Republicanos de boquilla

En los plenos de los ayuntamientos se habla de asuntos que afectan a la gestión de los consistorios y de otras muchas que nada tienen que ver con sus responsabilidades y competencias pero que ayudan a crear opinión y a hacer de altavoz de las propuestas de los partidos en otros ámbitos. No me parece mal, siempre que no se consuma más tiempo en esos asuntos que en los que son propios de los cometidos de las instituciones municipales. Así, en el último pleno del Ayuntamiento de Teruel, IU y CHA presentaron dos iniciativas. La de IU, para instar al gobierno central a que adopte el plan propuesto por la Junta de Andalucía para aliviar la tragedia de los desahucios. La segunda, propuesta por CHA, para que abdique el rey y se instaure una república federal. Por supuesto, ambas fueron tumbadas por la mayoría del PP en el consistorio. Pero lo que más me ha llamado la atención ha sido la actuación estelar, como siempre, de Mayte Pérez, la portavoz del PSOE. Doña Mayte ha vuelto a dar la nota. Después de una larga perorata de que si pero no, ella y su grupo se han abstenido. Ese es el PSOE de Teruel: acudir el día uno de mayo en tromba a los Pozos de Caudé, cantar la Internacional, agitar banderas republicanas y cinco días después decir que de momento hablar de  república no toca; “que estando de acuerdo en el fondo” hay que “ir poco a poco en la modernización de las instituciones”.  Ese es también el PSOE del resto de España: decir una cosa el lunes y hacer la contraria el martes, ser republicanos los jueves y monárquicos los viernes; cagarla durante cuatro años con Zapatero y querer ser la solución con Rubalcaba, el vicepresidente de Zapatero. Pero todo eso a Mayte y los suyos de Teruel, que son siempre los mismos,  les importa un  bledo. Lo que les interesa es seguir cobrando todos los meses del erario a cambio de no aportar nada, entre otras razones por su escasa preparación y experiencia fuera de  largar infumables soflamas en el Ayuntamiento y en las Cortes. Con gente tan incompetente, incapaz de reconocer sus limitaciones y dejar paso a compañeros más cualificados, no salimos de la crisis en mil años. Necesitamos recuperar la ilusión y esta gente nos sume en el abismo.

Evaristo Torres Olivas