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“Periodismo es difundir aquello que alguien no quiere que se sepa, el resto
es propaganda. Su función es poner a la vista lo que está oculto, dar testimonio
y, por lo tanto, molestar. Tiene fuentes, pero no amigos. Lo que los periodistas
pueden ejercer, y a través de ellos la sociedad, es el mero derecho al pataleo,
lo más equitativa y documentadamente posible. Criticar todo y a todos. Echar sal
en la herida y guijarros en el zapato. Ver y decir el lado malo de cada cosa,
que del lado bueno se encarga la oficina de prensa”
-Horacio Verbitsky,
periodista y escritor argentino
Para que nada cambie
Piloto, arquitecto, timonel, mito, héroe de la Transición.
Forjador de la democracia. Inventor de otra España. El artífice del consenso. Esos son algunos titulares de los periódicos,
dedicados a Adolfo Suárez. Y cientos de artículos de opinión que dicen todos lo
mismo: que si fue el falangista rojo, que si pasó de la camisa azul a ser
conductor del cambio. Y el Borbón en la
tele aprovechando la ocasión para lavar su deteriorada imagen y largarnos que
Suárez y él son los padres de la democracia. Somos el país de la desproporción,
de la exageración, de la hipérbole. Del esperpento. De las arrancadas de
caballo y paradas de burro, porque pasado mañana ya nos habremos olvidado de
todo. Pero de momento, a contar gilipolleces, repetidas hasta la náusea. Y a
rebautizar Barajas con el nombre de Adolfo Suárez. Y a celebrar la misa del
funeral en Ávila con medio centenar de cardenales, obispos y curas.
¿Tanto ha cambiado España para que montemos semejante
número? La España de hoy, cuyos
cimientos dicen que levantaron el Borbón
y Suárez, es tan diferente a la del dictador de voz aflautada? Sí, afirmarán algunos. En tiempos de Franco,
los emigrantes eran jóvenes, analfabetos y viajaban en trenes de tercera, con
maletas de madera o de cartón; hoy tienen carreras y salen de España con mochila y volando con
Ryanair. Hemos progresado, dirán. Yo no estoy tan seguro: como siga Wert con
sus reformas y sus recortes, volveremos a tener analfabetos. Y como siga el
ministro del Interior condecorando vírgenes, tal vez vuelvan los caudillos
mesiánicos que gobiernan por la gracia de Dios. Va a resultar que Franco sí que
lo dejó todo atado y bien atado. Suárez, un político gatopardista o lampedusiano
que lo cambió todo parta que nada cambiara. Por ese motivo se le rinden honores
militares, al Borbón le tiembla la voz en la tele como a Arias Navarro y su “españoles,
Franco ha muerto” y cincuenta curas celebran el funeral para que don Adolfo
ascienda a los cielos por la vía rápida. Con el aval de medio centenar de barones varones de la
Iglesia.
En el futuro, conociendo el percal, seguro que al aeropuerto
de Caudé lo renombran como José María Aznar y a Motorland, Circuito de Mariano
Rajoy. Para que nada cambie.
Evaristo Torres Olivas
¿Otro gatopardo?
2 comentarios:
Este hombre fue, junto con otras muchas personas, el encargado de hacer de mamporrero entre el viejo régimen y el "nuevo" viejo régimen.
Una de las personas que se dedicó a hacer grandes cambios en la fachada para mostrársela a la población, mientras que la casa, por dentro, recibía una leve reforma que permitiera mantener los privilegios a quienes ya los tenían, además de admitir en las élites a un buen número de nuevos beneficiarios, necesarios para escenificar la democracia parlamentaria.
No hay más que ver los desfiles, las banderas, el agotamiento mediático, las mentiras, las hipocresías, las chorradas y los insultos a la población que se están profiriendo, la parafernalia de la secta católica -que parece el ministerio de solemnidades públicas- y, en general, todo el bombo que se le ha dado a esto... para plantearse seriamente en qué manos estamos.
Tantos y tan notorios son los valores negativos que el régimen agita y publicita cada vez que tiene ocasión, gobierne quien gobierne, que retrata fielmente la posición y la calaña de la casta gobernante.
Estoy con lo que dices. Pienso que trascurridos los años tenemos el resultado: corrupción galopante, ruina económica y ...ya veremos como acaba el tema catalán.
Sí, cambió algo para que todo siguiera igual o casi. ¡ Gracias Suarez y demás casta politica y económica! habéis ganado.
Una Transición que nos ha llevado a una democracia que está muy lejos del ideal en que creimos alguna vez.
ARB
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