“Periodismo es difundir aquello que alguien no quiere que se sepa, el resto
es propaganda. Su función es poner a la vista lo que está oculto, dar testimonio
y, por lo tanto, molestar. Tiene fuentes, pero no amigos. Lo que los periodistas
pueden ejercer, y a través de ellos la sociedad, es el mero derecho al pataleo,
lo más equitativa y documentadamente posible. Criticar todo y a todos. Echar sal
en la herida y guijarros en el zapato. Ver y decir el lado malo de cada cosa,
que del lado bueno se encarga la oficina de prensa”
-Horacio Verbitsky,
periodista y escritor argentino

martes, 15 de enero de 2013

La vena hinchada

Hay noticias que deberían alegrarnos y sin embargo consiguen todo lo contrario, que se nos hinche la vena del cuello y que nos acordemos de los progenitores y de los muertos más recientes de algunos políticos. Es lo que me ocurrió el pasado domingo, día 6 de enero. El Heraldo de Aragón publicaba el siguiente titular en la página 3: El Psoe propone que los diputados publiquen su patrimonio y sueldo en la web de las Cortes. En la entradilla, añade: Plantea, además, que los parlamentarios y los miembros de la DGA no puedan percibir retribuciones de otras instituciones ni dietas. Si un marciano aterrizara en Aragón y se le permitiera votar en las elecciones autonómicas después de leer esta noticia del Heraldo, no dudaría en votar al PSOE. El problema es que los aragoneses no somos marcianos recién llegados, aunque el PSOE nos trate como si lo fuéramos. Tenemos memoria. Como también la tiene la periodista que redacta el artículo, Natalia Asín. Nos recuerda que “el Ejecutivo de Iglesias rechazó medidas como estas durante los doce años que estuvo en el Pignatelli”. Y también nos acordamos de que en los programas electorales del PSOE de Zapatero se prometía la aprobación de una ley de transparencia que nunca vio la luz. Pero es que aún  hay más: para ser transparente no es necesario que haya una ley que te obligue a serlo. A los de cien años de honradez, los socialistas obreros españoles, por eso de que no solamente hay que ser honrado sin parecerlo, se les podría haber ocurrido publicar toda esa información que ahora proponen. No solamente en la web de las Cortes sino en las webs del partido, en las redes sociales, en los programas electorales. ¿Se acuerdan de la tabarra que dan los partidos durante las elecciones? ¿Se acuerdan de la tabarra que nos dio Mayte Pérez cuando se presentó a la alcaldía de Teruel? Facebook, blog, Twitter y cualquier otro medio para arañar un voto. Pues ni una mención, oigan, a su salario, a sus dietas, a su patrimonio. Pero es que terminaron las elecciones y se acabó  Facebook, blog y Twitter. Comprenderán por qué se me hincha la vena del cuello y por qué me acuerdo de la parentela de más de uno.

Evaristo Torres Olivas

2 comentarios:

Francisco Herrero dijo...

Sólo una anotación: @MaytePerez2 sí mantiene y utiliza Twitter de forma periódica. No puedo decir lo mismo de @vicenteguilleni o de @eiranzo. Otro tema es el planteamiento que tiene Mayte Pérez para la cuenta en Twitter, pero eso es otro cuento.

Anónimo dijo...

Memoria tenemos, pero también hay que entrenarla para poder usarla, y mucha gente no quiere.

Por otro lado, da la amarga impresión de que la mal llamada democracia, la vigente, consiste para millones de personas en quitar al pp para poner al psoe y viceversa.

Salvando las diferencias de forma y unas pocas cosas más, en la práctica es como cambiar de dictador.

Por desgracia, la mayoría de votantes (y no votantes)andan escasos de cultura en un sentido general. Si hablamos de cultura política dicha escasez se eleva aún más.

Lo que desde el poder político y económico se ha promovido entre la población es, ante la imposibilidad de atacar a la difusión cultural de forma directa (aunque también hay casos flagrantes), conseguir hacerla patrimonio de pocos. Además, muchos de entre estos pocos están orgullosos de que así sea, pues se precian de ser cultos frente a la mayoría de sus vecinos.

El sentido político de tal maniobra es evidente: una población sin referencias claras de ningún tipo, enchufada al fútbol, a los cotilleos de la TV y a la telebasura, en general, es una población fácilmente manejable por la abrumadora propaganda, tanto directa como camuflada, de la que nos hace blanco el poder todos los días, consiguiendo así transmitir los valores e ideas que más le interesa que albergue en sus cabezas la mayoría de la población.
Saben que no van a caer en su red todos y cada uno de los individuos de su territorio administrativo, pero esto no es ningún problema, al contrario, pues están ahí dando testimonio de "pluralidad social", apoyando que puedan presentar esta sociedad como "libre y democrática".
Por supuesto, su número debe ser -y es- reducido en comparación al total y, al fin y al cabo, si se ponen tontos de vez en cuando, con romperles la cara en la calle y criminalizarlos, asunto arreglado.

No lo tienen mal montado, no.