“Una
farmacéutica paga a un grupo de parlamentarios de PP, Ciudadanos y PNV una
visita a su fábrica en Dublín”. Ese es el titular de un periódico. Seis
senadores del PP, tres diputados regionales de Ciudadanos y una senadora vasca
han viajado a Irlanda con todos los gastos pagados. Al leerlo, he retrocedido
quince años, a los tiempos en los que yo me ganaba el sustento en una multinacional
que vendía sus productos en farmacias y hospitales. Mi empresa invitaba a
médicos, farmacéuticos y a políticos a unos viajes maravillosos, gratis total.
Por ejemplo, a Brasil, a Estados Unidos, a la República Dominicana. En las
invitaciones oficiales se decía que se trataba de unas jornadas científicas
para conocer las nuevas investigaciones, los desarrollos más recientes y los
productos de inminente lanzamiento. Y era verdad: de la semana que duraba el
viaje, se dedicaban cuatro horas a esos menesteres. El resto del tiempo, los
restantes seis días y medio, se aprovechaban para visitar lugares maravillosos,
asistir a espectáculos de primera, comer en restaurantes de muchos tenedores.
Gratis total. Por el morro. A cambio, se esperaba que los médicos, los farmacéuticos,
los políticos recomendaran, recetaran, compraran los productos de mi empresa. El
departamento de márquetin y ventas hacía un estrecho seguimiento de los
clientes y si después del “viaje científico” no se producía un incremento
significativo de las ventas, al año siguiente ese cliente no era invitado al
viaje. A nadie le gusta tirar el dinero, y menos a las empresas multinacionales
que tienen por objetivo único ganar dinero para sus accionistas para que los
directivos cobren unos suculentos bonus a final de año. Los mismos argumentos
que utilizaba mi empresa son los que esgrimen PP y Ciudadanos para justificar
su asistencia: que se trata de “un seminario científico”, que “no se trata de
un viaje oficial de la Cámara” y de que "estamos
convencidos de que su asistencia resultará de gran utilidad y lamentamos el
habitual desinterés de otros partidos por conocer el trabajo y la experiencia
de profesionales de categoría internacional que, ante los retos que en materia
económica o sociales debemos afrontar unidos, consideramos imprescindible
conocer".
Evaristo
Torres Olivas
1 comentario:
La condición humana. No tenemos remedio. Corrupción, corrupción, corrupción. Hubo, la hay y la habrá.
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