Evaristo Torres Olivas
lunes, 8 de octubre de 2012
Diario de Teruel. Episodio primero
Con esta columna voy
a iniciar una serie en la que daré mi opinión sobre el Diario de Teruel. No es
la primera vez que lo hago. Quienes me siguen saben que he sido muy crítico con
nuestro periódico y con sus presidentes, especialmente con el censor Arrufat.
Ahora que han puesto de patitas en la calle a 17 trabajadores, he creído
oportuno dar de nuevo mi opinión. Que el Diario de Teruel necesita cambiar es
evidente. Cambiar radicalmente. Es un periódico malo en todos los aspectos.
Tiene un diseño horrible, anticuado. En demasiadas ocasiones se comenten
errores garrafales, tanto de ortografía como de sintaxis. Poco rigor en las
informaciones. Abuso del periodismo de declaraciones, del cortar y pegar y de
las informaciones de agencia. La sección de opinión es un desastre, sin orden
ni concierto. Poca creatividad en
noticias, artículos y crónicas locales:
se limitan a lo de siempre, a decir que
se celebraron las fiestas en honor de San Hortensio, que se comieron suculentos
manjares y que se divirtieron mucho grandes y chicos. Yo siempre he creído que los periódicos de las
pequeñas ciudades, al no estar sometidos sus periodistas a las presiones y exigencias de la actualidad de los
grandes periódicos nacionales, son los lugares ideales para un periodismo más
reposado, más cuidado, más literario. Pero salvo en contadas ocasiones, en el
Diario de Teruel se cultiva el sota, caballo y rey. Sería injusto achacar todos los males a los
periodistas del Diario. En el Diario de Teruel trabajan excelentes
profesionales (vean por ejemplo la magnífica entrevista de F.J. Millán a Fermín
Hernández, presidente de la Audiencia Provincial de Teruel). Y algunos mediocres. Yo no soy de los que defienden que
para ser periodista haya que ser licenciado en periodismo, pero sí defiendo que
la persona que escribe en un periódico debe tener una sólida formación y estar
capacitada para la escritura. Porque de lo que se trata es de ser testigos de
las noticias o entrevistar a los que han sido testigos, analizar, ordenar,
jerarquizar, contextualizar la información y saber contarlo al lector con
claridad y rigor. Si en el Diario de Teruel trabajan buenos profesionales ¿por
qué entonces es tan baja la calidad? ¿Por qué mucha gente lo sigue llamando
despectivamente el Lucha de Teruel? Intentaré explicarlo en las siguientes columnas.
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A samugazos
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2 comentarios:
Solo una pequeña puntualización, para ser periodista sí hace falta tener una licenciatura para como muy bien dice usted tener una sólida formación, no podemos apelar solamente a la capacidad para escribir bien.
En tal caso para ejercer la medicina no hace falta una licenciatura y volveriamos a los curanderos de antaño.
Para cualquier disciplina en esta vida es necesario prepararse a conciencia y mas en los tiempos que corren.
Solo una pequeña puntualización: para ser periodista sí hace falta obtener una licenciatura, y de ese modo, como muy bien dice usted, disponer de una sólida formación. No podemos apelar solamente a la capacidad de escribir bien. En tal caso, para ejercer la medicina no haría falta una licenciatura, y volveríamos a los curanderos de antaño.
En esta vida el ejercicio de cualquier disciplina exige una preparación a conciencia, y más en los tiempos que corren.
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