Evaristo Torres Olivas
martes, 14 de mayo de 2013
Moros y cristianos, extranjeros y gitanos
No es la primera vez que hablo en este blog de Arturo Ramo.
No es un ciudadano cualquiera: es un inspector de Educación jubilado que
escribe con frecuencia en el Diario de Teruel. Cojea de la derecha. Mucho. No
tendría demasiada importancia si fuera tolerante, respetase los derechos
humanos, la Constitución. Pero no es así: la ideología de este señor es
prehistórica, predemocrática, de los tiempos de Francisco Franco. El pasado 10
de mayo escribe en el Diario de Teruel un artículo de opinión que titula La elección de colegio. Entre otras
barbaridades, escribe las siguientes (las negritas son mías): “Los padres desean que su hijos se relacionen
con otros chicos de buenas familias
y preferirían que no hubieran en el centro educativo muchos extranjeros o de otras etnias. También querrían
para sus hijos que sean deportistas, buenos compañeros y que no fueran
mentirosos ni blandengues y que tengan una buena
formación religiosa”. Debería
aclararnos don Arturo qué es una buena familia. También debería decirnos
cuántos extranjeros y cuántos de otras etnias deberían tolerarse como máximo en
cada clase. ¿Tienen la misma consideración de extranjeros y de otras etnias, un alemán, un francés y un británico que un
gitano, un moromierda y un negrata? ¿Pueden estos tres últimos pertenecer a
buenas familias? Finalmente, me gustaría saber en qué se basa el señor Ramo
para afirmar que los padres desean que sus hijos reciban una buena formación
religiosa y si esa formación ha de ser católica o también se admiten la judía,
la musulmana, la adventista del séptimo
día, la jainista o los seguidores de la Iglesia de Diego Armando Maradona. Yo
pertenezco a una buena familia, pobre y campesina, estudié en un colegio en
Francia (la emigración, la de la España de Franco, que obligaba a la formación
religiosa); en mi colegio, la mitad de los alumnos eran españoles de mierda
como yo, moritos, negritos y extranjeros
de otras etnias. Y en Francia, en mi colegio, no se recibía ninguna formación
religiosa, ni buena ni mala. Y me alegro, porque, como leí recientemente en un
libro, creo que toda sociedad que se basa en principios religiosos está enferma
y es decadente. La prueba está en que personas como Arturo Ramo, educado en un colegio religioso, sin moros ni gitanos,
es, en mi opinión, una persona intolerante, clasista y racista.
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A samugazos
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1 comentario:
Por lo que puedo observar en el día a día, las barbaridades que esgrime este individuo las suscriben, y las ponen en práctica, la gentes de derechas y muchos otros que se dicen progresistas y de izquierdas, aunque lo de la buena formación religiosa eso solo lo pide una minoría y sí generalmente de derechas, muy de derechas.
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