Si el día 24 de diciembre, José Ángel Biel, presidente de las Cortes de Aragón, afirmaba en una
entrevista en el Diario de Teruel que en el “Congreso de los Diputados solo
trabajan dos o tres docenas de los 350 diputados”, el día 27, el Heraldo de
Aragón recogía unas declaraciones de
Jesús Posada, presidente del Congreso, en las que calificaba de
“pequeñeces” los gastos de los diputados. Pedía don Jesús a los ciudadanos que
no juzguemos a los diputados por el dinero que cuestan sus viajes o los gastos
que hacen en el ejercicio de su cargo, sino que hay que valorar su labor de
forma “global”. Bien, hagámoslo: si, según Biel, trabajan como máximo 36 de
350, en números redondos significa que curran el 10 por ciento, uno de cada
diez. El resto, sólo levanta el dedo y de vez en cuando dice alguna chorrada a
la prensa local. En ese grupo podemos poner a nuestros parlamentarios,
diputados o senadores por Teruel, nuestros guillenes, arrufates y blascos. Y
por no hacer nada, se llevan todos los meses 2.800 euros de asignación básica,
más 1.850 euros mensuales de gastos, más otro pastón si son presidentes,
vicepresidentes, secretarios o portavoces de alguna de los innumerables
comisiones (1.842 euros una portavocía), más plan de pensiones, más ayuda para
taxis (3.000 euros por año), más viajes en primera gratis, más dietas (120
euros por día en España y 150, fuera), más cotizaciones a la Seguridad Social,
iPhone e iPad gratis, además de otros
chollos. Comparen esto con el Salario Mínimo Interprofesional, o con lo que
cobra un investigador o un funcionario medio.
Por ese motivo, don Jesús Posada añade que “no hay que contar todo”,
para que los ciudadanos recuperen la confianza en los políticos; “contarlo todo
sería un mal enfoque, la transparencia no va por ahí”, concluye el presidente
del Congreso. Y tiene razón: hay que ocultar la verdad, porque si a todos los ciudadanos nos diera por relacionar
las palabras de Biel (los diputados no dan palo al agua) con las de Posada (los
gastos de los diputados son pequeñeces), a lo mejor se nos hinchaba la vena del
cuello, babeábamos por el colmillo y
nos entraba una mala hostia que nos convertiría en un peligro para los
políticos.
jueves, 10 de enero de 2013
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3 comentarios:
Y de los 67 de Aragón, ¿cuántos trabajan?
¿Cuantos tiempo necesita un Diputado, Senador, Director General para alcanzar el derecho a cobrar la pensión máxima? ¿Cuánto tiempo precisa un pocaropa?
Ya van saliendo propuestas, el partido X, partido del futuro.
Pues más nos vale que las propuestas sean mejores y más concretas que el partido X, porque si no vamos a hacer el ridículo más espantoso.
Mientras no entendamos la naturaleza de la situación, que las mentiras que nos cuentan, la legalidad, la demcracia parlamentaria, las instituciones, etc... no son más que caramelos que nos arrojan para que los ricos sigan haciendo en la práctica lo que les dé la gana con las vidas del grueso de la población, vamos aviados.
Intentar usar sus herramientas para cambiar las cosas (de verdad, se supone) es tragarse el cebo con el anzuelo y un buen trozo de sedal.
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