Le llamaban el del buen rollito, con talante, buena persona,
progresista, socialista, partidario de lo público, que entró en la política
para servir, nunca para aprovecharse personalmente. Es cierto que muy listo, lo
que se dice muy listo, no es. Experiencia, lo que se dice experiencia, no tenía
mucha fuera de la política. Seguro que la supliría con su bonhomía. Pero resultó un fiasco: tal vez el peor
presidente de la etapa democrática desde que estiró la pata Franco.
Ahora, tras un largo silencio durante el que ha estado hibernando
y cobrando en el Consejo de Estado, reaparece para presentarnos su libro
titulado El dilema. Nunca me han
gustado los aprovechados que utilizan su paso por la política para forrarse una vez que están fuera, escribiendo
sus memorias y contando cosas que en su día ocultaron a la ciudadanía, a cambio
de unos cuantos cientos de miles de euros que les suelta Planeta u otras
editoriales. Don José Luis, el de la ceja, incluye en su libro la carta
mancomunada que le enviaron el presidente del Banco Central Europeo y el
gobernador del Banco de España y que
nuestro socialista de León negó—en sede parlamentaria— haber recibido. No
sé si eso forma parte de los 130 años de honradez del PSOE. Al final va a
resultar que Zapatero ni tiene tan buen talante, ni es tan buena persona, ni es
tan progresista, ni socialista ni nada de nada. Un aprovechado más de los
muchos que campean, como el Cid, por las tierras de España.
Es indignante escuchar a los políticos decir que no están en
política para forrarse sino para servir, por vocación, pero lo cierto es que
todos acaban mucho más ricos tras su paso por la política. Que se lo pregunten a Felipe González, a Bono,
a Aznar, y a otros muchos que por ser políticos de segunda o tercera, se conoce
menos su enriquecimiento.
El buenazo de Zapatero ha utilizado un documento público
para generar beneficios privados a él y a la editorial Planeta. Y no se le
ocurre otra idea mejor que llevar a Toni Blair de telonero en la presentación
de su libro. El mismo Blair, amigo de Aznar, que aparece en la foto de las
Azores. Blair, el señor de la guerra y Zp, el señor del buen rollito. Amiguetes.
Uno lleva a las tropas a la guerra y el otro las retira. Lleva y traer, todo es
lo mismo. Pero claro, una cosa es predicar y otra dar
trigo. El de la ceja, el de a favor de la alegría, es uno más que barre para casa y que piensa que su
pariente más próximo es él mismo.
Si Aznar es amigo de Blair y Blair es amigo de Zapatero, entonces ¿es Zapatero amigo de Aznar?
4 comentarios:
Los amigos de mis amigos son mis amigos.
Seguro que algún totolaba compra el libro.
Yo empecé votando a UCD y cuando desapareció me pasé al PSOE y desde entonces siempre los he votado hasta que hace dos años por culpa de Zapatero mi hijo perdió el trabajo y se tuvo que ir a trabajar a Italia, y ya no pienso votar al PSOE nunca más en mi vida por mentirosos.
Pues si es "por mentirosos", ¿queda algún partido al que votar?
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