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“Periodismo es difundir aquello que alguien no quiere que se sepa, el resto
es propaganda. Su función es poner a la vista lo que está oculto, dar testimonio
y, por lo tanto, molestar. Tiene fuentes, pero no amigos. Lo que los periodistas
pueden ejercer, y a través de ellos la sociedad, es el mero derecho al pataleo,
lo más equitativa y documentadamente posible. Criticar todo y a todos. Echar sal
en la herida y guijarros en el zapato. Ver y decir el lado malo de cada cosa,
que del lado bueno se encarga la oficina de prensa”
-Horacio Verbitsky,
periodista y escritor argentino
Alfombra, altavoz y lacayo
Me dan ganas de dedicar una sección en este blog a Hugo
Miquele. Ayúdenme a buscar un buen título para etiquetar a este personaje. Tal
vez debería copiar el título de su deposición en el Diario de Teruel del
domingo, 17 de febrero: El último cabestro. El ciudadano Miquele es un caso que
debería ser estudiado en las facultades de psicología, en la asignatura de trastornos de la personalidad,
como ejemplo de narcisista. Una persona como él, que jamás ha pisado una
facultad de periodismo, que maltrata
nuestro idioma domingo tras domingo, que lleva años combatiendo en las
trincheras del PAR de Biel, no se sonroja al llamarse periodista en las páginas
del Diario. Y a defender descaradamente al jefe de filas Biel. Don José Ángel
afirmó con motivo de la exigencia de la publicación de la renta y el patrimonio del los
políticos, que se trataba de un “divertimento” y que “si se quiere uno divertir,
pues que contrate un payaso y se divierta lo que quiera”. Don Hugo, adulón y
lameculos, después de tildar de “cabestros”, de “toros, novillos y resto de fauna vacuna” y de “pollos descabezados” a aquellos que piden
transparencia, retoma el símil del circo de su señorito Biel para declarar que
“publicar una declaración de la renta, o incluso el patrimonio, no aporta
nada….tan solo añade un nuevo espectáculo circense a una sociedad que no está
preparada para fiscalizar estas cuestiones”. Es cierto que la independencia de
los periodistas, si es que la ha habido en algún momento, hoy no deja de ser
una bonita utopía. Pocas profesiones han sufrido en tan poco tiempo el grado
que deterioro que ha experimentado la de periodista. Y a ello han contribuido
gente como Hugo Miquele, que sin ser ni siquiera periodistas, han irrumpido en las redacciones
para, desde las páginas de un diario
público, como es el caso del Diario de Teruel, domingo tras domingo, hacer de
alfombra, altavoz o lacayo, elijan ustedes, de un político mediocre como es
José Ángel Biel, también conocido como Muelegordo
y El clavico del abanico. Y lo peor
de todo es que ni siquiera tiene la decencia de aparecer en las páginas del
Diario como militante del PAR. Se las da de periodista independiente, objetivo
y riguroso. Y no es ninguna de la tres cosas. Y además, alguien tan poco preparado con él se atreve a diagnosticar que nuestra sociedad no está preparada para enterarse de dónde proceden los ingresos de nuestros políticos. Me entran ganas de vomitar. Puag.
Evaristo Torres Olivas
¡Qué bonitos altavoces!
4 comentarios:
Ya he leído suficientes escritos de Hugo Miquele como para acordarme de todas sus células: tanto de las cancerígenas como del resto.
Si al menos en el Diario de T. mantuvieran la sección de opinión digital, la gente podría decirle cuatro cosas... pero ni eso.
Para leer a este tío prefiero los bodrios triunfalistas que acostumbraban a escribir los capitostes provinciales del Par, que al menos, de puro ridículos, rastreros y fantasiosos, te sacaban la sonrisa... .
La declaracion de biel ya!!!!!
“una sociedad que no está preparada para fiscalizar estas cuestiones”…
Igual que Franco, cuando decía que los españoles no estábamos preparados para la democracia.
Que asco dan.
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