Pero pronto se me
cayeron los palos del sombrajo. Al leer algunos de los artículos. El de Ángel Loras, por ejemplo, que
interpretó a Diego el año pasado. Entiendo que el polifacético Loras ya tiene
bastante con “apatrullar” la ciudad, repartir hostias como panes en el monte,
hacer el capullo en calzoncillos en Internet, prácticas de enfermería en el
Polanco y otros trabajos y aficiones, para que además se le exija que escriba
bien. En cualquier publicación seria, cuando un colaborador comete faltas de
ortografía, sintácticas, de estilo o de lo que sea, para evitar que haga el
ridículo y también por respeto a los lectores, se corrigen los textos. Pero en
el Diario de Teruel, no. Y el texto de Loras, lleno de buenas intenciones y sentimientos,
es muy deficiente. Un ejemplo: “Oyes a Ferrolobo…y la piel se levanta”. Ni se
eriza, ni se ponen los pelos de punta,
ni como escarpias ni nada; directamente se levanta la piel y se cae a tiras.
¡Qué peligro tiene interpretar a Diego!
El siguiente texto es el del alcalde Blasco. Tópicos, frases
sin sentido, clichés del tipo “Teruel es un referente para el turismo romántico”
o chorradas, perdón aliteraciones, como que la historia de la leyenda de Isabel
y Diego es una “triste tragedia”. Elemental, porque si fuera una alegre tragedia sería una
comedia, un descojone, como el texto que le han escrito al alcalde.
El escrito de la gerente de la Fundación, Raquel Esteban, es
el peor de todos. La Generalizadora (así la llaman en la web de la Fundación)
abunda en los tópicos, las palabras hueras y las frases de moda de los políticos: “Las Bodas de Isabel
marcan tendencia” y “el buen hacer
de todos estos años la convierten en referente”.
Y las faltas de ortografía: “Narrativas gravadas [sic] a fuego en el acervo
popular”. ¿Rigor, calidad, excelencia? Bochornoso.
Evaristo Torres Olivas
En esta canción, el Diego de 2014 ofrece la piel de sus manos; seguramente, la que se le levantó cuando
oyó a Ferrolobo.
5 comentarios:
¿Qué pasa, Evaristo? Los turolenses de épocas pasadas se veían obligados a soportar un gravamen de lo más lacerante en su patrimonio cultural, consistente en unas tórridas narrativas. No me extraña que se les levantara la piel.
"El escrito de la gerente de la Fundación, Raquel Esteban es el peor de todos."
"El escrito de la gerente de la Fundación, Raquel Esteban, es el peor de todos."
Puesto que la Fundación tiene una única gerente, según tengo entendido.
Lastimoso. En la página 17 se puede leer: "...un peyote de niño supondría entre 45 y 50 euros", con lo cual se nos llevan directamente a México, a Castaneda y al indio don Juan. Yo creo que con poco más de 5 euros de peyote un niño se puede colocar perfectamente para los cuatro días que dura la fiesta, incluido el lunes, inexplicable fecha de descanso escolar.
Por cierto, en el DRAE es posible localizar, sin demasiado esfuerzo, la palabra "pellote". Si se busca, claro.
Curiosa la confusión peyote/pellote, similar a la de gravar/grabar.
En cuanto a la coma, tiene razón el autor del comentario. La he añadido. Gracias.
Hombre, habría que preguntarle qué piel se le levanta. A lo mejor sí.
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