¿Cómo nos vamos a creer que el PSOE es un partido de izquierdas con el
ejemplo que nos dan sus líderes? Fíjense en Felipe González. Un abogado
laboralista con traje de pana que se dedicaba a defender a los trabajadores. Después
fue presidente del Gobierno durante doce años. Lo coherente, después de
abandonar la política, con un sueldo vitalicio, hubiera sido que se dedicara a
tareas del partido, a formar cuadros y dirigentes del partido, a asesorar a los
sindicatos, a trabajar en una fundación, a retomar su trabajo de abogado
laboralista. Pero no, el hijo del vaquero aprovechó la política para medrar
personalmente y pasar a formar parte de la clase a la que, supuestamente,
combatía cuando estaba en el poder. Pasó de vivir en un modesto piso en un
modesto barrio a un chalé en zona pija. Y en lugar de asesorar a los obreros de
las siglas de su partido, pasó a trabajar para
los adinerados, ya sean mexicanos, colombianos, venezolanos o españoles.
Y en vez de hacer pulseras de cuerda para ayudar a alguna ONG, diseña joyas que
vende a huevo al pijerío madrileño,
español y también al extranjero. Y otro
abogado del PSOE, José Bono, después de la política, tampoco ha vuelto a poner
sus conocimientos al servicio de los de su partido o de los de la clase que
decía defender, sino que se ha
incorporado a una de las grandes firmas de abogados, de esas que asesoran a las
grandes empresas, los grandes bancos, los grandes ejecutivos y cobran grandes
minutas. Esos despachos a los que raramente acudirán la gran mayoría de los
afiliados, simpatizantes y votantes del partido al que Bono representaba. Estos son solo dos ejemplos de
“desclasados”, pero podríamos citar muchos, muchos más: solchagas, boyeres,
etc. Han perdido conciencia—o a lo mejor nunca la tuvieron—de la clase a la que
decían pertenecer. Tal vez la palabra traidor, por quedarse corta, no sea la
adecuada para definir a estos personajes. Merecen más desprecio que los
representantes de la derecha, porque al menos estos no ocultan lo que son y
defienden sus privilegios. Pero González, Bono y otros muchos, se disfrazan de
socialistas obreros para después hacerse socios del club de los que explotan a
los obreros. Me dan asco.
Evaristo Torres Olivas
Ya nos lo decía que iba a cambiar. Y cumplió su promesa
6 comentarios:
Puedes añadir a Fidalgo, el que estaba al frente de C.c.o.o., que se dedica (o ha dedicado alguna vez) a dar cursos a empresarios enseñando cómo explotar mejor a sus respectivas plantillas.
Al Psoe lo lanzaron, lo promovieron desde arriba (en los años 70 y muchos, me refiero), a golpe de talonario para generar una nítida alternativa "de izquierdas" y netamente sometida y colaboracionista con el gran capital a la que la gente pudiera votar, presentándola en las urnas (y, sobre todo, en nuestras mentes)enfrentada a la derecha de toda la vida. Una jugada buena donde las haya.
Hoy por hoy... seguimos en ello. Aún están cobrando jugosos réditos políticos, sociales y económicos de dicha maniobra.
http://www.lavozlibre.com/noticias/ampliar/703666/felipe-gonzalez-gas-natural-y-donana-la-ultima-tomadura-de-pelo
Entre los políticos de este país siempre hubo más ambición que vocación; Y eso es una circunstancia muy preocupante.
Yo creo que en este pais nos han traicionado todos los partidos, y sus jerifaltes respectivos, que han tocado poder. Ahora bien, siento la traición del PSOE con mucha pena y rabia.
Habría que preguntarse si todo lo que han hecho, o no han hecho, es porque no pudieron, no supieron o simplemente porque nunca lo intentaron. ¡Lástima! ya es tarde para enmendar nada, el desastre está servido.
Para mí los líderes socialistas de esta democracia(?)han sido malos tirando a nefastos. No han construido nada sólido ni perdurable para la gente. Todo empezó con el sevillano, de mucha labia y poco más, Gonzalez; ZP dió la puntilla a su partido y al pais.
Y del PP que vamos a decir. Pues lo mismo. Primero con el "demócrata de toda la vida" Aznar hasta llegar a Pinocho "Rajoy".
En definitiva pobres clases obreras y clases medias con estos TRAIDORES.
ARB
No me había fijado en el título del artículo: "Traidores"
Bueno, traidores, lo que se dice traidores, no sé si es lo más apropiado para llamarles.
Más que nada porque, quitando al Psoe de los años 30 del siglo pasado, el nuevo Psoe de los 70 a lo sumo engañó y mintió hasta hartarse, pero no traicionó a nadie, si acaso a su pasado.
Al fin y al cabo, desde el principio se dedicaron a perjudicar a los de abajo.
Si al final es como a quien le gusta la comida basura: probablemente ya sabe que la calidad es baja, que lleva muchas grasas saturadas, azúcares malsanos, aditivos criminales (sean legales o ilegales), etc... ¡pero lo sigue comiendo!
Pues con el Psoe pasa igual: es su mierda y muchos, aún a sabiendas de lo que lleva, se la siguen comiendo.
Me sabe mal, pero tengo que darte toda la razón...
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