“Periodismo es difundir aquello que alguien no quiere que se sepa, el resto
es propaganda. Su función es poner a la vista lo que está oculto, dar testimonio
y, por lo tanto, molestar. Tiene fuentes, pero no amigos. Lo que los periodistas
pueden ejercer, y a través de ellos la sociedad, es el mero derecho al pataleo,
lo más equitativa y documentadamente posible. Criticar todo y a todos. Echar sal
en la herida y guijarros en el zapato. Ver y decir el lado malo de cada cosa,
que del lado bueno se encarga la oficina de prensa”
-Horacio Verbitsky,
periodista y escritor argentino

martes, 18 de diciembre de 2012

Depardieu y el nieto del abuelo minero

Leo en El País que el actor Gérard Depardieu se ha cabreado y se ha largado de Francia. Ha devuelto su pasaporte y su cartilla de la Seguridad Social y ha fijado su residencia en Bélgica, en un pueblo a un kilómetro de la frontera francesa. Y todo porque el Gobierno francés ha subido los impuestos a los que tienen mucha pasta. Un 28 por ciento de los habitantes de ese pueblo belga son franceses y viven ahí porque en Bélgica se pagan menos impuestos. Lo de Depardieu no es algo nuevo. En España también hemos tenido a famosos artistas y tenistas que dicen ser muy patriotas y fijan su residencia en Suiza, Mónaco o Andorra con el único objetivo de no pagar o de pagar menos impuestos. Entre los argumentos que el actor ha aducido figuran estos: “Me voy porque se considera que el éxito, la creatividad, el talento, en realidad, lo diferente, debe ser castigado”. Pobrecillo. Ha tenido que poner en venta su mansión en París por el módico precio de cincuenta millones de euros. Y se ha comprado un apartamento en el pueblo de Bélgica que le ha costado 800.000 euros. Y posee restaurantes, tiendas exóticas, tierras,  en Francia y en otros países. A pesar de que Francia  castiga el talento y la creatividad. No voy a  juzgar el talento de Depardieu, pero sí a voy a dejar de ver cualquier película en la que intervenga este personaje. No quiero contribuir ni con una diezmillonésima de un céntimo de euro a engrosar el patrimonio de semejante energúmeno. Ya hice lo mismo con la pareja de progres Ana Belén y Víctor Manuel: después de que el nieto del abuelo minero, gran amigo de Teddy Bautista (el de la SGAE),  dijera que al igual que se pagan los langostinos en una boda, había que pagar la canción con la que se recibe a los novios en el banquete. La misma semana en que pronunció esas palabras, actuaba en el Marín de Teruel. Veinte euros la entrada. Yo tenía previsto asistir pero después de escucharle semejantes chorradas,  decidí fundir los veinte euros en langostinos. Lo mismo haré con Depardieu: en lugar de ir a verle al cine, me gastaré la pasta de la entrada en un bocadillo de jamón y una cerveza. 
 
Evaristo Torres Olivas

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Evaristo, me parece muy bien tu actitud, pero como te lo tomes en serio ya puedes despedirte de asistir... ¡a casi todo!
Porque cuando no hay una cosa, hay otra.

Saludos

Anónimo dijo...

No considero comparables los casos de Depardieu y Ana Belén; ése por lo menos no va de "progre", colega de las clase trabajadora al tiempo que cobra millones de euros por publicidad pagada con dinero público. Depardieu tiene varias empresas (sin subvenciones) y da trabajo a mucha gente; ha pagado un 85% de sus ingresos en impuestos en el 2012. Yo si tuviese que pagar un 85% de mis ingresos en España, me iría a otro sitio antes de que mis impuestos fuesen a parar a politiquillos de medio pelo, agujeros bancarios o empresas públicas ruinosas.

Anónimo dijo...

"Puestos a cultivar la nostalgia, tiene más sentido hacerlo con los mineros que con los dinosaurios" (Gerard Depardieu en el estreno de 'Germinal').