“Periodismo es difundir aquello que alguien no quiere que se sepa, el resto
es propaganda. Su función es poner a la vista lo que está oculto, dar testimonio
y, por lo tanto, molestar. Tiene fuentes, pero no amigos. Lo que los periodistas
pueden ejercer, y a través de ellos la sociedad, es el mero derecho al pataleo,
lo más equitativa y documentadamente posible. Criticar todo y a todos. Echar sal
en la herida y guijarros en el zapato. Ver y decir el lado malo de cada cosa,
que del lado bueno se encarga la oficina de prensa”
-Horacio Verbitsky,
periodista y escritor argentino

miércoles, 14 de diciembre de 2016

Ya tú sabes


Estamos asistiendo durante los últimos días a un intercambio de cartas abiertas de amor-odio entre Pablo Iglesias e Íñigo Errejón que me hacen sentir  vergüenza ajena.  Pero es que,  además, creo que no le hacen ningún bien a Podemos. Son cartas que mezclan el peloteo mutuo y las declaraciones de amor del tipo tú eres el mejor, ya tú sabes, mi amor, con las puñaladas traperas y las advertencias de usted no sabe con quién está hablando. Penoso y patético, por emplear las palabras que utilizaban mis hijas adolescentes hace ya muchos años cuando se avergonzaban de mí cada vez que  contaba un chiste en público. En realidad, lo que hay es una lucha por el poder dentro de Podemos más que un debate de ideas. Lo mismo que pasa en cualquier otro partido. Iglesias y Errejón, fundadores de Podemos, están convencidos de que la empresa es de su propiedad, y que cada uno de ellos está más legitimado que el otro para tomar el mando y decidir el rumbo del negocio. La batalla la han planteado en algo tan simple, aparentemente, como es si en el Vistalegre II se votan conjuntamente proyectos y candidaturas (Iglesias) o se hace por separado (Errejón). Y todo porque en las recientes elecciones en Podemos Comunidad de Madrid,  en las que proyectos y personas se votaron por separado, los errejonistas ganaron en todos los ejes sometidos a debate pero la candidatura errejonista encabezada por Rita Maestre perdió frente a la del pablista Ramón Espinar. Estoy convencido de que de haber sido diferentes los resultados, tanto Iglesias como Errejón no habrían tenido inconveniente en cambiar de opinión y defender lo contrario de los que defienden ahora. Lo que es bueno para mí es bueno para Podemos deben de pensar. El jefe de la corriente de más peso en Podemos, Miguel Urbán, también encabeza un manifiesto y ha concedido entrevistas en las que también advierte que llegado el momento pedirá qué hay de los mío. Y mientras, las mujeres  del partido, calladitas. Da la sensación de que en Podemos, como en el resto de los partido, la lucha por el poder, es, como el coñac Soberano, cosa de hombres. No me imagino a Tania Sánchez y a Irene Montero enviándose cartas abiertas en la prensa y en las redes, ni tampoco dándose un “piquito” en el Congreso de los Diputados.

Evaristo Torres Olivas

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