Muchos ciudadanos creen todavía que
el partido de Susana Díaz, Felipe González, Javier Lambán, el censor Arrufat y
Mayte Pérez es un partido de izquierdas, un partido socialista obrero español.
Haga lo que haga. Ser del PSOE es una religión. Se pertenece a un partido o se
es de una confesión por motivos que nada tienen que ver con lo racional. Por
fe. El corazón tiene razones que la razón ignora, decía el filósofo Pascal. Por
muchas pruebas que tengamos sobre los desmanes de curas y políticos, hemos de
darle prioridad a los latidos del bobo, como llaman coloquialmente al corazón
en Argentina. Hace una semana, Susana Díaz, presidenta de Andalucía, aspirante
a secretaria general del PSOE y a la presidencia del Estado, pronunció una
conferencia y participó en un almuerzo-coloquio en Barcelona. No lo hizo en el
local de una asociación de vecinos de un barrio obrero de Barcelona, ni tampoco
en un auditorio municipal o en las instalaciones de un sindicato hermano. La
conferencia y el almuerzo se celebraron en el hotel El Palace de Barcelona, un
cinco estrellas que cobra 400 euros por una habitación. Podía asistir toda
persona que pagara 50 euros, precio del
almuerzo. Al alcance de cualquier socialista obrero español. Y de cualquier
parado. El acto estaba patrocinado por
unas empresas muy amigas de los socialistas: Gas Natural y Telefónica. Las
mismas que abren sus puertas giratorias a obreros como Felipe González o Trinidad Jiménez.
Pero si todo lo anterior no fuera suficiente, esta izquierda de pacotilla, la
de la compañera Susana y el compañero Felipe/Isidoro, reclama tratamiento
especial para los suyos en las tarjetas de invitación: Susana Díaz no es ni
Susana ni doña Susana sino Excma. Sra. Dña. Susana Díaz. Miquel Iceta no es don
Miquel a secas sino Iltre. Sr. D. Ya solo falta decir que lo son por la Gracia
de Dios. Aunque bien pensado, puesto que el almuerzo no consistía en una comida
de sobaquillo en la Casa del Pueblo sino
en un ágape en un restaurante elegante, con manteles de hilo y cristalería de
Bohemia, no podían ir con vaqueros como a un mitin para engatusar a la gente en
periodo de elecciones ni presentarse como Susi y Miguelito. No tendría el
glamur que requiere un partido sin obreros español. PSOE.
viernes, 5 de mayo de 2017
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1 comentario:
Evaristo... será "ágape", no "apape".
Encima, la andaluza, habla de Compromís como "izquierda inútil"... . No sé yo si serán útiles o no o hasta qué punto, pero al menos son izquierda. Al menos, más "izquierda" que el Psoe.
Los llamados "partidos socialistas", no son ya ni socialdemócratas... aunque las personas partidarias de la socialdemocracia también defienden el hecho capitalista. Son neoliberales con ciertos rasgos y matices diferenciadores de los partidos neoliberales oficiales, como PP y Ciudadanos. En esencia, son lo mismo. Sobre todo en lo económico.
Socialdemócrata, como coalición, como programa, sería Unidos podemos. El Psoe es parte de la derecha nacionalista neoliberal española.
Sólo lo nominal les queda: seguir haciendo propaganda como partido-de-izquierda-moderada -o "responsable"; ja, ja- capaz-de-gobernar. Por eso, en las redacciones de la inmensa mayoría de los medios "de comunicación y, especialmente, en los más seguidos/promocionados, se refieren al Psoe como "socialistas". Una mentira aceptada y repetida machaconamente que contribuye a mantener al Psoe en el imaginario popular de la gente cuando piensa en la "izquierda".
Tampoco ayuda, precisamente, el que partidos como Podemos, Iu, Cha, Compromís y otros pacten una y otra vez con la derecha teórica y falsamente "suave" del Psoe para acceder a gobiernos de instituciones variopintas... o, ¡para dejar acceder al Psoe! Cuando si hicieran lo mismo con el PP o Ciudadanos sus votantes no lo entenderían... pero lo toleran con un partido (Psoe) equivalente en sus destrozos a PP o Ciudadanos.
Salud
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