Evaristo Torres Olivas
viernes, 12 de octubre de 2012
Lo legal y lo decente
Decía el concejal socialista José Ramón Morro, defensor de
Chus Sanjuán y de la lideresa Mayte Pérez, que esta última había renunciado a
los “1000 euros mensuales que le corresponden”. Y de esto voy a hablar aquí, de
la manipulación mediante el lenguaje, del lenguaje malintencionado. Decir que a
la señora Pérez le corresponden o le pertenecen esos mil euros es un claro
ejemplo de esa manipulación. En ningún momento en mi crítica dije que no le
correspondieran. Ya se encargan los políticos de recoger en leyes, reglamentos
y votar por unanimidad sus salarios y sus dietas. Si esas dietas de 1000 euros
no le correspondieran, en lugar de palabras como indecente o vergonzoso, la
hubiera llamado directamente ladrona. Es
lo mismo que a esos directivos de bancos y de las cajas, más de uno y de dos y
de tres socialistas obreros españoles, que han llevado a esas cajas y a esos
bancos a la situación de tener que ser rescatados con dinero público, y sin
embargo han percibido, los directivos,
un bonus astronómico. Tampoco se les puede llamar ladrones porque según
figuraba en los acuerdos que ellos mismos redactaban y votaban, ese bonus les
correspondía. El señor Morro no sabe distinguir entre la legalidad, la justicia
y la decencia. O no le interesa. Hace cinco años, le escribí una carta a don Manuel Pizarro en
el Diario de Teruel. Al salir de Endesa para dedicarse a la política percibió
una indemnización de la que yo dije, y
perdonen que me autocite, que “podrá ser legal pero es indecente e injusta”. Recuerdo
cómo muchos conmilitones del señor Morro
del PSOE en Teruel me felicitaron efusivamente. Los mismos que ahora me ven y
no me dicen ni mu. Y todo porque les
parecía bien que llamara indecente a gente del PP pero no les parecía tan bien
que hiciera lo mismo con el partido de los ciento y pico años de historia. El
señor Morro, al igual que su lideresa Mayte, llevan muchos años, demasiados,
viviendo estupendamente del dinero del erario, recibiendo unos salarios y unas
dietas desproporcionados. Los políticos admiten las críticas que les hacen
otros políticos porque todos forman parte del mismo circo y cobran del mismo
patrón, el Estado. Pero no toleran que un ciudadano como yo, que no forma parte
de la casta, pueda opinar. Lo consideran intrusismo profesional. La obligación
de los ciudadanos, según los miembros de la casta, es votarles y después
quedarse calladitos. A don José Ramón le parece bien que se les
vote aunque no se les conozca, pero no que se les critique sin
conocerles. Así pueden seguir otra legislatura
más disfrutando de las dietas, los salarios y las mamandurrias.
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A samugazos
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4 comentarios:
Los peperos son lo que son y no se esconden. Los caraduras de los socia-listos como Morro, o la Mayte, detrás de un supuesto progresismo asoma una profunda falta de principios, puesto que únicamente les interesa chupar del bote. Ay Evaristo, la que te va a caer, tú que eres "rojo" metiéndote con los socia-listos.... cómo te atreves maño?
Qué asco y repugnancia me dan estos, y mira que hay muchos pero madre mía: Vicentito Guillén, Arrufat, Larred, Piñeiro, Casas, Velasco, "la" Mayte (nótese el artículo peyorativo), Morro, y todos los supuestos "progres" y "socia-listos" que se escudan en las siglas PSOE para engañar a la gente bajo un supuesto socialismo, y luego aplicar el principio básico del capitalismo:
PRIMERO COBRO, ME PONGO UNOS SUELDOS ASTRONÓMICOS, Y ME LLENO LOS BOLSILLOS YO, y luego haré lo que me diga el FMI o la Merkel, y por supuesto no haré lo que llevo en el programa electoral, ni aplicaré políticas "socialistas".
Son unos sinvergüenzas y unos chorizos...
Además, en el caso del señor Morro se cumple eso de que no se puede estar en misa y repicando. No es bueno como inspector de educación, no te resuelve nada y es difícil pillarlo en su oficina. Como político...pues eso.
También es horica de que, en general, la gente gaste una caloría en hacer el esfuerzo ingente de percibir que los sociatas tampoco se esconden, precisamente, y las han liado tantas y tan pardas como los propios peperos.
A pesar de la propaganda diaria en sentido contrario, ya somos mayorcicos para darnos cuenta que, además del PP y el Par, el Psoe (y muchos otros partidos por no decir todos) representan la misma enfermedad.
Por cierto. El que sea legal no implica que no se robe.
El hecho de que un dictador, una camarilla de gente o una cámara de diputados promulgue un texto llamado "ley" no le da validez alguna a nada.
Esa gente nos roba, aunque los ladrones escriban e impongan edictos diciendo que no, que es un pago que les hacemos... a la fuerza, claro.
La diferencia entre un político con buen cargo, un mafioso, un jerifalte de una religión, un empresario o un financiero es la rama del crimen a la que se dedican. Es decir, la manera en que arrebatan la riqueza a los que la producen.
Puesto que ninguno de ellos produce nada ni presta servicio alguno.
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