“Periodismo es difundir aquello que alguien no quiere que se sepa, el resto
es propaganda. Su función es poner a la vista lo que está oculto, dar testimonio
y, por lo tanto, molestar. Tiene fuentes, pero no amigos. Lo que los periodistas
pueden ejercer, y a través de ellos la sociedad, es el mero derecho al pataleo,
lo más equitativa y documentadamente posible. Criticar todo y a todos. Echar sal
en la herida y guijarros en el zapato. Ver y decir el lado malo de cada cosa,
que del lado bueno se encarga la oficina de prensa”
-Horacio Verbitsky,
periodista y escritor argentino

viernes, 30 de marzo de 2012

¡Hala millones!

Por un lector del blog me entero de que en el Eco de Teruel se puede ver el video de la rueda de prensa de Guillén y Arrufat del día 23 de marzo. Dura 23 minutos. Lo veo dos veces. Al finalizar no sé si llorar, echarme a reír o llamar al Tío de la Vara para que nos libre a los turolenses de estos dos impresentables. Lo primero que llama la atención es que todas las alcachofas, siete, de las teles y radios, están orientadas hacia Guillén. Arrufat está de florero. Un florero que asustaría a los niños si vieran el vídeo. Los periodistas ya deben de conocer el percal y saben que el censor habla poco. Mejor, porque en el minuto escaso que habla, sólo dice obviedades que apenas se entienden. La estrella es Guillén;  se nota que se cree un ser superior y se  siente importante. Aunque diga muchas bobadas. Como esta: “Hay una empresa en Calanda que quiere invertir del orden de cinco mil millones pero si no les hacen un vial en el propio polígono industrial dicen ellos que no se van a ubicar”. Y añade: “Se pone en peligro hasta la propia ubicación de las empresas que en estos momentos quieren ir. A más a más  [sic],  las subvenciones que al sector empresarial le pueden dar por ubicarse en las propias Cuencas Mineras”. Al oír lo de cinco mil millones he pensado en pesetas, que serían más de treinta millones de euros. No está mal, me he dicho,  para un pueblo como Calanda, si se crean puestos de trabajo;  se merecen que el Gobierno de Aragón se gaste un par de millones de euros en hacerles un vial. Pero no se trata de cinco mil  millones de pesetas sino de euros. Así lo dice Guillén un par de minutos más tarde y Arrufat ni le corrige ni nada. Ni tampoco ninguno de los periodistas que se supone que están escuchando. Como se trata de una cifra astronómica, para que se hagan una idea de la magnitud, diremos que es similar al presupuesto de la Comunidad Autónoma de Aragón en el año 2011.  O a la inversión estimada en el periodo 2012-2015 (un tercio del total) del Sheldon ese que quiere llenar Madrid o Barcelona de Casinos y exige: 5,8 millones de metros cuadrados gratis, modificar el Estatuto de los Trabajadores para contratar a precio de saldo, que los menores accedan al  casino y que se  le exima de pagar impuestos. Doña Esperanza Aguirre ha contestado que se hará lo que se pueda. ¿Y el Gobierno de Aragón no  le hace  un puto vial a un empresario que quiere invertir cinco mil millones de euros en Calanda? La realidad es que tanto Guillén como Arrufat no tienen ni idea de lo que dicen (ni puta idea). Les da igual ocho que ochenta. Y son los que tienen que defender los intereses de Teruel en Madrid. ¡Manda huevos! A más a más.
 
Evaristo Torres Olivas

jueves, 29 de marzo de 2012

HOY ME HE TOMADO UN DIA DE HUELGA

miércoles, 28 de marzo de 2012

Platero

Ya está en marcha la ley de transparencia. Ya era hora. Así lo ha decidido el Consejo de ministros. Ahora falta llevarla al Parlamento, dicen que para julio, y después elaborar el o los reglamentos. Ya veremos en qué acaba la cosa, si en una ley útil para atajar la corrupción y la sinvergonzonería de muchos políticos o en una chorrada light que no sirve para nada, como las leyes descafeinadas  contra el transfuguismo y otras engañifas con las que la casta política pretende anestesiar al pueblo. Demos un margen de confianza al PP (a mí me cuesta mucho darle un margen de confianza al PP). Y saquémosle los colores a los condottieri del PSOE que en dos legislaturas no han sido capaces de sacar  adelante algo que prometieron. Una democracia sin transparencia es como un verano sin sol o un niño sin un juguete. Y es que a los políticos les cuesta soltar información. Para mangonear a su antojo. Y luego se extrañan de que la suya sea una de las profesiones más desprestigiadas, por delante de la de mafioso, chuloputas y cobrador del frac.  Por eso y por otros motivos: la de político es la profesión que exige menos para poder ejercerla. Menos que limpiador de retretes, fregadora de escaleras o tasador de borricos. Y los políticos lo saben y como les da vergüenza que los ciudadanos nos enteremos,  ocultan su formación y su experiencia o simplemente mienten. Es lo que hacen Esmeralda Iranzo y Carmen Pobo. Sus ocultaciones y mentirijillas me recuerdan al merengue ese cuya letra dice: Todo el que va a Nueva York/Se vuelve tan embustero/Que si allá lavaba platos/
Dice aquí que era platero. Si leemos el currículo de Carmen Pobo en la web de las Cortes de Aragón, podríamos decir: Desde que Carmen se metió en política/ Se ha vuelto tan embustera/ Que si antes cuidaba “muchichos”/Ahora dice que era pediatra o puericultura. Y yo lo entiendo porque da mucha vergüenza ser presidenta del PP y de la Dipu de Teruel, parlamentaria autonómica, pasearse con coche oficial y chófer y pretender arreglar Teruel, con un título de técnico auxiliar en jardín de infancia. Aunque también podría ser, como contaba Raquel Fuertes en una excelente columna en el Diario de Teruel del día 23 de marzo que esta gente se creen “seres superiores que están sobradamente preparados”.

 
Evaristo Torres Olivas
Cuando este señor se meta en política escribirá en su currículo que ha sido cajero

martes, 27 de marzo de 2012

Números gordos

Por un lado está el método científico que todo lo calcula y lo mide con rigor y precisión, en micras, nanosegundos y microamperios,  y por otro lado el método a bulto, a ojo o a la buena de Dios que calcula en puñados, jemes, montones y pasos. Cada método tiene su utilidad y no siempre uno es mejor que otro. Depende del cuándo y para qué. Incluso los ingenieros y arquitectos utilizan los formularios de Números gordos para hacer cálculos aproximados en proyectos y estructuras para así ahorrar tiempo y presupuestar sin marrarse demasiado. Más adelante ya ajustarán con los números finos. En otros casos, lo aproximado puede ser un timo. Imaginen que el tendero, en vez de a euro el kilo de algo nos lo pone a cuatro el puñado. Los más aficionados a los números gordos son los políticos. Algunos incluso lo convierten en lema de su estilo político. José Ángel Biel, por ejemplo. Cada vez que le hacen preguntas concretas, contesta que él muele gordo. En unos casos la ambigüedad en las respuestas obedece a que el político nos quiere timar, engañar como el tendero que vende las telas a jemes. Pero en otros casos se trata de ignorancia y de incapacidad, como cuando nuestra presidenta de la Diputación de Teruel afirma  que “ayudará todo lo que pueda” o que “colaboraremos a tope”. Pero el premio a la desfachatez, la cara dura y la tomadura de pelo se lo lleva Juan Francisco Trujillo, chófer de Francisco Guerrero, el exdirector general de Empleo de la Junta de Andalucía. Entre él y su jefe se esnifaban 25.000 euros de dinero público todos los meses. En sus declaraciones a la juez, confesó que recogía sobres de “más de dos dedos de grosor y menos de tres” con “billetes que se notaban grandes”. Nos encontramos ante un sistema mixto, entre el método científico y el “a ojo de buen cubero”. Si bien usa una unidad de medida rudimentaria, es capaz de precisar y acotar: no dice dos dedos sino más de dos dedos y menos de tres. A esos se le llama ganas de colaborar con la justicia. Aunque bien mirado, tampoco aclara demasiado porque hay dedos que son finos como los mini fuets de Campofrío y otros gordos como morcillas de Burgos.

Evaristo Torres Olivas


lunes, 26 de marzo de 2012

Ni tanto ni tan calvo

Don Ángel Cristóbal Montes, profesor y político polémico que estuvo en el PSOE, el CDS y el PP, ha vuelto a escribir un artículo en el Heraldo de Aragón – 22 de marzo – de los que hacen pensar. Lo titula Sociedades demasiado informadas. Para defender su tesis, se apoya en dos intelectuales muy conocidos: Jürgen Habermas, filósofo alemán autor de La teoría de la acción comunicativa y Walter Lippmann, periodista norteamericano ganador en dos ocasiones del Pulitzer.  Por una parte, hablando de información, parece sensato y conveniente pensar que una opinión pública informada ejerce de contrapeso del poder político, según nos dice Habermas. En el pasado no era así: solamente unos pocos tenían acceso a la información. Por otra parte, un atracón de información es imposible de digerir, con lo que el ciudadano, en lugar de estar informado, se desinforma y no tiene los conocimientos necesarios para actuar de manera racional. Esto es, nos dice don Ángel Cristóbal, lo que Lippmann llamaba público fantasma, un público que no existe porque no tiene opiniones. En definitiva que tan malo es no tener información como tenerla en exceso. Yo a esto añadiría otro elemento para la reflexión: la calidad de la información. Hoy con unos medios concentrados en pocas manos que vomitan propaganda al servicio de los dueños del cotarro y de los grupos que les pagan, con un internet y unas redes sociales que eyectan palabrería sin digerir, es difícil saber si lo que leemos y vemos es cierto o corresponde a una campaña de intoxicación. No menos importante es la información que se calla, se oculta o se difunde no en el momento en que se produce el hecho sino cuando interesa a los que la distribuyen: no es raro que en periodos electorales los partidos saquen a relucir mierda del adversario no del momento actual sino de hace años. Y finalmente, estaría la cobertura que se hace de cada uno de los agentes que actúan en la sociedad: de unos nos inundan a información y de otros apenas se habla y si se hace es para cubrirlos de porquería. ¿Hemos progresado realmente desde que en los pueblos, no hace tantos años, solamente había un teléfono y ahora en el centro de Teruel, en menos de doscientos  metros nos encontramos con cinco tiendas de telefonía móvil?

Evaristo Torres Olivas 
Ni tanto ni tan calvo
 

viernes, 23 de marzo de 2012

Una democracia de mierda

La mierda salpica de nuevo a los dos partidos que se turnan en el malgobierno de España: el PP y el PSOE. El ERE escandaloso y el no menos escandaloso Palma Arena. Y qué mal huelen los dos. No se trata de pequeños robos o de algo de poca monta sino de choriceo a manos llenas, a espuertas, a lo bestia. Un  exdirector general de Empleo que junto con su chófer fundían 25.000 euros mensuales, dinero público, en cocaína. Que celebraban reuniones en puticlubs: alcohol, putas, droga y negocios sucios: subvenciones a empresas ficticias, pensiones a familiares, etc.  El caso de Mata, el exministro y expresidente de Baleares es igual de asqueroso. Que dos elementos como esos se hayan pegado años robando y malversando el dinero público dice muy poco de nuestra mierda de democracia. Y de nuestros políticos. Si los dirigentes del  PSOE y del PP conocían y consentían los desmanes de Guerrero y Matas, se convierten en cómplices y encubridores y deberían desaparecer del espacio político y ocupar una celda en la cárcel. Pero si ni son cómplices ni encubridores sino que simplemente no se enteraron de que les robaban la cartera delante de sus narices, la cosa no es mucho mejor. Demostraría que los dirigentes de esos partidos son unos inútiles que no se enteran de nada y se la meten doblada. A mí me cuesta creer que durante tanto tiempo, dos sinvergüenzas hayan metido la mano en la caja sin que nadie, absolutamente nadie, se haya percatado de nada. Me cuesta creer que una democracia no tenga los mecanismos y los controles necesarios que impidan que unos truhanes arramblen con todo. Salvo  que esa democracia no sea tal, sino un sucedáneo, una engañifa. Como lo era ayer llamar Santa Inquisición a una banda de torturadores, Caudillo por la Gracia de Dios al dictador Franco o llamar hoy excelentísimo señor al censor Antonio Arrufat y socialista obrero a su partido.  Ante la pasividad de los dirigentes con las actuaciones de los  Mata y Guerrero, es difícil criticar a los fontaneros, a los dentistas  y a los albañiles que cobran en negro cuando argumentan  que ellos no pagan impuestos para que unos vividores se los fundan en putas y en cocaína.
Evaristo Torres Olivas

jueves, 22 de marzo de 2012

Execrable

La Iglesia, la nuestra, la católica, apostólica y romana, la única verdadera, tiene cosas que son para mear y no echar gota. El Vaticano acaba de inventarse un nuevo cuento chino en forma de documento que ha titulado Teología hoy: perspectivas, principios y criterios. Los inquisidores vienen a declarar que los teólogos deben someterse a los obispos y dejar de decir chorradas y apuntarse a movimientos raros como la teología de la liberación y otros inventos. Y es que en todo el mundo le están saliendo teólogos y curas díscolos. Aquí tenemos unos cuantos: Tamayo, Forcano, Villar, Arregi y otros. Y el Papa, que debe de  estar hasta los mismísimos de que le quieran desmontar el chiringuito, ha decidido cortar por lo sano. Que para eso  ha sido profesor de teología e inquisidor durante muchos años, antes de ser capitán general de la Iglesia, y sabe de qué va el asunto. Esto de la Iglesia funciona así: artículo primero: el obispo siempre tiene razón. Artículo segundo: si no la tiene se aplica el artículo primero. Y ajo y agua. Antes decían que la Teología era una ciencia. Ahora ya no.  Hoy, igual que siempre, la única ciencia es la que les sale de las pelotas a los obispos. En las competiciones y torneos de la  Iglesia, si hay que cambiar el reglamento a mitad del partido, se cambia. Si hay que silenciar a alguien se le silencia. Ya se le pedirá perdón unos cuantos siglos después, como se hizo con Galileo. Además, la Iglesia, cuando se cepilla a alguien, lo hace con una palabra muy fea: execrar.  En las organizaciones gobernadas por  déspotas, y la Iglesia es una de ellas, o te sometes a lo que te ordena il capo dei capi y sus consiglieri más cercanos, o ya te puedes dar por jodido. Pero no todo ha de ser malo. En estos momentos de crisis y paro, la Iglesia es de las pocas instituciones que crea puestos de trabajo. De los buenos, de los de para siempre. Para toda la eternidad. Como hay mucho paro se han lanzado a reclutar en las redes sociales. “No os prometo grandes lujos pero sí riqueza eterna. No os prometo seguridades humanas pero sí la certeza de que has sido elegido”. Un consejo les doy a los que se apunten: que no se les ocurra contrariar al obispo. Se exponen a la execración. Una palabra muy fea.

Evaristo Torres Olivas
©Ramon Massats

Los nuevos fichajes haciendo deporte

miércoles, 21 de marzo de 2012

Carta al censor Arrufat

Todo me recuerda a ti, censor. No, no se trata del título de una canción de amor. No eres mi tipo. No me gustas. Nada. Eres feo. Por dentro. Lo que me ha hecho recordarte esta vez ha sido un artículo inédito de Camus que acaba de publicar el diario francés Le Monde. Habla de la libertad de expresión. ¿Te suena? Ya sé que tú no eres muy partidario de la libertad de expresión (salvo de la tuya). También tengo mis dudas de que sepas quién era Albert Camus. Y de conocimiento del idioma francés tampoco debes de andar  muy sobrado. Te he escuchado en varias ocasiones y sé que tu nivel cultural es manifiestamente mejorable. Sólo hablas cuando te lo escriben. Y si el español lo hablas mal, lo más probable es que cuando te pongas a cascar en la parla de los gabachos, metas la pata hasta el corvejón, palabra esa sí que te será familiar porque estudiaste veterinaria y de cuadrúpedos algo sabrás. El artículo está escrito en 1939, unos meses después de terminar  nuestra Guerra Civil y apenas comenzada la Segunda Guerra Mundial. Destinado para su publicación en el periódico Le Soir Républicain, fue prohibido por las autoridades, por  gente como tú, censores de tu misma calaña. Que  la suerte de un  periódico dependa “del humor o de la competencia de un hombre demuestra mejor que cualquier otra cosa el grado de inconsciencia a que hemos llegado”, dice Camus. El artículo entero está sembrado de sensatez y de buenos consejos para los periodistas, para que sorteen las dificultades que les ponen los censores como tú.  Dice, por ejemplo, que "una verdad expresada en tono dogmático es censurada nueve de cada diez veces", mientras que "la misma verdad dicha humorísticamente, sólo lo es cinco de cada diez". Para añadir a continuación que “la verdad y la libertad son amantes exigentes porque tienen pocos novios". También nos dice que hay que repudiar  algo que tú y tu partido hacíais cuando ejercíais la censura en el Diario de Teruel: “le bourrage de crâne”, que traducido libremente al castellano significa la comedura de tarro.  ¿Sabes qué te merecías, Antonio? Lo mismo que hacía Le Soir Républicain cuando le censuraban un artículo: dejar en blanco el espacio que ocupaba el texto censurado para que los lectores supieran cómo se las gastaban los enemigos de la libertad de expresión. Tus colegas.
 
Evaristo Torres Olivas

Entre estas dos personas hay ciento diez mil diferencias. La primera es que al de la foto de arriba le chifla la censura y al de la de abajo le chiflaba la libertad.


martes, 20 de marzo de 2012

Escuela de corruptos

España es un gran país. Pertenecemos a un club selecto en el que también están Luxemburgo, Chipre y Malta. Los únicos cuatro países de Europa que no tienen una ley de transparencia. Rajoy prometió que en los primeros cien días de su mandato aprobaría una Ley de Transparencia y Buen Gobierno y parece que la cosa está en marcha para que se apruebe en las próximas semanas. Ojalá (si lo quiere Alá). Zapatero lo prometió en el programa del 2004 pero no cumplió. Tampoco lo hizo en el segundo mandato. Es comprensible: los socialistas obreros españoles estaban demasiado ocupados en crear millones de puestos de parado. Cinco millones. Récord absoluto en la historia de este país y también de Europa. We are the champions. No es la primera vez que hablo en este blog de este asunto. De que seamos uno de los países más opacos del mundo mundial. Y de los más corruptos. Aquí no está mal visto estafar al fisco, cobrar en negro o trincar lo que se pueda de las instituciones públicas. Aquí nuestros gobernantes no hacen ascos a los trajes, pelucos, cruceros, o lo que les echen, siempre que sea gratis y en beneficio propio. En todos todas partes hay chorizos y sinvergüenzas, pero en Alemania a un ministro de defensa que plagió 80 páginas de sus tesis doctoral, lo pusieron de patitas en la calle. Otro ministro, en este caso británico, también se tuvo que ir por mentir sobre una multa de tráfico. El anterior presidente alemán, también se vio obligado a hacer las maletas por corrupto. Pero en España no dimite ni el Tato. En España,  si un juez persigue a los políticos corruptos lo que hacemos es cargarnos al juez. Aquí, más que la escuela alemana o la británica, nos gusta el modelo africano, el de Teodoro y de su hijo Teodorín. Los Obiang.  Por algo será que el presidente de Guinea Ecuatorial se formó en España. Aquí debió de aprender nuestros usos y costumbres. Por eso tampoco tienen una ley de transparencia. Pero sí, al igual que nosotros, Gürtel, EREs raros y otros inventos en los que nosotros somos consumados maestros. Somos una escuela de corruptos y sinvergüenzas. De las mejores del mundo.

Evaristo Torres Olivas

Amigos para siempre

lunes, 19 de marzo de 2012

La izquierda divina

Una cosa es predicar y otra dar trigo. Como demuestran  nuestros políticos del PSOE, esos que se dicen de izquierdas pero viven como jeques y jequesas (no confundir con jaqueses y jaquesas, naturales de Jaca), que se hacen los afligidos con la crisis, que hacen como que sufren   por la situación de los jóvenes sin trabajo, que se quejan de lo malos que son los bancos que no sueltan un duro y echan de sus casas a los desgraciados que no pueden pagar la hipoteca. Como si ellos, los políticos del PSOE, no tuvieran ninguna responsabilidad en todo el pifostio que tenemos montado. He echado un vistazo a la declaración de bienes de la exsenadora del PSOE Esmeralda Iranzo. Una mujer sin oficio conocido, con una trayectoria profesional anterior a la política que se desconoce (en la ficha del Senado ni constan estudios ni profesión ni experiencia ni nada, sólo jefe de personal y supervisor de recursos humanos, pero no dice dónde ni por cuánto tiempo, lo que no impide que a los psocialistas se les llene la boca hablando de transparencia). Pues bien, en plena crisis económica, cuando los bancos cierran el grifo de las  hipotecas y no sueltan un duro ni a  dios, a doña Esmeralda, que declara dos viviendas y tres plazas de garaje, la Caja Rural de Teruel le concedió dos préstamos hipotecarios por un importe­­­ total de 545.000 euros (más de noventa millones de pesetas). A don Antonio Arrufat, el censor, que declara tres casas unifamiliares, varios solares y 26 hectáreas de tierra, la misma caja le concede tres préstamos hipotecarios por un importe total de más de 350.000 euros. Y si una caja suelta esa viruta en los tiempos que corren es porque los prestatarios son amigos de los prestamistas o porque son clientes chachi guay, de los que gustan a los bancos, y no unos  mileuristas de mierda que se quedan sin trabajo y no pueden devolver lo prestado, los muy cabrones. Doña Esmeralda y don Censor son clientes prime y los otros desgraciados, los parados y los mileuristas, son subprime. Y como todo el mundo sabe, incluido don Vicente Guillén que lo cuenta en en su blog, la culpa de la crisis la tienen las hipotecas subprime, un dinerillo que los bancos, que son unos buenazos (sólo hay que verle la cara a Botín),  prestaron a una caterva de irresponsables. Lo que ha obligado al Estado a hacer justicia y soltarles una jartá de pasta a los bancos para compensar su generosidad con los descerebrados que piden perras prestadas sin saber si las podrán devolver. Menos mal que los bancos tienen a clientes como Iranzo y Arrufat, a los que prestarles dinero es un auténtico placer. Son la izquierda divina.

Evaristo Torres Olivas
La trinca

viernes, 16 de marzo de 2012

Circo, maroma y teatro

No sé muy bien qué les enseñan a los dirigentes de los partidos en las escuelas, fundaciones y centros de formación que tienen y que se financian con viruta pública. Me refiero, en el caso del PSOE, al Instituto Jaime Vera de la Fundación Ideas y a otros institutos y fundaciones de otros partidos. Yo lo que percibo es que a lo único que les enseñan es a cacarear, a decir lo bueno que son ellos y lo malos que son los adversarios. Me da la impresión de que les instalan un chip o algún inhibidor de frecuencias que les impide reconocer sus cagadas y exagerar las del adversario. O tal vez algún tipo de condicionamiento, al estilo de los perros de Pavlov. Lo cierto es que los políticos, ante el mínimo estímulo en forma de declaraciones del adversario, empiezan a babear por el colmillo retorcido y se le lanzan a la yugular. Eso de cara a la galería, a los imbéciles de los ciudadanos que nos creemos que la cosa va en serio. La realidad es que es todo de mentirijillas, como los combates de lucha libre. Los oponentes hacen como que se machacan aunque la realidad es que son amigos y trabajan para la misma empresa. No en vano los orígenes de la lucha libre están en los carnavales y en las actuaciones en circos y ferias ambulantes. Dice un luchador mexicano (en México hay mucha afición) que “la lucha libre es circo, maroma y teatro”. Y en una payasada hemos convertido la política. En un circo en el que actúan  Gabi, Fofó y Miliki. O Guillén, Arrufat y Velasco. Y al igual que los puestos de payaso se heredan de padre a hijos, en política también tenemos a los Fofito, Milikito, Rody y Rita Irasema.  O si prefieren nombres más apropiados para la lucha libre,   tenemos  al Censor de La Cerollera,  El Enmascarado del Congreso, y  El Justiciero de León. Las candidatas a Rita Irasema podrían ser Esmeralda Iranzo, Mayte Pérez y Yolanda Casaus. No estoy muy al tanto de si hay mujeres en la lucha libre porque si así fuera las podríamos llamar  La Gladiadora de Andorra, La Templaria de Teruel y  La Faraona de Cella. Tanto ellos como ellas se dedican al mundo de los espectáculos ambulantes,  de las barracas de feria y de las rifas de muñecas Chochona, sólo que con menos sufrimiento y mayores ingresos que los feriantes de verdad . E idéntico cacareo.


Evaristo Torres Olivas

jueves, 15 de marzo de 2012

Los saltos cuánticos

Un comentario de un lector a la columna de ayer me ha hecho volver al blog de Vicente Guillén. Lo dejé hace tiempo por dos motivos: porque don Vicente apenas escribe y porque cuando lo hace me entra mala gana. Ha estado varios meses sin escribir nada y ahora en una semana nos endilga tres ladrillos. Me recuerda a la teoría los saltos cuánticos de cuando yo era estudiante y nos explicaron las formulaciones de Niels Bohr, la de los electrones que saltan de una órbita a otra sin recorrer la distancia entre ambas. En un sentido más amplio, se da un salto cuántico cuando se pasa de una situación a otra, sin sucesos intermedios. Como hace don Vicente que está meses sin decir ni mu y de golpe nos inunda con su verborrea infumable. Porque el señor Guillén es el mejor ejemplo de cómo se pueden tener dos carreras (según presume) y ser un indocumentado en ambas. De conocimientos jurídicos anda escaso y lo que escribe y cómo lo escribe avergonzaría a sus profesores de la facultad de Filosofía y Letras. Mal la puntuación, un desastre la sintaxis y no progresa adecuadamente  en la capacidad de argumentación.  Para muestra la siguiente frase con la que termina su entrada del día 7 de marzo: “Que Dios nos pille confesados o como diría un agnóstico ¡nos han jodido¡”. Tal cual, Pascual, con los signos de exclamación mal puestos  y con una chorrada como un templo. ¿De dónde saca que un agnóstico diría que nos han jodido? ¿Qué simpleza es esa? Para don Vicente, un agnóstico debe de ser una persona que dice caca, culo, teta, pedo, pis. Ese es el nivel que exhibe un diputado por Teruel que también ha sido senador y asesor de consejero y alcalde. Y contador de votos en el último congreso de Sevilla. Guillén y el censor Arrufat son los máximos representantes del PSOE en nuestra provincia. El censor no escribe pero, a diferencia del coronel de la novela de García Márquez,  sí tiene quien le escriba aunque, con su pésima dicción y deficiente entonación, se encarga de destrozar los discursos que le preparan.  Guillén sí escribe, a saltos cuánticos, y los resultados los pueden leer en su blog, ese al que yo entro poco. Porque me produce mala gana. O malagana.

 Evaristo Torres Olivas

miércoles, 14 de marzo de 2012

El cacique del área

Voy a tener que ir a que me psicoanalicen. Estoy obsesionado con Arrufat. Se me aparece por todas partes. Que alguien dice algo sobre la censura, inmediatamente pienso en Arrufat; que oigo hablar de malos políticos, automáticamente se me forma una imagen mental con la cara de Arrufat. He estado leyendo estos días un libro del periodista Agustí Pons, Cartes a Clara, una periodista del segle XXI. El autor, para hablar de la libertad de expresión, la compara con una pelota de fútbol que todos quieren controlar (m´imagino la llibertat d´expessió com la pilota que tothom vol controlar). Habla de delanteros que quieren marcar gol y de defensas que se lo impiden a patadas. Y aunque yo no soy muy futbolero, inmediatamente me han venido a la mente dos imágenes: una de Arrufat dando patadas y otra de un futbolista marrullero de hace años que se llamaba Ovejero y tenía por apodo el de Cacique del área. ¿Y por qué asocio yo Arrufat con Ovejero y con cacique? Si hay algún psicólogo entre los lectores, le agradecería que me lo explicase. Tal vez sea porque Arrufat es veterinario y los veterinarios cuidan a las ovejas. O quizás porque una de las definiciones de cacique, la menos peyorativa, es la de persona que en un pueblo o comarca ejerce excesiva influencia en asuntos políticos; y don Antonio, ciertamente ejerce influencia en asuntos políticos, tanto en su pueblo, La Cerollera, donde le votan 57 personas, como en Alcañiz donde junto con Guillén deponen a Callejero e imponen a Ponz, o en la organización provincial del partido, donde habiendo candidatos con más merecimientos y conocimientos, encabezó la lista al Senado. También cabe la posibilidad de que la asociación de Arrufat con cacique y Ovejero al hablar de la libertad de expresión sea debida a que don Antonio se comportó como un borrego (hombre sencillo o ignorante según el diccionario de la RAE) y ejerció un poder abusivo (otra de las acepciones de cacique) al prohibir que yo siguiera escribiendo en el Diario de Teruel. Todas estas dudas se las planteé a mi hija psicóloga y me respondió que un psicólogo no debe atender a familiares. Por ese motivo pido ayuda.

 
Evaristo Torres Olivas
Ovejero, el cacique del área

martes, 13 de marzo de 2012

Revoltijo de tripas

No lo puedo remediar, se me revuelven las tripas cada vez que lo veo. Hablo del censor Arrufat. Del veterinario que un día descubrió que en la política se curra poco y se cobra mucho y decidió cambiar de oficio para siempre. En los últimos cinco años, desde que estoy en Teruel, he asistido a casi todas las protestas, manifestaciones, concentraciones u otros actos convocados por asociaciones, partidos y sindicatos. Y nunca he visto a Arrufat. Miento, lo vi una vez, en la plaza de San Juan, en un acto para apoyar al juez Garzón. Mientras los cuatro gatos que nos reunimos en el centro de la plaza escuchábamos el manifiesto que leyó José María Martínez, Arrufat y algún otro socialista merodeaban por los porches. Estaban sin estar. Sí pero no. La puntica solamente. Pero en ningún otro sitio lo vi, fuera de sus desastrosas intervenciones en el Museo Provincial o en las igualmente impresentables presentaciones de la revista Turia. Y ahora que ya no manda ni ejerce de censor en el Diario de Teruel, aunque siga cobrando del Estado por sentarse en un cómodo sillón del Senado, ha decidido jugar a ser de izquierdas y aparece fotografiado junto a los sindicalistas y a los dirigentes de otros partidos que siempre han estado dando el callo cuando Arrufat toreaba en la Diputación y salía todos los días retratado en el Diario cortando cintas o presidiendo reuniones de lo que fuera, que don Antonio no reparaba en gastos con dinero público a la hora de montar el belén para inaugurar una pista de petanca o hacer como que plantaba árboles en mi pueblo. A cualquier parte y para cualquier chorrada se desplazaba con cochazo oficial, chófer oficial y secretario oficial (el alcalde de Ojos Negros).  Y después comida oficial  con vino oficial. Todo de gañote. De gorra. Por el morro. Gratis total. Y ahora que su partido ha obtenido los peores resultados de la historia quiere hacerse el proletario, el obrero socialista. Me cuesta entender cómo los demás que aparecen en la foto se dejan fotografiar junto a Arrufat. A mí, sólo de verlo, se me revuelven las tripas. Me están entrando arcadas. Creo que voy a vomitar.

Evaristo Torres Olivas  
Los de siempre y un oportunista(segundo por la izquierda, con pantalón claro y anorak oscuro)

lunes, 12 de marzo de 2012

El coste

Los políticos nos recitan siempre la misma monserga. Antes se convierte el plomo en oro que reconocen que la han cagado en algo. La inauguración de las luces del Torico en el 2007 coincide con mi retorno  a Teruel, después de muchos lustros de ausencia.  Desde entonces, todos han sido cagadas, una tras otra. Biel tomándole el pelo a sus paisanos contando todo tipo de mentiras, engaños y gilipolleces. Si no  lo creen, vayan al Diario de Teruel y revisen las declaraciones y entrevistas a don José Ángel. Tampoco han faltado autobombo y propaganda para decirnos que al estudio de arquitectura b720 le dieron todo tipo de premios, de esos que, según algunos malintencionados, si pagas te los dan. Y cuando los puñeteros leds no han funcionado ni un puto día, además de excusas, los políticos nos contaban que la reparación no le iba a costar nada al contribuyente. Lo ha vuelto a repetir el consejero de Política Territorial e Interior,  Antonio Suárez (PP),  en el Diario de Teruel del día 7 de marzo al decirnos que “no tendrá coste alguno para los ciudadanos”. Esto lo cuenta porque el principal responsable de la cagada de la plaza, Biel, es ahora socio de gobierno del PP y a lo mejor decir la verdad puede enturbiar las relaciones con el Clavico del abanico. A mí me parece que las putas luminarias ya nos han costado un huevo. Voy a enumerar algunos de esos costes. Hemos estado más de cuatro años con una plaza sin terminar. Como el que se compra un piso nuevo y está cuatro años sin ascensor o sin luz  en la cocina; o si compramos un coche nuevo y durante cuatro años no funcionan los intermitentes. Otro coste es el de las molestias de soportar a  los operarios haciendo reparaciones cada dos por tres. Hay también un coste de imagen: los turistas que nos visitan y ven una plaza en la que la mitad de las luces están estropeadas o la iluminación se parece más a la de un puticlub de carretera que la que se merece la plaza principal de una ciudad. También está el coste de las muchas reuniones de políticos, cuyo salario pagamos los contribuyentes, para buscar excusas de por qué no funcionan las luces, en lugar de dedicarse a ayudar a crear puestos de trabajo o eliminar los gastos inútiles. Y también está el coste de soportar los experimentos de unos fabricantes de luces que han tomado a Teruel como conejillo de Indias.

PS: El Diario de Teruel de ayer domingo recoge en portada el siguiente titular:El Tribunal de Cuentas cuestiona el sobrecoste y el retraso de la reforma del Torico

Evaristo Torres Olivas

viernes, 9 de marzo de 2012

Los perros y los bomberos

Perro no come carne de perro. Entre bomberos no nos vamos a pisar la manguera. A veces, no siempre, los dichos populares reflejan fielmente nuestra manera de ser y de comportarnos. En los perros y en los bomberos he pensado cuando el mismo día en el que se hace público que la exministra sociata Elena Salgado ha sido fichada por Endesa, el actual ministro de Agricultura pepero, Miguel Arias Cañete, declara que no le parece mal. Y es que los peperos y los sociatas hacen como que se pelean y se insultan pero en cuanto les mientan las perras, son carne y uña o, como dicen en Cataluña, cul i merda. Claro que poco puede decir don Miguel Arias cuando el presidente de su partido, José María Aznar, también recibe una pasta gansa de Endesa. Doña Elena será consejera y don José María es consultor de Endesa. Nombres ambiguos para cobrar unos euros contantes y sonantes. Cuando Felipe González, otro asesor, consultor o lo que sea, se presentaba a las elecciones de 1979 con el eslogan de Cien años de honradez y firmeza, con canas en las sienes pintadas por Pilar Miró y escoltado por Pablo Iglesias, no se imaginaba (o tal vez sí), que su partido iba a degradarse de tal manera. Seguro que si don Pablo Iglesias resucitara (es un decir) y viera a la panda de guillenes y arrufates que han utilizado en beneficio propio su nombre y el del partido que él fundó, los echaba a patadas. Y es que el PSOE ha cambiado mucho desde que el 2 de mayo de 1879 lo fundara don Pablo Iglesias en la taberna Casa Labra, a diez metros de la Puerta del Sol de Madrid. A esa reunión de fundación asistieron dieciséis tipógrafos, cuatro médicos, un doctor, dos joyeros, un marmolista y un zapatero. Nunca imaginó don Pablo que ciento treinta años después, otro Zapatero alcanzaría “las más altas cotas de la miseria” en la historia del PSOE ni que otra gallega como él, Elena Salgado, además de cobrar un sueldo como exministra, se uniría a otros muchos peperos y socialistas, que en lugar de volver a sus anteriores trabajos o a ejercer su anterior ocupación, “fichan, oh casualidad, por empresas como Endesa, Telefónica y otras que fueron públicas y que los socialistas y los peperos ayudaron a privatizar. No tienen ni honradez ni tampoco vergüenza.

Evaristo Torres Olivas

jueves, 8 de marzo de 2012

Carmen Pobo (V)

La semana pasada le dediqué cuatro columnas a Carmen Pobo. Y hoy va la quinta. No estaba previsto pero la presi de la Dipu se la ha ganado a pulso. Esta mujer no tiene ningún sentido del ridículo. Lo suyo son las frases hechas. O la frase hecha. O la tontada del tamaño de las patatas de Cella. La señora Pobo tiene fijación con los mapas. Si en la revista de su pueblo nos decía que “mi objetivo es conseguir que Teruel pese en el mapa de España”, ahora declara en el Diario de Teruel (viernes, 2 de marzo) que “hemos conseguido en los últimos cinco lustros poner a Teruel en el mapa de los museos aragoneses y españoles”. Una cosa es querer a la tierra donde se nace y otra soltar chorradas sin fundamento. El discurso de doña Carmen en asuntos de cultura, y en los demás temas también, es el discurso del ignorante. Tratar de disimular sus lagunas con latiguillos, frases hechas y generalidades que no significan nada. Esto es lo que cuenta, entre otras muchas sandeces, del Museo Provincial: “Los contenidos que alberga el Museo son sumamente atractivos y variados. Es una manera muy didáctica de conocer más y mejor nuestra historia, nuestras costumbres y nuestra creatividad”. Por si no ha quedado claro, añade que “esta oferta estable del Museo se complementa con una sucesión de exposiciones temporales que nunca decepcionan y que han generado, muchas de ellas, una atención extraordinaria entre nosotros”. No sé si se acuerdan del chiste de un ruso de la estepa que se encuentra con un español atrevido e ignorante que le dice: “mucho ruso en Rusia, muy buena la ensaladilla y cojonudos los polvorones de la estepa”. Pues más o menos, lo mismo que nos cuenta doña Carmen. Con el agravante de que, según recoge el Diario, la presi de la Dipu “conoce muy bien el Museo de Teruel y su labor. No en vano, ya en su primera experiencia como diputada provincial en los años 1995 a 1999 tuvo la responsabilidad política de gestionarlo”. Pues si conociendo el percal, a la presi de la Dipu no se le ocurre nada mejor sobre el Museo, ya nos podemos hacer una idea sobre la calidad de su gestión. Y es que, como dijo el torero, lo que no puede ser no puede ser y además es imposible.

Evaristo Torres Olivas

 
A la presi de la Dipu le gustan los mapas

miércoles, 7 de marzo de 2012

Una pisada, una cagada

Helo ahí a  don José Ángel Biel. Más chulo que un ocho. Sus proyectos faraónicos, sus grandes obras con las que quería pasar a la posteridad, a las enciclopedias que leerán los escolares del futuro en sus  tablets, ipads, ipods, se están yendo a la mierda uno tras otro. Las luminarias del Torico, a tomar por saco. El Motorland de los cojones, 50 millones para Dorna. Gran Scala, “a cascala”. Ya solo falta que se escoñe lo del desguace de aviones  de Caudé para rematar la faena. El señor Biel es como el pato de la Patagonia: una pisada, una cagada. En cualquier otra profesión, un palmarés de fracasos como ese sería motivo para que al autor le recomendaran cambiar de profesión, disfrazarse o hacerse la cirugía estética para que no lo reconozcan o, aprovechando la oscuridad de la noche, desaparecer de España y pedir asilo en Laponia (destino turístico y laboral de moda). Pero en el oficio de político rigen otras normas: cuanto peor lo hacen, más les premian. El pueblo soberano somos así. Nos va la marcha. Claro que el señor Biel ha hecho todo lo que ha podido para ocultar las cláusulas confidenciales con Dorna. Cuando el Gobierno de Rudi no han tenido más huevos que hacerlas públicas, porque los servicios jurídicos del Parlamente se han pronunciado y han establecido que el derecho a la información  prevalece sobre la confidencialidad, don José Ángel le ha recordado al consejero Bermúdez de Castro que se acuerde de qué partido apoya al PP y que ojito, mucho ojito con lo que hace. Ese estilo recuerda al de una banda que nació en Sicilia hace ya muchos años, y que no es una banda de música, precisamente. O al del paciente que agarra de las pelotas al dentista y le dice: ¿verdad, doctor, que no nos vamos a hacer daño? Una vez que los ciudadanos hemos conocido los trapos ocultos, hemos podido constatar que quien se considera el clavico del abanico, la guindica del pastel o el pitorrico del botijo, ha permitido la firma de  un contrato totalmente favorable a los intereses de Dorna Sports. Pero no pasa nada, el PAR, comandado por El que muele gordo, seguirá siendo el partidico bisagrica que proyecto que toca, proyecto que jode. Una pisadica, un cagadón.

Evaristo Torres Olivas
Helo ahí al Little Nail of the Spanish Hand Fan (Clavico del Abanico)

martes, 6 de marzo de 2012

La pequeñez de los censores

Hace días que no hablo del censor Arrufat y eso no puede ser. Me fijé el objetivo de recordar en este blog al alcalde vitalicio de la Cerollera, pésimo presidente de la Diputación Provincial de Teruel y senador que pasará a la pequeña historia de Teruel sin pena ni gloria, ni fu ni fa. Sí, acaso se le recordará, y ese es mi deseo, por ser el censor de un periódico pagado con dinero público, el Diario de Teruel. Yo haré todo lo posible por difundir el mensaje siempre que tenga la ocasión. Esta columna sobre Arrufat ha surgido de la lectura de un artículo de opinión en el Heraldo de Aragón, escrito por Ángel Cristóbal Montes. No es que le tenga demasiada simpatía a don Ángel que, cuando yo asistía a sus clases hace mil años, era un buen profesor y un rojo del PSOE,  combativo y valiente y después se pasó al PP. A mí ese tipo de virajes no me generan mucho entusiasmo aunque bien mirado, entre el PSOE actual y el PP no hay demasiadas diferencias. También es cierto que don Ángel es un pepero raro, de los pocos que llaman a Franco dictador y capaz de pronunciar frases como esta: “Jamás volveré a odiar políticamente a una persona como había odiado al general Franco”. También se atreve a llamar al expresidente socialista Marraco, “astuto político montañés, el gañán del Pirineo” y del cellano pepero Lanzuela piensa que irrumpió  “sin carisma político alguno y sin tarea cumplida de ninguna especie”. Pues bien, en el mencionado artículo de opinión, titulado Escribir en conciencia política, dice cosas que a mí me parecen muy sensatas. Y es que don Ángel es un señor culto. Cito: “Escribir lo que en cada momento exige tu conciencia política,…. puede ser un ejercicio arriesgado y conflictivo, pero estoy seguro de que es la mejor contribución que podemos hacer aquellos que ….estamos en condiciones de  aportar unas gotas de racionalidad al necesario proceso de cristalización de una opinión pública…responsable, crítica, informada y decisoria. Si alguien no lo entiende es su problema y su pequeñez.” La palabra pequeñez es la que me inspiró para escribir esta columna dedicada a don Antonio Arrufat. Un  político pequeñito. Insignificante.

Evaristo Torres Olivas

lunes, 5 de marzo de 2012

Garrón rancio

Que a Vicente Guillén le hayan dado el Premio Garrón por segundo año consecutivo me parece un acto de justicia y dice mucho del buen criterio de los periodistas de Teruel. Si hay alguien que se lo merece es él. Tal vez compartido con el censor Arrufat y con Mayte Pérez. Los socialistas de Teruel no son muy amigos de la prensa, salvo de aquella que controlan y manipulan, o manipulaban, como era el caso del Diario de Teruel.  Guillén escribe, mal, pero escribe con frecuencia en el Diario de Teruel pero no es partidario de que lo hagan los demás, y menos si es para criticar a su partido. Arrufat no escribe; sólo lee, mal, lo que le escriben. Y cuando presidía (es un decir) la Entidad Pública Empresarial para la Información de Teruel, se encargó de convertir el periódico en la prensa del movimiento de los socialistas de Teruel, seguramente ejecutando órdenes del caudillo Guillén. En cuanto a Mayte, recuerdo una tarde gloriosa, en el auditorio del vicerrectorado de la Universidad de Teruel, en el que la aspirante a alcaldesa, le cuestionaba al periodista de Público, Pere Rusiñol (que había defendido minutos antes que un periodista debe estar desvinculado de los partidos, ser riguroso y gozar de independencia) por qué un periodista no podía tener carné de partido.  Así entienden los socialistas el papel de la prensa: sometida a la disciplina de partido, a las órdenes de guillenes y arrufates. Y cuando no es así, se enfadan, patalean. Los socialistas de Teruel convocan ruedas de prensa en las que no admiten preguntas. Quieren reducir el rol del profesional de la información al de loro que repite las palabras de su amo. Pero como a todo Guillén le llega su san Vicente, al diputado socialista le han concedido los periodistas de Teruel el premio que corresponde a su talante y a su trato bronco. Don Vicente, al igual que los malos perdedores, no ha tenido ni siquiera la gallardía (¿huevos?) de ir a recoger tan merecido galardón. Estará demasiado ocupado maquinando estratagemas que le aseguren la reelección a la secretaría general dentro de un par de meses. O tal vez sea que al señor Guillen solamente le gusta recoger actas de diputado, esas que le garantizan el sueldo y le permiten comprarse no garrones, sino mucho jamones de los de denominación de origen.


Evaristo Torres Olivas
Diario de Teruel, domingo, 26 de febrero

viernes, 2 de marzo de 2012

Carmen Pobo (IV)

Algunos podrán pensar que he sido muy duro con Carmen Pobo. Le he dedicado, con ésta, cuatro columnas seguidas. Y ni un solo elogio. Para los elogios, como recoge la cita en la cabecera de este blog, ya están las oficinas de prensa de los partidos y los propios políticos. La obligación de los periodistas y de los ciudadanos responsables es echar sal y vinagre en las heridas, revolver la mierda para que  el olor se haga insoportable y nos haga reaccionar. De lo contrario,  pareciera que la política es cosa de los políticos y que los ciudadanos solamente nos corresponde votar una vez cada cuatro años y dejar que nos manipulen a su antojo, nos compliquen la vida, se suban el sueldo y se preparen la jubilación con unos suculentos planes de pensiones.  La política es demasiado importante como para dejarla en manos de los políticos, muchos de ellos sin ninguna preparación y que en lo único que son expertos es en el navajeo dentro de sus partidos para asegurarse un buen puesto en la parrilla de salida de las listas electorales. ¿Por qué hemos de ser comedidos los ciudadanos cuando ellos, los políticos, que son nuestros asalariados, hacen de la descalificación y del insulto su único argumento?  No, no he sido demasiado duro con Carmen Pobo, como tampoco lo soy con Guillén o con el censor Arrufat. A continuación les transcribo una parte de la entrevista que le hacen los suyos  a Carmen Pobo y que pueden encontrar en la web del PP. De Zapatero opinaba que es “un pobre diablo al que le viene largo gobernar este país, y no digamos Europa. Incapacidad absoluta”. A cambio, de Rajoy opina que es “demasiado buena persona para los tiempos que corren. Sabiduría, capacidad de trabajo y disposición para poner a España en orden”. Aznar es “el mejor presidente que ha tenido España” y Marcelino Iglesias es “el manso. Fue presidente de Aragón”.  Ante tanta hiel y tanta miel, comprenderán que no tenga el más mínimo remordimiento por criticar a nuestros políticos. Además ellos juegan con ventaja: tienen los medios de comunicación a su disposición todos los días. A nosotros, si no les gusta lo que escribimos, nos censuran. Si a mí me preguntaran qué pienso de doña Carmen diría que es una pobre diabla que va de mansa, que sabiduría tiene poca y que utiliza la política para beneficio propio; de lo contrario no acumularía tantos cargos durante tanto tiempo. No creo que sea una buena persona. Eso sí, es la mejor presidenta de la Diputación que hemos tenido. Porque no ha habido ninguna otra anteriormente.

Evaristo Torres Olivas

jueves, 1 de marzo de 2012

Carmen Pobo (III)

“Nació el 8 de julio de 1960 en Cella. Está casada y tiene dos hijos. Cursó estudios de puericultura. Desde diciembre de 2008 es presidenta provincial del PP. Así mismo[sic] forma parte del Comité Regional del PP. Desde el año 1987 a 1991 fue concejala del Ayuntamiento de Cella. En 1995 fue elegida alcaldesa, cargo que mantuvo hasta 2011. Diputada provincial de 1995 a 1999. Ha sido diputada a Cortes de Aragón en la V, VI y VII legislatura, cargo que ha renovado en las últimas elecciones autonómicas. También es concejala del Ayuntamiento de su localidad y presidenta de la Diputación de Teruel”. Esta es toda la información disponible de doña Carmen. Figura en la web de la Diputación Provincial y en la de las Cortes. No sabemos dónde cursó los estudios de puericultura, si en una facultad de medicina o en la Academia CCC; si tardó nueves años o tres meses. Tampoco sabemos nada de su experiencia fuera de la política. Ya ven, a cualquier chico o chica, para archivar papeles, le piden dos carreras y tres idiomas, y los políticos pueden presidir el ayuntamiento de los ayuntamientos que es la Diputación con un currículum de tres líneas y hablando solamente  español y mal. Pero es que además doña Carmen no tiene un solo trabajo sino cuatro: al de presi de la Dipu, hay que añadirle el de presi del PP de Teruel, dipu de las Cortes de Aragón y edila del ayuntamiento de Cella. ¡Qué poderío! La mayoría de los afortunados que tienen un trabajo llegan molidos a casa y doña Carmen puede con cuatro. Claro, que según cuenta en la entrevista de la revista de su pueblo, no es para tanto porque “da igual el cargo que tenga porque siempre estoy pensando en mi pueblo y en sus necesidades y no dejo ni dejaré de interesarme por él”. Vamos, que lo de los cargos es como los Mandamientos que al final se resumen en amar a Cella sobre todas las cosas y amar al prójimo como a uno mismo. Y si así es, digo yo que, con el paro que tenemos, podría regalar alguno de sus cargos a algún militante en paro del PP, que seguro que hay bastantes y con carrera y todo. A los del PSOE ni agua, que para eso son el enemigo, pero a los suyos, doña Carmen, deles algo. Aunque igual le da por contestarme que una cosa es predicar y otra dar trigo.
 
Evaristo Torres Olivas
Unos tanto y otros tan poco. No me extrañaría nada que el chico fuera licenciado en Veterinaria. Es lo mínimo que se puede exigir para cuidar y pasear perros.