Maletines chinos y bolígrafos de Francis

Estoy que trino. Cabreado como un simio. Con la UGT. Y no solamente con la UGT de Andalucía, sino con toda la UGT. Y con CCOO. Y con todos los sindicatos de clase. Si hace unas semanas escribí una columna que titulaba Los sindicatos,  en la que los ponía a caldo por toda la mierda que está aflorando con el asuntos de los ERES, ahora vuelvo a ponerlos a caldo por la vergüenza del desvío del dinero destinado a formación de los parados y a políticas de juventud y de la mujer,  que la UGT de Andalucía ha utilizado para comprar maletines de piel y bolígrafos de Francis Montesinos, como si una cartera de loneta y un Bic de toda la vida no fueran dignos de unos delegados sindicales. Lo de los maletines de cuero tiene su historia: compraron un maletín de la firma Salvador Bachiller, que cuesta entre 375 y 525 euros, y pidieron a un proveedor que lo copiaran fielmente, pero no en España, sino en Oriente (en los chinos, para entendernos). Por lo visto, la explotación laboral que sufren los trabajadores de esos países, a los dirigentes de UGT les importa un huevo. Y me temo que la de los trabajadores españoles, visto lo visto, les importa el otro huevo. Pero no solamente se ha destinado el dinero de los trabajadores a la compra de maletines de cuero chinos y bolígrafos horteras, sino que también se han pagado comilonas y barras libres en la Feria de Abril.

Y ante todas estas barbaridades, UGT y otros sindicatos (tal vez por eso de que perro no come carne de perro, o por lo de cuando las barbas de tu vecino veas pelar, pon las tuyas a remojar) se han apresurado a defenderse diciendo que hay una campaña contra los sindicatos de clase orquestada por la ofensiva neoliberal y que sin ellos nunca se habrían alcanzado los derechos sociales que hoy tienen los trabajadores. Añaden, además,  que por unos casos aislados no se puede desprestigiar a un colectivo entero. A mi entender, eso son excusas. No hay ninguna campaña o, para ser más preciso, existe la misma campaña de toda la vida: la patronal y  sus palmeros siempre han descalificado, descalifican y descalificarán a los sindicatos. Nada nuevo. En cuanto a la defensa de los derechos de los trabajadores, tampoco es que estos lo valoren mucho, porque el porcentaje de afiliación a los sindicatos está en un escaso 15%. Ya solo les falta a los sindicatos decir que los trabajadores son gilipollas y no saben lo que les conviene.

Lo que tiene que contestar UGT no es si hay o no campaña contra los sindicatos, sino si es cierto que se ha desviado el dinero destinado a la formación para comprar bolsos, bolígrafos y barras libres. Y no es suficiente que haya dimitido el secretario general de Andalucía. En el congreso andaluz en el que se repartieron los famosos bolsos, algún representante de la ejecutiva federal estaría presente y podría haberse preguntado si es normal que en un encuentro de un sindicato se regalen setecientos maletines de cuero en lugar de los  cartapacios de hule de siempre.

Al igual que los trabajadores se manifiestan con banderas y pancartas frente a las fábricas y las instituciones que recortan sus derechos, me gustaría que los trabajadores se manifestaran frente a las sedes de UGT, convocados por los dirigentes sindicales honrados y decentes, para pedir la dimisión de los sinvergüenzas y de otros que de cándidos solo tienen el nombre. Como sé que en este blog entran amigos que trabajan en los sindicatos, les animo a que organicen una manifestación para protestar contra los sindicalistas deshonestos y vividores del cuento. Prometo mi asistencia, en primera fila.

Evaristo Torres Olivas

Los nuevos maletines de los dirigentes sindicales