Un bebedero de patos en la plaza de San Juan

 Si uno lee a Joaquín Juste, todos los males de nuestra provincia son la culpa de los socialistas que gobiernan en España y en Aragón. Si se lee a Samuel Morón, todo lo malo que ocurre en la ciudad de Teruel es culpa del PP que gobierna en el Ayuntamiento. Una y otra vez, siempre la misma monserga, el mismo maniqueísmo: los buenos somos nosotros y los malos los otros. Esa simplificación, o simpleza, es el único argumento que tienen. Inocular veneno y falsedad, hablar desde el hígado y los genitales o desde el intestino ciego, que dice el gran Manuel Vicent en una de sus columnas. Samuel Morón, además, no sabe escribir: sus artículos de opinión en el Diario de Teruel son un batiburrillo desordenado de ideas inconexas. El último, de fecha 1 de febrero, A golpe de titular, es tan confuso que consigue el efecto contrario al pretendido por el autor: leyéndolo se llega a la conclusión que lo mejor es que no gobierne nunca el PSOE en el Ayuntamiento de Teruel y que el PP siga haciéndolo durante muchas legislaturas. Escribe el concejal del PSOE, Morón: “Una vez más, estamos orgullosos de nuestra labor de oposición como Grupo Municipal Socialista en el Ayuntamiento, somos quienes hacemos llegar al equipo de gobierno las demandas de los ciudadanos y conseguimos que el Ayuntamiento actúe”. Eso es una maravilla, ojalá esté siempre el PSOE en la oposición. A eso se llama trabajo en equipo: unos, los del PSOE, recogen las peticiones de la gente, hacen de oficina de quejas, propuestas y sugerencias, y se las pasan a otros, los del PP, para que actúen. Unos proponen y otros ejecutan. Morón y los suyos sugieren y Buj y su equipo disponen. El tándem ganador Buj/Morón. En el PP de Teruel deben de estar dando saltos de alegría. Deberían hacer una colecta o un crowdfunding para regalarle al señor Morón un jamón de Teruel. Utilizo la palabra crowdfunding para emular al señor Morón que en su artículo dice que el PP ha aceptado su propuesta para que se “instale uno o varios rocódromos exteriores en nuestra ciudad, así como un espacio urbano para la práctica del “Boulder””. También se felicita don Samuel de que “ya resultó aprobada también nuestra propuesta de instalar un “Pump Track” en la ciudad, tras el éxito del Skate Park ubicado en el barrio de la Fuenfresca”. Escribir búlder, parque de patinaje o circuito de impulso (pump track), castellanizado y en minúscula habría sido quitarles importancia a las propuestas de los socialistas en el Ayuntamiento. Cualquier día le piden al PP que instale un Duck Waterer in St John’s Square (un bebedero de patos en la plaza de San Juan).

Evaristo Torres Olivas