la transparencia cuando presidía la Diputación el censor Arrufat? No tenemos datos porque esta encuesta a las diputaciones es la primera vez que se hace. Sin embargo, a los ayuntamientos se lleva haciendo desde el 2008. Y si es cierto que el Ayuntamiento de Teruel ocupa en 2012 un puesto de vergüenza, el penúltimo, no es menos cierto que en los años en que gobernaban los socialistas con el PAR, los índices de transparencia en el Ayuntamiento estaban muy lejos del aprobado. Como también es cierto que quien va a llevar al Parlamento la Ley de Transparencia va a ser el PP y que el PSOE no fue capaz de de hacerlo en sus ocho años de gobierno aunque lo prometía en sus programas electorales. A Guillén habría que recordarle ese dicho popular que reza: apártate, que me tiznas, le dijo la sartén al cazo. Si mande el PP o el PSOE, los resultados en cuanto a transparencia son similares, podemos colegir que PP y PSOE son iguales en lo que atañe a informar a los ciudadanos; y, desgraciadamente, también son iguales en otros muchos asuntos. También podemos afirmar que sobran los políticos ventajistas y que necesitamos que nos representen personas honestas, que practiquen el juego limpio y que sepan exponer sus argumentos sin necesidad de recurrir a mentiras ni reprocharle al adversario político aquello que ellos mismos son incapaces de cumplir.
Evaristo Torres Olivas

viernes, 25 de enero de 2013

La sonrisa pánfila

Lo más destacado de los malos políticos es la dureza de su cara. Son unos caraduras. No nos tienen ningún respeto. Parece que no se han enterado de que sus salarios se los pagamos nosotros, y también el salario de los amigotes a los que enchufan bajo el nombre de cargos de confianza y otros efugios y subterfugios. Toda esta monserga para hablarles del asco que me produjo la lectura de la noticia que publicaba el Diario de Teruel el pasado día 17 con este título: La Diputación de Teruel inicia una “nueva andadura” tras “poner en orden” la institución. La foto que acompaña la noticia muestra a la presidente Pobo y a un sonriente vicepresidente, Francisco Abril (una sonrisa bobalicona, pánfila). Siento asco por varios motivos: uno de ellos es lo insustancial de las afirmaciones de estos políticos mediocres. Reúnen a la prensa y se les dedica dos páginas del Diario de Teruel para que no digan más que generalidades: “Austeridad, transparencia y eficiencia”, afirma Pobo. “La austeridad no ha estado reñida con la eficacia”, remacha Abril. Las mismas palabras que pronuncian los que no tienen repajolera idea de nada. Pero lo que de verdad me enfurece es que Abril habla como si su partido, el PAR fuera nuevo en la Diputación. En la anterior legislatura, ocupaba la vicepresidencia de la institución otro político mediocre del PAR, Inocencio Martínez (ahora presidente de la Comarca de la Sierra de Albarracín). Entonces el socio no era el PP sino el PSOE.  Y si ahora se afirma que se ha puesto orden en la Diputación, quiere decir que antes había desorden. Y si había desorden, alguna responsabilidad tendrá el partido del señor Abril, el PAR. Pero no solamente no reconocen ninguna responsabilidad, sino que premian al anterior vicepresidente con la presidencia de la comarca. El PSOE, por supuesto, tampoco tiene responsabilidad alguna en el desorden que denuncia Pobo: también premió al expresidente Arrufat (el censor) con un puesto en las listas del Senado. Y a Carmen Pobo también la recompensarán, aunque en las próximas elecciones gane otro partido y el nuevo responsable  afirme que han puesto orden en Diputación a base de eficiencia y transparencia. Y el nuevo titular de la vicepresidencia, del PAR, remache que la austeridad no está reñida con la eficacia. Con sonrisa bobalicona, pánfila.

Evaristo Torres Olivas
 

jueves, 24 de enero de 2013

Los conceptos con polvo de morcilla y sal de ibérico

Hoy todo se disfraza para sacarnos las perras. En los restaurantes, por ejemplo. Si en una carta figuran platos con nombres de toda la vida, probablemente no te darán el sablazo. Escabeche con pimientos o lomo con patatas a lo pobre.  Todo lo que sea sopa de, patatas con, vino de la casa  y fruta del tiempo puede esperarse que tenga un precio razonable. Pero hay que huir a toda pastilla cuando en una carta veamos palabras como culís, reducción,  timbal, tapenade,  suflado, envoltini, vitelotte, emulsión, viruta, cristal de limón y otras chorradas que se han inventado para vendernos pesetas a duro. En esos sitios nos matan de hambre a precios exorbitantes.  Si en el bar de mi pueblo, dos huevos fritos con tajadicas , pan y vino no te costarán más de seis euros, en otros sitios te pueden soplar treinta ofreciéndote huevo de corral y sal de jamón ibérico maridado con vino del abuelo, que no es otra cosa que un huevo igual que el de mi pueblo, con dos granos de sal colorada y un vaso de vino peor que el que sirven en el bar de mi pueblo. No es que me oponga a la creatividad y a echarle un poco de imaginación para hacer que los platos sean más atractivos. Tal vez nuestros jugos gástricos y nuestra salivación se activen antes si nos ofrecen un milhojas de ceps y jamón de Teruel sobre tibio de algas y polvo de morcilla, que si nos ofrecen morcilla frita con patatas, pero lo que no es de recibo es que el primer plato cueste siete veces más que el segundo. Y lo que tampoco es admisible es que, generalmente, la longitud  del nombre del plato esté en proporción inversa a la cantidad de alimento que te ponen en el plato: a mayor longitud, menos comida. La estupidez llega a grados inimaginables: hace unos años, al preguntarle a una compañera de trabajo por el restaurante de su novio, ésta me corrigió diciendo que lo de su novio no era un restaurante, sino un concepto.  Y en ese concepto, lo que en una casa de comidas te sale por diez euros, allí te cobran cien. La misma proporción que si quien te corta el pelo es un peluquero o un estilista.

Evaristo Torres Olivas
Según el nombre que le pongan a este plato, podrán cobrar entre uno y cincuenta euros

miércoles, 23 de enero de 2013

Basta ya

Otra columna que no he escrito pero que expresa , mejor de lo que lo haría yo, el cabreo de los ciudadanos con las actuaciones de unos políticos que nos recortan sin piedad, mientras ellos saquean las arcas públicas a manos llenas, se compran áticos de 500 metros y esconden lo robado en la cuevas de Ali Babá de Suiza.

Cada día y desde hace varios años, se están descubriendo  los chanchullos de los gobiernos del Partido Popular. Los ciudadanos sufrimos los recortes sin piedad: los seis millones de parados, los desahucios (con suicidios incluidos), la destrucción de la educación, las privatizaciones de la sanidad, la pérdida del poder adquisitivo de los jubilados, la fuga de capitales a paraísos fiscales, el escándalo de la amnistía fiscal, la estafa de las preferentes, el premio a los ladrones en las grandes empresas tales como Endesa, Enagás, Repsol, Telefónica y otras, los casi cien imputados que siguen en sus cargos públicos. La corrupción vergonzosa de gran parte de quien tiene que velar por los ciudadanos, ya que se supone que se les vota para esa función, la de proteger el bienestar del conjunto de la sociedad. La impotencia del ciudadano de no tener una justicia que frene a tantos delincuentes que se incrustan  en la política para prosperar y, como está demostrado, para robar. También hay que culpar a la incultura política de gran parte de la población, que se cree las mentiras de las campañas de los grandes partidos cuando prometen el oro y el moro a sabiendas de que van a hacer todo lo contrario. Yo también soy culpable, y diré por qué: milité durante más de treinta años en el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), que sí es partido pero desde hace mucho tiempo ni es socialista, ni es obrero. ¿Y español? Pienso que la única salida a toda esta basura que nos rodea sería el levantamiento de toda la población que se ve perjudicada por esta chusma de inútiles. Ciudadanos, luchemos por nuestros derechos, tiremos a estos gobiernos que nos oprimen y nos despojan de todo lo que hemos conseguido luchando, desde generaciones anteriores hasta hoy. Fuera los especuladores económicos, fuera las mafias de la construcción, fuera los ladrones de la banca.

Miguel López García.Militante de IU de Teruel
 

martes, 22 de enero de 2013

Copiar y pegar

Cuando otros dicen lo que yo pienso y además lo dicen mucho mejor que yo, lo que procede es simplemente citarles, copiar y pegar. Es lo que hago hoy con el texto de Antonio Miguel Carmona, destacado profesor y dirigente del PSOE madrileño.  Quiero dedicarles el texto, con todo mi cariño, como se hacía antaño con los discos radiados, a los dirigentillos del PSOE de Teruel, en especial a Javier Velasco, Vicente Guillén, Mayte Pérez, el censor Arrufat y Vicente Larred. No he cambiado nada de lo escrito por el señor Carmona, solamente he destacado en negrita las palabras que he considerado más interesantes.

Profesionales de la política

Nunca un término estuvo peor utilizado. Profesional es, en el mejor de los sentidos, aquel que practica una profesión. Y profesión la definimos, sin duda, como el empleo, facultad u oficio por el que se obtiene una retribución. Sin embargo, más allá del diccionario, llamamos profesionales de la política a aquellos que se dedican exclusivamente a lo largo de su vida a algo que debiera ser noble arte. Una dedicación que les evita tener ninguna pericia en ninguna otra cosa. El profesional de la política mata por su puesto porque, apiádense, no tiene donde caerse muerto fuera del escaño o dentro de la oficina. Tan joven sobre moqueta, aún barbilampiño en coche oficial que ya, a estas alturas, no sabría qué hacer fuera del mundo de la conspiración. Profesionales del requiebro, ingenieros de listas electorales, dominan tanto los aparatos como para darse cuenta que su futuro depende del futuro de aquellos que le apoyan y cooptan. Los profesionales de la política impiden que los ciudadanos se dediquen a la política. Son como diques espurios, barreras infranqueables de una partitocracia de difícil acceso. Un profesional de la política es aquel que siempre se defiende en nombre del interés general y acaba siendo general de intereses que siempre van a parar a su propia ambición y, en la mayoría de los casos, de su subsistencia. Los profesionales de la política se disuelven con democracia, haciendo que la gente les reconozca por la calle. Que puedan presentarse ante los electores individualmente y puedan también leerse sus currículos. Si los tienen.
 
Profesionales del requiebro e ingenieros de listas
 

 
¿Tiene currículum Esmeralda? Arrufat, al menos tiene dos carreras: veterinario y censor (no censor jurado de cuentas sino recortador de las opiniones que no coinciden con las suyas)
 

¿Qué sabe hacer fuera del escaño?


lunes, 21 de enero de 2013

Irresponsabilidad solidaria

Hay actos cuya responsabilidad recae solamente sobre el actor pero hay otros muchos en los que se puede hablar de una responsabilidad solidaria, en la que tanto el actor como los que le permiten que actúe son igualmente responsables. Y lo mismo que hablamos de responsabilidad solidaria, también podemos hablar de irresponsabilidad solidaria. Todo esto viene a cuento de la columna, por llamar de alguna manera a la porquería que escribió don Hubo Miquele en el Diario de Teruel del domingo, 13 de marzo. La titula Irresponsabilidad unida. Al parecer, pretende criticar la actuación de Izquierda Unida. Y lo único que consigue es cubrirse de mierda y cubrir de lo mismo a los que le han colocado de columnista estrella en el Diario de Teruel. Hugo Miquele, el eterno jefe de prensa de Biel y del PAR, no solamente no es periodista sino que muchos chicos y chicas de diez años escriben mejor que él. No es necesario que lean toda la columna porque seguro que vomitan. Con las primeras líneas es suficiente. Escribe: “ Con la cantidad de líneas rojas que estamos fijando, éste nuestro país parece ya el interior de un museo por la noche, repleta de haces de láser, que nunca suenan cuando los cruza Tom Cruise”.  El museo por la noche estaría, en todo caso, repleto y no repleta. Pero es que además las emisiones de luz, como es el láser, no suenan; suenan las alarmas. A la siguiente línea, la vuelve a cagar. Escribe: “Las llamadas al diálogo vienen precedidas de la advertencia de una y otra línea que no se puede trasvasar”.  ¿Qué quiere decir esa frase? ¿Desde cuándo se trasvasan las líneas?  Se trasvasan los líquidos; las líneas se traspasan o se cruzan. Y el Ebro ni se traspasa ni se trasvasa. Estas son las primeras líneas del texto; el resto está infestado de majaderías parecidas. Una persona que escribe así no debería llamarse periodista. Habría que enviarlo inmediatamente a un curso básico de redacción, para que le enseñaran lo de sujeto, verbo y predicado, las concordancias y algo de vocabulario. Hugo Miquele es un irresponsable por atreverse a embadurnar las páginas del Diario de Teruel con sus textos. Pero igualmente irresponsables son el director de contenidos, Chema López Juderías, y la presidenta del Diario y de la Diputación, Carmen Pobo. Irresponsables solidarios.

Evaristo Torres Olivas

viernes, 18 de enero de 2013

Funcionario del cuerpo de funcionarios superiores de la parte alta de arriba

Ayer hablaba de burocracia. Hoy sigo con el mismo tema. Porque he leído una noticia en el Diario de Teruel a la que habitualmente no le prestaría atención, más allá de leer el titular. Estaba pegando una figura de porcelana y, para no rayar la mesa, coloqué encima una hoja del Diario de Teruel. Mientras esperaba a que se secara, me puse a leer las noticias de la hoja del periódico. La página 9 del jueves, 10 de enero. El titular rezaba: Nombramiento del nuevo director provincial de Industria. Es el tipo de noticia que, como mucho, buscas el nombre de la persona por si se trata de alguien conocido, y el resto lo ignoras. Pero en este caso lo leí todo. El texto, aunque breve, es tan indigesto como un atracón de caracoles con ajoaceite. Para decirnos  que don Miguel Ángel Lagunas es el nuevo director provincial de Industria, nos cuentan todo esto: “El Boletín Oficial de Aragón hizo público el pasado martes el nombramiento del nuevo director del Servicio Provincial del Departamento de Industria e Innovación. Se trata de Miguel Ángel  Lagunas Marqués, funcionario del Cuerpo de Funcionarios Superiores, Escala Superior de Administración (Administradores Superiores) quien reúne los requisitos exigidos en la convocatoria, según se hace público en el decreto publicado este martes en el BOA y firmado el pasado 26 de diciembre por la presidenta del Gobierno de Aragón, Luisa Fernando Rudi, y por el consejero de Industria e Innovación Arturo Aliaga”. Espero que les haya quedado claro que el elegido es un funcionario del cuerpo de funcionarios superiores de la escala superior de la administración superior. Y que se “ha hecho público en un decreto publicado”. Y, además, no vayan ustedes a creer que se trata de un nombramiento sin ton sin son, a lo tonto modorro: el elegido “reúne los requisitos exigidos en la convocatoria”.  Con la pésima redacción en el Diario de Teruel de esta noticia se demuestra que el director de contenidos, o bien está todavía en rodaje o bien no da más de sí. Yo me inclino por la segunda posibilidad ya que hace unos días, en la sección titulada Felicitamos a…, incluían a Díaz Ferrán, ese empresario ejemplar que merece que se le felicite todos los días del año. Lo mismo que a Luis Roldán o que a  la que fuera alcaldesa de La Muela, doña María Victoria Pinilla.

Evaristo Torres

jueves, 17 de enero de 2013

La burocracia

Cuando se habla de burocracia, todos pensamos en las oficinas públicas en las que un funcionario rancio y mal encarado nos manda de un sitio para otro para, después de perder dos horas, no solucionar nada y tener que volver al día siguiente. O resignarse y aceptar que el problema se convierta en crónico y no se resuelva nunca. No estoy hablando de casos hipotéticos. A mí me ha pasado muchas veces en mi vida. Le voy a contar los más recientes: mis experiencias con la burocracia del INAEM. Estoy inscrito en las oficinas del INAEM como demandante de empleo. En los últimos cinco años, el único trabajo que me han proporcionado fue una sustitución en la oficina de turismo de Cedrillas. De eso no me quejo: si en Teruel no hay trabajo para los jóvenes, difícil lo tenemos los de cincuenta y tantos. De lo que sí me quejo es de la burocracia: en el ordenador tienen mi currículum; saben que he sido director de recursos humanos en varias empresas, que hablo francés e inglés. Todo inútil. Durante estos años, me han enviado cartas para que asista a cursos elementales de francés y de inglés. Eso cuando mandaba el PSOE. Con el PP, hace un par de semanas, volví a recibir otra carta: esta vez para asistir a un curso elemental de recursos humanos. De nada sirve ir al INAEM y quejarse; el funcionario siempre te responde lo mismo: que se pide un listado al ordenador y este lo confecciona, como si el ordenador fuese un ente dotado de personalidad, autonomía e identidad propias.  Pero es que, además, la carta que envían no es para sugerirte el curso. No. Se trata de una amenaza: o te presentas el día y a la hora que te indican, o te expones a perder todos los derechos que te pudieran corresponder. Con lo que tengo que dedicar una mañana para desplazarme a Teruel, acudir al centro de formación o a la academia de idiomas y decirles que si es para aprender lo de my tailor is rich, allons enfants de la Patrie, o para que me expliquen los conceptos de una nómina, pues mejor me quedo en mi casa. Amablemente, me contestan que no me preocupe y me sellan la carta en prueba de que me he presentado. Claro que, para no conseguir nada,  he tenido que gastar mi dinero en gasolina y mi tiempo. Ahora ya no me quejo. Lo acepto como algo crónico. ¿Qué será lo próximo que me ofrecerán? ¿Columnista sin sueldo en el Diario de Teruel?

Evaristo Torres Olivas

miércoles, 16 de enero de 2013

La autoridad

Mucho se ha hablado de la entrevista de Hermida al rey. Que si más que una entrevista  era un publirreportaje. Lo era. Que si de los 22 minutos que duró la entrevista, quince los consumió Hermida. Así fue. Que si lo de Hermida no tiene nombre, con tanto baboseo de señor, majestad y otras chorradas. Cierto. Yo, a un tío de mi edad o que me trata de tú, le contesto de la misma manera. Que si el poco o mucho prestigio que pudiera tener don Jesús (Hermida), lo perdió accediendo a una entrevista amañada, en la que no solamente se  le prohibió preguntar sobre los elefantes africanos y el marido de la chica, sino que se editó, se repitieron cuantas veces fueran necesarias las respuestas del rey,  se cortaron los planos, se insertaron vídeos, etc. Así fue. Hermida, en poco más de 20 minutos, fue capaz de enseñarnos todo lo que nunca debe hacer un periodista. Que si el “juntos podemos” pronunciado por el rey es un burdo plagio del yes, we can de Obama. Verdad.  Pero apenas se ha hablado de algo que para mí es lo más destacado: la falta de autoridad del rey. No me refiero a la autoridad coactiva, a la del guardia civil con pistola o a la del padre que impone su criterio a hostia limpia. De esa autoridad del ordeno y mando, de la jerarquía castrense o del modelo familiar machista no quiero saber nada. La autoridad de la que hablo es la del respeto que se le tiene a ciertas personas porque destacan en un campo del saber, por su trayectoria ejemplar. Es el respeto a la autoridad de un profesor que supo hacernos amar una asignatura, al médico que curó a un familiar desahuciado, al político que cumple sus compromisos, sean cuales sean las circunstancias. Decimos que un profesor es una autoridad en su asignatura, un médico, una autoridad en su especialidad y un político, una autoridad moral. Por eso los respetamos. El rey, sin embargo, no es una autoridad en nada. Intelectualmente es muy limitado: su discurso es elemental; su trayectoria, y no solo por los elefantes, es de todo menos ejemplar. Una autoridad es alguien a quien percibimos como un ejemplo, un guía, un modelo. Y el rey no es ni ejemplo, ni modelo ni guía.

Evaristo Torres Olivas

martes, 15 de enero de 2013

La vena hinchada

Hay noticias que deberían alegrarnos y sin embargo consiguen todo lo contrario, que se nos hinche la vena del cuello y que nos acordemos de los progenitores y de los muertos más recientes de algunos políticos. Es lo que me ocurrió el pasado domingo, día 6 de enero. El Heraldo de Aragón publicaba el siguiente titular en la página 3: El Psoe propone que los diputados publiquen su patrimonio y sueldo en la web de las Cortes. En la entradilla, añade: Plantea, además, que los parlamentarios y los miembros de la DGA no puedan percibir retribuciones de otras instituciones ni dietas. Si un marciano aterrizara en Aragón y se le permitiera votar en las elecciones autonómicas después de leer esta noticia del Heraldo, no dudaría en votar al PSOE. El problema es que los aragoneses no somos marcianos recién llegados, aunque el PSOE nos trate como si lo fuéramos. Tenemos memoria. Como también la tiene la periodista que redacta el artículo, Natalia Asín. Nos recuerda que “el Ejecutivo de Iglesias rechazó medidas como estas durante los doce años que estuvo en el Pignatelli”. Y también nos acordamos de que en los programas electorales del PSOE de Zapatero se prometía la aprobación de una ley de transparencia que nunca vio la luz. Pero es que aún  hay más: para ser transparente no es necesario que haya una ley que te obligue a serlo. A los de cien años de honradez, los socialistas obreros españoles, por eso de que no solamente hay que ser honrado sin parecerlo, se les podría haber ocurrido publicar toda esa información que ahora proponen. No solamente en la web de las Cortes sino en las webs del partido, en las redes sociales, en los programas electorales. ¿Se acuerdan de la tabarra que dan los partidos durante las elecciones? ¿Se acuerdan de la tabarra que nos dio Mayte Pérez cuando se presentó a la alcaldía de Teruel? Facebook, blog, Twitter y cualquier otro medio para arañar un voto. Pues ni una mención, oigan, a su salario, a sus dietas, a su patrimonio. Pero es que terminaron las elecciones y se acabó  Facebook, blog y Twitter. Comprenderán por qué se me hincha la vena del cuello y por qué me acuerdo de la parentela de más de uno.

Evaristo Torres Olivas

lunes, 14 de enero de 2013

Hacer lo que no se debe hacer

Me entristece que en Teruel tengamos políticos tan mediocres. Si la media nacional es de una calidad ínfima, la de Teruel roza el cero absoluto, patatero y pelotero. Si Pobo y Blasco figuran entre los políticos menos preparados de nuestra provincia, sus segundos de a bordo en las pateras en que han convertido el Ayuntamiento y la Diputación, son diplomados de la misma escuela de la mediocridad. Si hace unos años, en el 2007, escribí que Emma Buj era de lo menos malo que tenía el PP de Teruel, ahora he de desdecirme: al igual que pasa con un vino peleón, a la señora Buj el paso del tiempo la ha empeorado y está al mismo nivel que sus compañeros de partido en la provincia: en la medianía. Su artículo del día 8 de enero  en el Diario de Teruel es una prueba irrefutable de mi afirmación. Es malo de cabo a rabo. Y no porque la ideología de doña Emma y la mía sean opuestas sino por la pobreza de sus razonamientos. Da la impresión de que no escribe para los lectores del Diario de Teruel sino para sus jefes del PP, para que vean cómo se las gasta con la oposición. Lo grave es que la señora Buj, larga de título—diputada provincial de Economía y Hacienda y concejala del Ayuntamiento de Teruel—y corta de ideas, recurre a frases hechas (de aquellos barros vienen estos lodos, arrimar el hombro, la que está cayendo, brotes verdes, a las duras y a las maduras, etc.) o a argumentos simplones y simplistas repetidos mil veces,  a modo de mantra, letanía o monserga, que descubren su ignorancia supina sobre Economía y Hacienda, su supuesta especialidad. Hasta el título de su artículo, que ella dice que “pudiera parecer una verdad de Perogrullo”, está mal escrito: “Hacer lo que se debe de hacer”. A esa perogrullada le sobra la de. Otra de sus frases también merece ser citada: “Se suben los impuestos, a pesar de que el Partido Popular por definición programática no es partidario”.  No solamente faltan comas para aclarar si la definición programática se refiere al Partido Popular o a la subida de impuestos, sino que la palabra definición no es la adecuada. Debería haber dicho decisión, declaración, proclamación o cualquier otra. Resumiendo, que doña Emma Buj es otro ejemplo más de la baja cualificación de nuestros políticos y de los estragos que tantos cambios en los planes educativos han causado en la población: doña Emma no solamente no sabe mucha Economía sino que ni siquiera conoce el uso correcto de las preposiciones o el significado de la palabra definición.

Evaristo Torres Olivas

viernes, 11 de enero de 2013

Lo siento mucho

Otra prueba de que los políticos en las instituciones no dan palo al agua la aportan los diputados de la Asamblea de Madrid, Bartolomé González e Isabel Redondo, que han sido pillados en el parlamento madrileño jugando a “Apalabrados”  con su iPhone y su iPod (habría que decir con nuestro iPhone y nuestro iPod, porque salen de nuestros impuestos). ¿Y qué creen que ha dicho doña Isabel? Esto: "Lamento mucho lo sucedido. No hay excusa. Y por supuesto, no volverá a suceder. Lo siento". ¿Y qué dijo el rey cuando lo pillaron cazando dumbos en África? Esto otro: “Lo siento mucho; me he equivocado y no volverá a ocurrir”.  A cualquier pelagatos que comete una falta grave,  lo despiden o lo dejan sin empleo y sin sueldo durante unos días. No basta con que diga que lo siente mucho y que no volverá a ocurrir. Pero a los diputados y a los borbones ni se les despide ni se les deja sin empleo y sin sueldo durante una temporada. Privilegios de casta. Para que luego digan que somos todos iguales. Hace unos días escribía que Biel tiene a sus hagiógrafos en el Diario de Teruel, Chema López Juderías y Hugo Miquele. Le hacen entrevistas amañadas para que don José Ángel luzca no como lo que es, un politicucho mediocre y manipulador, sino como un prócer de Aragón. Dinópolis, Motorland, Caudé, pero ni una palabra de la mierda de las luces del Torico ni la otra mierda del cagódromo de la plaza Domingo Gascón.  El rey Borbón también tiene quien le haga una “entrevista amable”; una entrevista en la que ni se le podrá preguntar por la cacería de elefantes ni por el yerno. ¿Y quién se presta a tal fantochada? Jesús Hermida. No se puede llamar periodista a quien se presta a tales exigencias. Un periodista de verdad solamente tiene una obligación en una entrevista: tratar con respeto al entrevistado; pero el respeto no consiste  en aceptar no formular algunas preguntas. Que sea el entrevistado quien decida contestar o no contestar a lo que se le pregunta. El buen periodista sabe formular las preguntas, sin censuras, para que el entrevistado con sus respuestas y sus silencios nos muestre su verdadera personalidad. Todo lo demás es relaciones públicas, propaganda, manipulación. Circo. Payasadas.

Evaristo Torres Olivas
 

jueves, 10 de enero de 2013

Salivar por el colmillo

 Si el día 24 de diciembre, José Ángel Biel, presidente  de las Cortes de Aragón, afirmaba en una entrevista en el Diario de Teruel que en el “Congreso de los Diputados solo trabajan dos o tres docenas de los 350 diputados”, el día 27, el Heraldo de Aragón recogía unas declaraciones de  Jesús Posada, presidente del Congreso, en las que calificaba de “pequeñeces” los gastos de los diputados. Pedía don Jesús a los ciudadanos que no juzguemos a los diputados por el dinero que cuestan sus viajes o los gastos que hacen en el ejercicio de su cargo, sino que hay que valorar su labor de forma “global”. Bien, hagámoslo: si, según Biel, trabajan como máximo 36 de 350, en números redondos significa que curran el 10 por ciento, uno de cada diez. El resto, sólo levanta el dedo y de vez en cuando dice alguna chorrada a la prensa local. En ese grupo podemos poner a nuestros parlamentarios, diputados o senadores por Teruel, nuestros guillenes, arrufates y blascos. Y por no hacer nada, se llevan todos los meses 2.800 euros de asignación básica, más 1.850 euros mensuales de gastos, más otro pastón si son presidentes, vicepresidentes, secretarios o portavoces de alguna de los innumerables comisiones (1.842 euros una portavocía), más plan de pensiones, más ayuda para taxis (3.000 euros por año), más viajes en primera gratis, más dietas (120 euros por día en España y 150, fuera), más cotizaciones a la Seguridad Social, iPhone e iPad gratis,  además de otros chollos. Comparen esto con el Salario Mínimo Interprofesional, o con lo que cobra un investigador o un funcionario medio.  Por ese motivo, don Jesús Posada añade que “no hay que contar todo”, para que los ciudadanos recuperen la confianza en los políticos; “contarlo todo sería un mal enfoque, la transparencia no va por ahí”, concluye el presidente del Congreso. Y tiene razón: hay que ocultar la verdad, porque si a  todos los ciudadanos nos diera por relacionar las palabras de Biel (los diputados no dan palo al agua) con las de Posada (los gastos de los diputados son pequeñeces), a lo mejor se nos hinchaba la vena del cuello, babeábamos  por  el colmillo y nos entraba una mala hostia que nos convertiría en un peligro para los políticos.

Evaristo Torres Olivas
 

miércoles, 9 de enero de 2013

La voz de su amo

Diario de Teruel, 24 de diciembre de 20012. Entrevista de tres páginas a Biel. En eso se gastan los dineros públicos los nuevos jefes del periódico: los periodistas de trinchera. Porque la entrevista a Biel la firma el jefe de contenidos (¡Ay, qué risa, Basilisa!), Chema López Juderías, junto con Eva Ron. Un militante del PAR, que no es periodista, entrevistando al jefe del PAR. ¡Vivan el rigor y la objetividad! El mismo día y en el mismo periódico se nos informa de la actuación en Teruel de los payasos Chorlito y Saltamontes. Demasiadas payasadas juntas, señor director de contenidos. La entrevista a Biel, como es de suponer, no es una entrevista sino un amaño para el lucimiento personal, como los atunes que le colocaban a Francisco Franco o las bolas de billar que le ponían a Fernando VII. Don José Ángel, alias Muelegordo y El clavico del abanico, aprovecha para sacar tajada de las declaraciones del metepatas socialista andaluz, tal como anticipé en una columna de hace unos días. Pero además, tiene el descaro de decirnos lo que muchos ciudadanos pensamos y decimos y nos tildan de antidemocráticos: que muchos políticos no dan palo al agua. Afirma Biel: “…el Congreso de los Diputados, donde solo trabajan dos o tres docenas de 350 diputados, los que llevan las iniciativas y las leyes”. Si eso ocurre en el Congreso, ya se pueden imaginar qué harán en el Senado los 266 senadores. Y Biel ha ocupado escaño en las dos instituciones en las que no se da palo al agua y se cobra un huevo. En definitiva, que Muelegordo se no está riendo en la cara. Nos dice que él ha sido miembro de  instituciones en las que no se hace nada: primero estuvo en el Congreso de los Diputados y como allí se trabajaba poco, se fue a otra, el Senado, en la que aún se trabaja menos.  Y de allí siguió su larga marcha por las instituciones. Porque en Aragón tenemos de todo: Delegación del Gobierno, Gobierno autonómico, subdelegaciones de los gobiernos, el de Madrid y el de Zaragoza, Diputaciones provinciales, comarcas y ayuntamientos.  Nunca un partido con tan pocos votos (no llega al diez por ciento) ha jodido a tanta gente durante tanto tiempo. Y nos sigue jodiendo colocando en el Diario de Teruel a gente de su cuerda. Gente que no destaca por su competencia profesional sino por ser fieles reproductores de la voz de su amo. Y todo con el dinero de todos, también el del noventa por ciento que no votamos al PAR.

Evaristo Torres Olivas

martes, 8 de enero de 2013

Fijación

Algunos lectores de este blog me acusan de tener fijación con el Diario de Teruel. Un anónimo de hace unos días me escribía que ha hecho indagaciones y ahora lo entiende todo. No sé bien a qué se refiere. Me gustaría que nos lo contase a todos y tal vez así me enteraría yo de algo que desconozco. Yo critico más y con mayor frecuencia al Diario de Teruel que a otros periódicos por varios motivos, pero sobre todo por dos: porque es el periódico de mi provincia y porque es de titularidad pública. Creo que no es necesario dar más explicaciones. A veces incluso hablo bien: en más de una ocasión he elogiado el trabajo de los buenos periodistas que tiene el Diario; y el excelente trabajo de Raúl Martín en la cirugía estética que se le ha practicado al rotativo. También debe destacarse el trabajo del director gerente que ha conseguido atraer a muchos nuevos anunciantes. Pero no se le puede felicitar por el editorial que escribió  en el primer número: hacía tiempo que no leía un texto en la prensa tan mal escrito y en el que se dicen tantas majaderías. No las voy a enumerar todas; con una servirá para que se hagan una idea de la torpeza del autor. Escribe: “Paradójicamente, el DIARIO DE TERUEL nació en una dictadura, más como órgano de propaganda del Nuevo Régimen que como medio de comunicación de masas al servicio de la sociedad”. Yo no veo la paradoja por ninguna parte: lo habitual es que las dictaduras utilicen todos los medios de comunicación para adoctrinar y hacer propaganda. Lo que sí resulta extraño y paradójico es que,  en una democracia,  una publicación de titularidad pública, que debería ser un modelo de imparcialidad y pluralidad, sea utilizada por el partido que gobierna en la Diputación y por  sus aliados  para hacer propaganda de su ideología y poner en los puestos de dirección a personajes como Chema López Juderías, que no es periodista y sí propagandista del PAR, o fichar de columnista estrella a Hugo Miquele, que tampoco es periodista sino jefe de la clac de Biel. Con ese proceder, se comportan de la misma manera que los dictadores: hacer del Diario de Teruel un órgano de propaganda al servicio de los políticos que mandan en la institución provincial. 

Evaristo Torres Olivas

lunes, 7 de enero de 2013

Atraco

Voy poco a los bancos. Se me revuelven las tripas. La semana pasada fui y me cabreé.Y discutí. No con el dueño del banco; ni siquiera con el director. Con un pobre empleado. Y ya lo siento. Pero me jode que un empleado, un asalariado, defienda lo indefendible. Les cuento. En mi cartilla me cargan 27 euros por el concepto de mantenimiento. Pregunto. Me contesta la empleada: ese dinero lo paga por tener una cartilla. Por tener una cartilla me tienen que pagar ustedes a mí, le respondo. Se lo cobramos a todo el mundo, salvo a los que tienen domiciliada la nómina, argumenta la empleada fiel. A mí me importa un huevo que se lo cobren a todo el mundo; lo que quiero saber es qué recibo a cambio de los 27 euros, insisto. Como no me sabe responder, le pido que llame a la persona que dirige el garito. No está, me contesta. Volveré otro día, amenazo. El negocio de los putos bancos no consiste solamente en dar un dos por ciento de interés por nuestro dinero, cuando dan algo, y cobrar el siete cuando lo presta, sino que también consiste en sisar 27 euros (lo escribo en números para que se aprecie mejor) de cuota por tener el  privilegio de que nos admitan como socios(o primos) de tan prestigioso club, y en cobrarnos comisiones por todo. Y todo muy legal, claro, que para eso tienen sus lobbies y sus políticos amigos para presionar y legislar a su favor. Pero lo que más fastidia es que un asalariado de un banco,  que en cualquier momento le hacen un ERE o lo mandan a su casa con una mano delante y otra detrás, se ponga en plan Botín delante de un cliente para defender e intentar justificar lo que no tiene ni defensa ni justificación. Y es que hay gente a la que el “sistema” les ha comido el tarro y se comportan como focas amaestradas. Porque si despreciable es el hijo de puta (o la hija de puto) empleado de un banco que a cambio de una comisión es capaz de engañar a unos pobres jubilados para que compren participaciones preferentes, también lo es el imbécil que a cambio de nada se pone a ladrar para defender a un amo que a la mínima ocasión lo abandona en una gasolinera o en la puerta de la oficina de empleo(o de paro) más cercana.

Evaristo Torres Olivas

sábado, 5 de enero de 2013

Carta a los Reyes Magos

Queridos reyes: Este año no voy a pedir nada para mí porque la cosa está muy negra. Supongo que a vosotros también os afectará la puta crisis de los cojones. Habréis tenido que hacer un ERE y reducir la plantilla de pajes y, al igual que a nosotros el de la gasolina, a vosotros se os habrá puesto por las nubes el precio de la cebada para los camellos. En resumen, que a vuestra empresa de distribución de juguetes también han llegado los recortes. Lo que yo os pido este año no es para mí, como he dicho al principio, sino para mi provincia, Teruel. Quiero que hagáis todo lo posible por regalar a nuestros políticos y a sus palmeros un manual, con su correspondiente CD o pendrive, para que aprendan a no ser tan cenutrios. Empezad por la presidenta de la Diputación, Carmen Pobo, y sus empotrados en el Diario. El 19 de diciembre, en el primer número del Diario de Teruel remozado, doña Carmen afirma que se trata de “un periódico plural, provincial y profesional". Demasiadas pes seguidas.  De las cuatro, solamente dos son ciertas: que es un periódico y que es provincial.  Plural, nada, y profesional, en todo caso lo son algunos de sus trabajadores, pero desde luego no el director de contenidos, Chema López Juderías, ni el columnista estrella, Hugo Miquele, que en lugar de cursar la carrera de periodismo, prefirieron afiliarse al PAR, camino mucho más corto para obtener un empleo sin tener que hincar los codos. Para compensar las pes perdidas, se podrían añadir otras: que es del PP y del PAR. La foto que acompaña al artículo de doña Carmen, majestades, tampoco tiene desperdicio: es la misma que aparece en la web de la Diputación: un posado retocado, en el que la presi luce una capa de maquillaje de medio metro de espesor. Una foto más de revista de colorines para marujas y manolos que de un periódico serio. Por favor, majestades, dadles algún consejo, que estos son capaces de colgar, en la próxima aparición de la señora Pobo, la foto de la comunión o del álbum de boda. Después, majestades, os pido que os ocupéis del alcalde Blasco y de la concejala del PSOE, que no socialista, Mayte Pérez. Son dos ágrafos que se empeñan en darnos la barrila en las páginas del Diario de Teruel. Sus textos consiguen que nos sonrojemos. Sus diatribas tienen el mismo nivel intelectual que una discusión entre Belén Esteban y Cañita Brava. Cháchara insustancial de corrala o de taberna. Si infumable es uno, cansina es la otra. No nos merecemos, majestades, un alcalde tan mediocre ni tampoco que la alternativa sea una señora de tan baja estofa.  Ya no os pido más este año. No hay que abusar de vuestra generosidad. Y menos en estos tiempos. Paz y amor a las personas de buena voluntad. A las de mala, ni carbón.

Evaristo Torres Olivas

 
 

martes, 1 de enero de 2013

Mi mejor deseo para el 2013