El escritor y columnista Isaac Rosa
escribió el pasado lunes, tras la victoria de Pedro Sánchez, una divertida
columna en eldiario.es en la que juega a imaginar que el triunfo de Sánchez obedece a una conspiración, un plan de los
poderes fácticos para rehabilitar a un partido que estaba hundido en el fango. El
plan recurre a algo muy de moda, la construcción de una relato, o como les
gusta decir a los pedantes, el storytelling. Para vender un producto, ya sea
una mierda de mejunje negro con burbujas, unos muebles suecos desmontados o un
político, no es suficiente con colocar
el nombre y la imagen del producto en un cartel. Hay que contar una historia,
con final feliz, con un mensaje positivo, con una promesa de que el consumo de
ese producto cambiará nuestras vidas a mejor. Este es el relato que podría
deducirse del ascenso, caída y resurgimiento de Pedro Sánchez. Érase una vez un
príncipe muy guapo de un país llamado PSOE, al que sus habitantes, llamados
militantes socialistas, adoraban. Lo habían preferido para ocupar el trono
frente a otros pretendientes y pretendientas
que eran respaldados por los barones y otros aduladores de la corte así como
por los popes. La historia de siempre, el pueblo llano, la chusma, los muertos
de hambre, el tercer estado, frente a los nobles del partido y al clero
encabezado por el papa Felipe. Como ven que sus privilegios están amenazados,
el papa y los barones dan un tejerazo y deponen a Pedro, que así se llama el
apuesto príncipe. Como en todo cuento, en este también hay una bruja malvada,
llamada Susana y un personaje cómico de nombre Lambán. Al igual que en todo
cuento que se precie, el príncipe Pedro es guapo e inteligente, la bruja Susana
no es guapa ni inteligente y el bufón dice bufonadas como “Susana es una trianera tocada por los
dioses del socialismo y la política. Vas a ser requerida para parar, templar y
mandar”. Finalmente, el pueblo, la chusma, los sans-culottes y los descamisados
reponen a Pedro y dejan a la bruja y al bufón con dos palmos de narices. Y colorín
colorado.
Evaristo Torres Olivas
2 comentarios:
Curiosa paradoja la del Sr. Snchz. Si tras las pasadas elecciones se hubiese mantenido en el cargo, hubiese dado un sonoro NO por tercera vez a Rajoy, lo que hubiese traído, entre otras calamidades, unas terceras elecciones generales consecutivas. Terceras elecciones que hubiesen vuelto a dar un triunfo a Rajoy y el pobre Sr. Snchz, también con similares resultados, hubise tenido que dimitir tras perder por tercera vez. En cambio ahora, ahí lo tienes, dispuesto a segar cabezas en su partido, cual Ramiro II en la campana de Huesca, y con fuerzas para disputarle los votos que le robó el de la coleta.
Me paice que el cuento acabará como todos los cuentos. El príncipe será príncipe hasta que los poderosos tomen la cúspide. Unas anticipadas elecciones dan al traste con todo. Y si el Presidente de Gobierno dice que nos las va a haber es porque haberlas, haylas. En su momento.
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