“Periodismo es difundir aquello que alguien no quiere que se sepa, el resto
es propaganda. Su función es poner a la vista lo que está oculto, dar testimonio
y, por lo tanto, molestar. Tiene fuentes, pero no amigos. Lo que los periodistas
pueden ejercer, y a través de ellos la sociedad, es el mero derecho al pataleo,
lo más equitativa y documentadamente posible. Criticar todo y a todos. Echar sal
en la herida y guijarros en el zapato. Ver y decir el lado malo de cada cosa,
que del lado bueno se encarga la oficina de prensa”
-Horacio Verbitsky,
periodista y escritor argentino

miércoles, 23 de noviembre de 2016

Los de los ocho apellidos

“Gentuza, gentuza de Podemos, penoso sujeto venido de Argentina que  se aprovecha de la legalidad para robar o no pagar. Analfabeto funcional, analfabeto total, vete a cantar la minga Dominga a tu Argentina natal. Argentino renegado, gentecilla. Echeminga, Echeminga Dominga,  Echemongo, Echemingo revulgo. Estrecha cabecita, so analfabeto, defraudador fiscal, merlucín. Perdulario, argentino oportunista, leninista fascista, alguien entre el Che Guevarra y la Mistinguett.  Si hubiera un concurso de mamarrachos tú quedarías segundo, el primero, naturalmente,  Coleta Morada”. Esto y mucho más le dice  Federico Jiménez Losantos, en su programa de radio, a Pablo Echenique. Federico, el de Orihuela del Tremedal, provincia de Teruel. Pero lo triste no es que una persona xenófoba, grosera y maleducada como Jiménez Losantos pueda decir lo que dice, que para eso está la libertad de expresión, sino que triunfe en la radio, en las televisiones y en los periódicos con ese discurso. Lo cual nos deja en muy mal lugar como pueblo, en general. La gente como él debería ser ignorada, rechazada por los ciudadanos, porque una cosa es la crítica y otra el insulto, la descalificación y la incitación al odio. Para Jiménez Losantos, Echenique, por haber nacido en Argentina, a lo único que tiene derecho es a estar agradecido con Aragón, con España, con la Seguridad Social,  con Agustina de Aragón y con Palafox . Y si algo no le gusta, que se vuelva a Argentina, que España es de los españoles, de los que han nacido en Logroño o en Orihuela del Tremedal. Pero si eres de Rosario, Argentina, de Nandoumary, Senegal o de Rehiyene, Marruecos, a lo único que puedes aspirar es a ser explotado, odiado y despreciado por los autóctonos, los que tienen ocho apellidos del terruño. Personas como el de Orihuela, desde sus atalayas mediáticas emponzoñan la convivencia. Y también los que los jalean, como José Antonio Virto en una columna del Diario de Teruel del pasado día 22.


Evaristo Torres Olivas


4 comentarios:

Luis Antonio dijo...

Creo que solo la extrema derecha aplaude a Jiménez Losantos. Quizás no sean pocos...
Saludos

Anónimo dijo...

Que ocurre, que los que están de acuerdo con Losantos o no lo están con el retrón, no tienen derecho a opinar, según algunos de la siniestra secta, no tienen derecho ni a vivir, o porque creeis que ocurrió la última guerra civil.

Anónimo dijo...

Sí tienen derecho a opinar, pero no a descalificar burda y grotescamente... aunque así queden retratados como lo que son.

Luis Antonio dijo...

También he tocado este tema en parecidos términos


http://lperezcerra.blogspot.com.es/2016/12/el-telepredicador-insultante-federico.html?m=0