Domínguez de Posada Puertas, Rosa María. Senadora. Del Foro
Asturias. El partido fundado por Álvarez
Cascos. La derecha. Licenciada en
Derecho. 5.700 euros mínimo al mes. Pueden ser más. Publican los medios que
doña Rosa María “plagia varios artículos de prensa en sus discursos y alega que
es por "estrés" y falta de tiempo”. Escuchen sus palabras. Ni una
pizca de vergüenza, de pedir disculpas, de presentar su dimisión. Nada de nada.
Soberbia y chulería. Y volverá a presentarse y la volverán a elegir. Este es el
país que tenemos. Y estos son los políticos que elegimos. Los que mandan en las
instituciones, los que gestionan los dineros públicos. Los que salen en
procesión. Los que piden la asignatura de religión en las escuelas. Los que se
ríen de nosotros y nos toman por idiotas. Los que se llaman a sí mismos
partidos de orden. Los que tildan de populistas a los que denuncian sus
desmanes. Esta senadora, esta plagiadora, no es un caso excepcional. Es una más
de los numerosos irresponsables y vividores del cuento. Como Susana Díaz, otra
que no ha hecho nada fuera de la política, que es presidenta de Andalucía, que
quiere serlo de España y si pudiera, de la Vía Láctea y del Universo. Que tiene
docenas de imputados en la Junta de Andalucía y no asume ningún tipo de
responsabilidad. Soberbia y chulería. Igual que la plagiadora de Asturias. En
Teruel también tenemos nuestro cupo de políticos mediocres. No han sido
pillados plagiando discursos. Aunque tal vez sería mejor que copiaran algún texto
ajeno. Porque escuchar al censor Arrufat, a la senadora Pobo o a la consejera de Educación Mayte Pérez es un suplicio. Son incompetentes para las funciones que ejercen.
Pero ahí están. Legislatura tras legislatura. Cobrando y riéndose de los
ciudadanos. Plagiarios e inútiles. Escuchar
durante más de un minuto los discursos anteriores produce daños. Como el tabaco
y el alcohol. Cada vez que hablan las autoridades sanitarias deberían advertir
de que escuchar a esta gente perjudica gravemente a la salud. Reduzca poco a
poco el consumo de sus sandeces. Consulte al farmacéutico en caso de duda.
miércoles, 10 de mayo de 2017
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1 comentario:
Lxs ciudadanxs les votan porque nos han intentado enseñar, con bastante éxito, a que hay que votar. Nos dicen que es importante, que es un derecho y un deber cívico, que si no votas decidirán por ti (esta es muy buena), que es la fiesta de la democracia, y otras mentiras y tontadas varias.
Cuando la persona ya está convencida de que hay que votar, se encuentra conque, normalmente, elige "influir el máximo posible" con su voto, es decir, votar a partidos con posibilidad de obtener representación. Para ser uno de dichos partidos, primero, has de obtener el visto bueno de los dueños de los medios de "comunicación", cuyos intereses son contrarios a los de las personas pobres y trabajadoras. Aunque lo obtengas, de alguna manera, la inmensa mayoría de los valores en los que nos educa la TV y otras herramientas en manos de los dueños de los medios, harán que optes por votar a un partido afín a sus intereses. O sea, unos más y otros menos, pero todos. Especialmente, los que pueden gobernar.
Por tanto, si votando sólo eliges a las personas que otros han escogido para presentártelas en las papeletas, dichas personas ni siquiera van a ser las que decidan -sino las cúpulas de sus partidos y los poderes económicos-... el o la votante no decide prácticamente nada. Visto en perspectiva histórica, nada de nada.
Peeero, dicho voto sí es útil para legislar en nombre de todxs lxs votantxs, y del resto, también. Para legitimar sus crímenes y acciones, en general, ante la opinión pública y para obtener la aquiescencia de la misma, que piensa que vive en un estado de derecho donde tiene ciertas garantías, su voz es razonablemente escuchada y donde, podríamos decir, vamos supuestamente todxs en el mismo barco, aunque sea más falso que una moneda de 3 euros.
Dicho de otra forma, que la gente elija a lxs políticos que elije, es un proceso más dirigido que si te dan a elegir entre un plato de lentejas y tirarte por un puente abajo.
Nadie quiere más dictaduras -formales-, pero la mal llamada democracia parlamentaria es una dictadura maquillada.
¿Conseguiremos que aumente el número de gente que se dé cuenta?
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