Evaristo Torres Olivas
miércoles, 17 de abril de 2013
Perder tiempo y dinero
Una sala decorada con mucha solemnidad: maderas oscuras,
cortinas espesas, lámparas de esas que si te caen encima, te escachan. Parqué
reluciente como un espejo. Ordenanza uniformado. Mesas macizas dispuestas en U
y sillones forrados de cuero. Micrófonos.
Para los espectadores de la función, sillas de plástico barato. Los protagonistas, los
que se sientan en las butacas de cuero: señoras y señores que aparentan
seriedad. Y empieza el despiporre. Hablan cuatro. Los demás, floreros con forma
de persona. El actor principal, Manuel, pronuncia estas palabras: “Lo que
normalmente no es normal nosotros lo hemos querido hacer normal”. O estas
otras: “Estamos haciendo lo que creemos que estamos haciendo y dijimos lo que
dijimos”. Mis favoritas: “No se avanzó
lo suficiente porque no se hizo prácticamente nada". La coprotagonista,
María Teresa, le contesta con estas
otras: “Has tirado de argumentario, Manolo” y “te has puesto digno”. Hay otros dos
actores, José María y Paco, que intentan reconducir la acción por la senda de
la seriedad, pero son eclipsados por Manolo, su chulería y sus exageraciones o
por Mayte, su demagogia y su incontinencia verbal. Los cuatro curiosos que
ocupamos las incómodas sillas de plástico nos aburrimos. Una periodista hace
crucigramas en el móvil. Sopor. Uno ha ido al espectáculo creyendo que iba a
asistir a un debate de altura sobre asuntos de la ciudad de Teruel pero se encuentra con que le hablan de
pensiones, sanidad y rentas básicas, asuntos que no deberían figurar ni en el
guión ni en la partitura, porque no son competencia de esa institución. Estoy
hablando del Ayuntamiento de Teruel y del pleno del pasado día 9 de abril. Más
de dos horas de tostón—según mi vecino de silla, habitual en los plenos, ha sido uno de los más cortos—con actuaciones
de nivel ínfimo, aderezadas con cuatro frases de la jerigonza legal de los
funcionarios. En resumen, un alcalde y veinte concejales
reunidos durante dos horas, para que solamente hablen cuatro, sobre asuntos sobre los que no tienen
competencia—y de los que son, con alguna excepción, incompetentes—, y entre todos, los que hablan y los que actúan
de florero, se llevan unos cuantos miles de euros del erario.
Etiquetas:
A samugazos
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
Y LOS CIUDADANOS SIGUEN VOTANDO...
Misma situación en los plenos de la Diputación Provincial y en los de las Comarcas. Asi que perdida de tiempo y dinero multiplicado por....
Publicar un comentario