“Periodismo es difundir aquello que alguien no quiere que se sepa, el resto
es propaganda. Su función es poner a la vista lo que está oculto, dar testimonio
y, por lo tanto, molestar. Tiene fuentes, pero no amigos. Lo que los periodistas
pueden ejercer, y a través de ellos la sociedad, es el mero derecho al pataleo,
lo más equitativa y documentadamente posible. Criticar todo y a todos. Echar sal
en la herida y guijarros en el zapato. Ver y decir el lado malo de cada cosa,
que del lado bueno se encarga la oficina de prensa”
-Horacio Verbitsky,
periodista y escritor argentino

lunes, 12 de diciembre de 2016

Parar, templar, mandar. Y matar

Que nuestro presidente Javier Lambán no es un genio de la oratoria es evidente. Basta con escuchar cualquiera de sus intervenciones públicas para confirmarlo. La naturaleza no le ha concedido el don de la elocuencia y sí el de la sosería. Habla don Javier a trompicones, como un coche al que le fallan  las bujías o acumula suciedad en los inyectores. Tal vez debería hacer un viaje a Cork, en Irlanda y besar la piedra Blarney que, según la tradición, quien la besa adquiere el don de la elocuencia. Pero todo se le podría perdonar si la torpeza en la expresión la supliera con un contenido inspirado por nobles sentimientos y hermosos pensamientos. Nada de eso ocurre. Desde hace un tiempo, don Javier se ha convertido en el adulador principal de  Susana Díaz, la populista (afirma Juanjo Millás que “esta señora es la encarnación misma del populismo; tú la oyes hablar dos minutos y si no sabías qué era el populismo dices: esto es el populismo”). Tal vez Lambán, el ambicioso, después de tantos años ocupando puestos bien retribuidos, y después de ser presidente de Aragón, aspira a que le nombren ministro. De momento, Susana ya le ha rendido homenaje en un pueblo de Sevilla. Y en el discurso de réplica, nuestro presidente despliega su panoplia de piropos. Pero no se trata de “agasajos postineros”, aunque sí quiere hacerla emperatriz, no de Lavapiés, sino de Ferraz, a cambio de un puesto de bufón de la corte para él. Le dice cosas como que “los dioses del socialismo y de la política la cubren con un manto todavía más poderoso del que la cubrían hace un año”. Añade a continuación: “Susana,  creo que vas a ser requerida en los próximos meses para parar, templar y mandar”. Los dioses del socialismo tal vez se llaman Eres, Cursos de Formación, Griñán, Chaves, Magdalena Álvarez. Y el manto tal vez sea para tapar toda la porquería que acumula el PSOE en Andalucía, en Aragón y  en el resto de España. En cuanto al uso de símil taurino de parar, templar y mandar, se olvida  de otro verbo: matar. El matador de toros y la matadora de las esperanzas de muchos socialistas.
Evaristo Torres Olivas


1 comentario:

Anónimo dijo...

Las personas militantes de base del Psoe que no apoyan a la gestora y sus acciones son las que no sabían a qué partido se habían afiliado.
A ver si se dan cuenta, que ya va siendo hora... hace años.