“Periodismo es difundir aquello que alguien no quiere que se sepa, el resto
es propaganda. Su función es poner a la vista lo que está oculto, dar testimonio
y, por lo tanto, molestar. Tiene fuentes, pero no amigos. Lo que los periodistas
pueden ejercer, y a través de ellos la sociedad, es el mero derecho al pataleo,
lo más equitativa y documentadamente posible. Criticar todo y a todos. Echar sal
en la herida y guijarros en el zapato. Ver y decir el lado malo de cada cosa,
que del lado bueno se encarga la oficina de prensa”
-Horacio Verbitsky,
periodista y escritor argentino

martes, 30 de octubre de 2012

Encuentro en la Uned. Capítulo primero. "Apatrullando" la ciudad

Estuve hace unos días en el vergonzoso acto de inauguración del nuevo curso académico de la Uned de Teruel. Vergonzoso por muchos motivos. El primero: más que un acto académico, aquello parecía un pow-wow—pronúnciese pauguau y no pobo, como la presi de la Dipu—del PP. El segundo motivo: que en una mesa de la Universidad estén como estrellas invitadas Carmen Pobo y Manuel Blasco,  dos de las personas más incultas de la casta política de Teruel. Y así lo demostraron en sus deplorables intervenciones. En lugar de estar en la mesa presidencial, lo que deberían hacer es matricularse en la Uned para cultivarse un poco.  El tercer motivo: que en lugar de invitar a la lección inaugural a una persona prestigiosa del mundo académico, se elige a Manuel Pizarro, que más que una lección, nos largó un refrito nada original, mil veces escuchado, sobre las causas de la crisis y sus remedios, de acuerdo, claro está, con sus ideas liberales y de defensa del sistema capitalista, de libre mercado, o como se quiera llamar al engendro. El cuarto motivo, que a Manuel Pizarro, para que no se viera demasiado el plumero, se le presentó como presidente de Baker & McKenzie y académico de la Academia de Jurisprudencia y Legislación. Nada se dijo de sus otros cargos pasados, en bolsas, cajas y endesas; ni tampoco se mencionó su pertenencia al PP. El quinto motivo, el exagerado despliegue policial. En lugar de tener a la policía “apatrullando” la ciudad y persiguiendo a los malos, fundimos el dinero público en enviar a los maderos a los actos pacíficos. El sexto motivo, la actuación de la vicerrectora de Uned que presidía el acto, no dejando hablar a una persona que quiso  decir unas palabras antes de la intervención de Pizarro. Adujo que se trataba de un acto protocolario en el que no estaba prevista la intervención del público. Y para asegurarse que así fuera,  allí estaban el delegado del Gobierno, el comisario, inspector, o lo que sea,  de policía de Teruel y varios policías rasos (números creo que es la terminología oficial). Es lo que se llama matar moscas a cañonazos.  El séptimo motivo: reservar más de tres cuartos del aforo para “personalidades”. A ver si se enteran de que los actos públicos, son eso, públicos y para todos los ciudadanos. Reservar un fila, bueno;  reservar casi todo, un abuso de poder. Lo único que estuvo bien y a lo único que aplaudí fue a la entrega de diplomas a las veinticuatro personas que terminaron la licenciatura en la Uned; y al pianista y la soprano que interpretaron media docena de canciones, aunque una de las canciones, de la zarzuela La Gran Vía, decía en su estribillo: ¡Aprende a sisar, aprende a sisar! No creo que fuera la más apropiada con tantos políticos en la sala.

Evaristo Torres Olivas
Anuncio de un encuentro del PP

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Y encima cobran.....
Esto no tiene arreglo, los mas tontos siempre en cabeza.

Anónimo dijo...

...y gente desalojada por querer decirle cuatro verdades a Pizarro: pura democracia española.