Los del aparato

Hoy voy a componer mi columna a base de cortar y pegar. Reza un titular de prensa: “El nuevo presidente del Parlamento andaluz, sin estudios y multado por el Banco de España”. Añade a continuación en el subtítulo: “Como Susana Díaz, es político de aparato y carrera interna”. En la web de la Diputación de Teruel aparece el extenso currículum de su presidenta:

MARIA DEL CARMEN POBO SÁNCHEZ
Nació el 8 de julio de 1960 en Cella. Está casada y tiene dos hijos. Cursó estudios de puericultura.
Desde diciembre de 2008 es presidenta provincial del PP. Así mismo forma parte del Comité Regional del PP. Desde el año 1987 a 1991 fue concejala del Ayuntamiento de Cella. En 1995 fue elegida alcaldesa, cargo que mantuvo hasta 2011. Diputada provincial de 1995 a 1999. Ha sido diputada a Cortes de Aragón en la V, VI y VII legislatura, cargo que ha renovado en las últimas elecciones autonómicas. También es concejala del Ayuntamiento de su localidad y presidenta de la Diputación de Teruel.

Estos son solamente dos ejemplos de lo que el artículo de prensa llama políticos de aparato y carrera interna. Personas que acceden a la política sin ninguna preparación académica y que tampoco la remedian con ninguna experiencia que compense la carencia de educación formal. Estas personas son uno —no el único— de los males de la política española. Un presidente de un parlamento que solamente ha trabajado en el partido. Y una presidenta de una diputación que no ha ejercido ninguna actividad al margen de la política. Dejemos a un lado al andaluz y analicemos el caso de nuestra paisana. Cuatro legislaturas como diputada autonómica y va para una quinta (es la primera en las lista del PP de Teruel en las próximas elecciones). ¿Recuerda alguien alguna intervención de doña Carmen en el parlamento? ¿Algún discurso memorable? ¿Alguna actuación importante? ¿Algo? La respuesta es: nada. Cero. Su labor se ha limitado durante tantos años a levantar la mano y a apretar el botón que le indicaban en las votaciones de las Cortes, a visitar los pueblos en coche oficial y aparecer en el Diario de Teruel cortando una cinta, inaugurando alguna  construcción o la reforma de algún edificio y a leer lo que le escriben cuando hay una exposición en el Museo Provincial o se presenta un nuevo número de la revista Turia. Una provincia, una región, un país,  no puede funcionar así. Como tampoco funcionaría un colegio en el que los maestros fueran sargentos de artillería o un hospital en el que los médicos tuvieran como única formación y experiencia un curso de CCC.

Evaristo Torres Olivas

Dos del aparato, sin oficio pero con mucho beneficio