Soy lector asiduo de periódicos. De todas las tendencias. Me gustan especialmente las páginas de opinión. Sigo a muchos columnistas, aunque no comparta las opiniones de todos. De todos aprendo, lo que hay que hacer y lo que hay que evitar. Hay uno en nuestros Diario de Teruel que me enseña mucho de lo que no debe hacerse: Javier Arnal. Se puede ser de derechas, de izquierdas o transversal y se puede opinar de todo, para eso tenemos la libertad de expresión. El señor Arnal se identifica como periodista y a un periodista hay que exigirle objetividad, rigor, capacidad de argumentación para sustentar sus opiniones y, sobre todo, no ocultar hechos ni recurrir a la manipulación para sustentar su punto de vista. En un reciente artículo que titula Mirando a Francia, don Javier recurre a la ocultación y la manipulación. Habla de los tres principales partidos que se han presentado a las elecciones francesas y escribe: “Agrupación Nacional, de Marine Le Pen, la coalición de izquierdas Nuevo Frente Popular, un amasijo frentista de comunistas, socialistas y ecologistas. Y en tercer lugar el partido del presidente Macron”. Frente a Le Pen y Macron, se presenta un amasijo, que ni siquiera merece que se mencione a su líder, Jean-Luc Mélenchon. Un amasijo es una mezcla desordenada de cosas heterogéneas. Ya de entrada, antes de dar argumentos, descalifica a uno de los participantes. Me recuerda a un viejo chiste en que un alcalde de pueblo decía que se iba a celebrar un encuentro amistoso de fútbol entre nuestros valientes muchachos y los inútiles del pueblo de al lado. ¿Qué crédito le darían a mi opinión si dijera que el PP es una turba de señoritingos, capitalistas y opusdeístas que gobierna en algunos sitios con Vox, esa caterva heredera del Frente Nacional de Blas Piñar, defensora del franquismo y el nacionalsindicalismo? Don Javier Arnal nos regala con mucha frecuencia ejemplos de mal periodismo, de periodismo de trinchera, militante, que contribuye al desprestigio de una profesión muy necesaria. Lean a don Javier, aprenderán mucho, sobre todo cómo no debe escribir un periodista.
Evaristo Torres Olivas
1 comentario:
Tipos como este Javier no sólo desprestigian al periodismo, si es que podemos catalogar a esa escritura militante como periodismo, sino al medio que publica esas infumables opiniones partidistas y tergiversadoras.
ARB
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