Para evaluar cualquier sistema, cualquier mecanismo que se
componga de partes, no se puede hacer globalmente. Hay que examinar una por una
sus piezas. Un mecanismo cumple una función. Una bicicleta, por ejemplo. Sirve
para desplazarse de un lugar a otro pedaleando. ¿Podemos decir que una
bicicleta es muy buena porque tiene un cuadro de fibra de carbono? ¿Y una
bicicleta de fibra de carbono es mejor que una con el cuadro de acero? Depende.
Lo que podemos afirmar es que el cuadro de carbono es mejor y más ligero que el
de acero. Y también podemos decir que cualquier mecanismo es tan débil como el
más débil de sus componentes. Una bicicleta de fibra de carbono, con los
mejores frenos, el mejor cambio y el mejor sillín no será buena si la cadena es
una porquería que se rompe cada cincuenta kilómetros. No cumpliría muy bien su
función de permitir los desplazamientos sin problemas. Veamos ahora otro
sistema, otro mecanismo: el capitalismo. La función del capitalismo es acumular
en pocas manos lo que debería ser repartido entre todos. La fibra de carbono del capitalismo es la
avaricia, el egoísmo. Sin egoísmo no hay capitalismo, al igual que sin cuadro
no hay bicicleta. Pero además se necesitan otros componentes: materias primas,
máquinas, tecnología, ciencia, bancos, dinero, tasas de interés y mano de obra.
Supongamos que tenemos a un capitalista muy avaricioso, con la mejor tecnología,
las mejores materias primas pero con una mano de obra muy organizada, que no se
deja explorar, y que exige unas condiciones de trabajo dignas y un reparto de
los beneficios. Al igual que la cadena en el ejemplo de la bicicleta, en este caso los trabajadores son la parte más
débil del sistema capitalista porque le impiden al avaro su función: forrarse
explotando a los demás. ¿Qué hacer para mejorar la funcionalidad de estos dos
sistemas? En el caso de las bicicletas, cambiar la cadena por una de mejor
calidad. En el caso del capitalismo, votar a un tal Mariano para que haga
reformas laborales, recorte derechos sociales, baje pensiones, y permita que se
paguen salarios de mierda.
viernes, 12 de junio de 2015
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1 comentario:
Estamos al borde del principicio.
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