“Periodismo es difundir aquello que alguien no quiere que se sepa, el resto
es propaganda. Su función es poner a la vista lo que está oculto, dar testimonio
y, por lo tanto, molestar. Tiene fuentes, pero no amigos. Lo que los periodistas
pueden ejercer, y a través de ellos la sociedad, es el mero derecho al pataleo,
lo más equitativa y documentadamente posible. Criticar todo y a todos. Echar sal
en la herida y guijarros en el zapato. Ver y decir el lado malo de cada cosa,
que del lado bueno se encarga la oficina de prensa”
-Horacio Verbitsky,
periodista y escritor argentino

martes, 9 de octubre de 2012

Diario de Teruel. Episodio segundo

En otros momentos de la historia, a la prensa se la ha llamado el cuarto poder. Hacerlo ahora produce risa. Y más en España. Y mucho más en Teruel, con un periódico en manos de los dos partidos(PP/PAR) que gobiernan en la Diputación. El nombre que mejor le vendría al Diario de Teruel es el de lacayo del poder. El presidente de la Diputación es el presidente del Diario. Ahí empieza el primer atentado contra la independencia. Pero si además los tres presidentes que yo he conocido—Ángel Gracia, Antonio Arrufat y Carmen Pobo—son ignorantes y sin ninguna experiencia en asuntos de prensa y comunicación—y en muchos otros—entonces el atentado es aún mayor: el Diario de Teruel se convierte en la hoja parroquial, en el órgano desinformativo de una secta o en el libro de las fiestas de los pueblos en los que salen la reina y sus damas, el pregonero y el “saluda” del alcalde y del cura. Dicen que en la etapa de Gracia, exigía que  todos los días apareciera él fotografiado. Acudan a la hemeroteca y comprobarán que es cierto. No sé si por exigencia del presidente o por casualidad. Los buenos profesionales del Diario se frustran porque les mandan a cubrir ruedas de prensa en las que no se hacen preguntas. Piensan, con razón, que sería mucho mejor que los partidos mandaran un comunicado de prensa por correo electrónico y así se ahorraría mucho tiempo. Otros periodistas, hartos ya de tanta mediocridad y mangoneo, se limitan a los servicios mínimos. Hace un tiempo me encontré a uno en un jolgorio de un pueblo. Hizo una docena de fotos, nos tomamos una cerveza y se fue. Todo en menos de media hora. Me comentó que el artículo que tenía que escribir ya lo tenía hecho: el mismo del año anterior con algunos retoques. Ese es el espíritu, cuando no el corta y pega, el refrito de agencia o de otros periódicos. Si a eso le añadimos la existencia de varias tablas salariales, los profesionales que están por méritos propios y los colocados a dedo, nos podemos explicar el porqué de tanta mediocridad y de tanta dejadez.  En otra columna veremos los cambios que quiere emprender el PP para solucionar los problemas  del Diario.

Evaristo Torres Olivas

1 comentario:

Anónimo dijo...

Igual los periodistas que escriben son los que no están echando cervezas...