“Periodismo es difundir aquello que alguien no quiere que se sepa, el resto
es propaganda. Su función es poner a la vista lo que está oculto, dar testimonio
y, por lo tanto, molestar. Tiene fuentes, pero no amigos. Lo que los periodistas
pueden ejercer, y a través de ellos la sociedad, es el mero derecho al pataleo,
lo más equitativa y documentadamente posible. Criticar todo y a todos. Echar sal
en la herida y guijarros en el zapato. Ver y decir el lado malo de cada cosa,
que del lado bueno se encarga la oficina de prensa”
-Horacio Verbitsky,
periodista y escritor argentino

miércoles, 10 de octubre de 2012

Diario de Teruel. Episodio tercero

Las medidas que ha tomado el PP para solucionar los males del Diario de Teruel han sido poner a 22 personas en la calle—17 tras la negociación con los sindicatos—, eliminar los puestos de director y de redactor jefe, y en su lugar colocar a un director-gerente y a un subdirector que es el mismo que antes era director. Un lío del carajo.  Y también han fichado a un personaje guadiana,  que aparece y desaparece: Chema López Juderías. Entró para ocupar el puesto de redactor jefe que ocupaba Alicia Royo. A los pocos meses, se va a Zaragoza porque le nombran jefe de prensa de la Corporación Aragonesa de Radio y Televisión. Pero no devuelven a Alicia a su anterior puesto. Siete meses después, López Juderías ya no es jefe de prensa de la Corporación sino que retorna al Diario de Teruel. No se sabe en condición de qué porque en la mancheta del periódico ni aparece. Otro lio del carajo. Yo no conozco al personaje pero sí sé algunas cosas que no me gustan. Más por lo que calla que por lo que dice. De algo me tienen que servir mis más de 20 años trabajando en departamentos de personal.  Me explico: en el currículum que se ha distribuido del señor López Juderías, no se menciona si es licenciado en periodismo ni en ninguna otra disciplina, con lo que se deduce que no lo es en ninguna. Se dice que ha trabajado en una televisión valenciana, en otra de Teruel, en la cadena Ser y en Radio Nacional, en las secciones de deportes sobre todo. Pero nada se dice de que fuera jefe de prensa de Biel cuando era vicepresidente de Aragón ni de que estuvo en el gabinete de prensa de un consejero, Rogelio Silva, también del PAR. Estas lagunas y estas ocultaciones de la trayectoria académica y profesional,  en una selección de personal son suficientes para sospechar de un candidato o bien rechazarlo directamente de la selección. En definitiva, que sin informar a los demás partidos presentes en la Diputación (lo mismo que hizo el PSOE en el del 2010, por mucho que ahora se quejen  Julia Vicente o Francisco Báguena), se han cargado al director-periodista (que ha pasado a ser subdirector), lo han sustituido por un director-gerente (una labor, la de gestión, que corresponde a los diputados y funcionarios de la Diputación, que para eso les votamos y les pagamos), desaparece el puesto de redactor jefe y ejerce de jefe o director de contenidos un tal López Juderías, que oculta parte de su currículum y que ni aparece en la mancheta (los títulos de crédito del peliculón en que han convertido al Diario de Teruel). También se han visto anuncios de dos páginas de El Corte Inglés, algo que antes no ocurría.

Evaristo Torres Olivas
 
MANCHETA DEL DIARIO DE TERUEL 
 

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Evaristo, informate mejor. Fue Alicia quién pasó al puesto de Chema y no al revés.

Eto dijo...

Cierto, antes de irse con Biel y compañía ocupaba el puesto. Seguramente también me dirá usted que accedió a él por concurso oposición y que fue elegido por ser el periodista con mayor preparación y experiencia. La verdad es que quitan y ponen a la gente en función de López Juderías. Qué importante es este señor o qué poco importante porque ha pasado de jefe de prensa de la Corporación Aragonesa de Radio y Televisión a no se sabe bien qué en el Diario de Teruel. Me encantaría que me lo dijera usted, que parece muy bien informado.

Anónimo dijo...

Jodo Evaristo, con lo bien que hablabas del Lucha cuando te publicaban tus pretenciosos escritos

Eto dijo...

Sí, hablaba muy bien cuando me publicaban mis columnas. Constato que eres un buen lector. Espero que para otras cosas estés más capacitado que para la comprensión lectora (creo que así se llama la capacidad para entender lo que se lee). No cejes, persevera, que con esfuerzo todo se consigue.

Anónimo dijo...

este chico es de Teruel de toda la vida y en el periódico debió entrar hace quince años o así y tiempo después fue redactor jefe durante mucho tiempo. Así que aunque estuviera en Zaragoza un tiempo, creo que es una persona que debe conocer el trabajo, el periódico y lo que necesita, a ver cómo lo hace y luego usted ya lo pone a parir si eso.

Anónimo dijo...

Lo he intentado, te leía cuando publicabas en el Lucha e incluso he releído esos artículos en tu libro. Y, sí, he llegado a la conclusión de que eres muy pretencioso escribiendo. Pero no pasa nada, Evaristo, es solo un comentario de un lector. del Lucha y de todo lo que se publica ahí

Bernardinas dijo...

He escrito en el Diario con tres directores distintos: Mariano Esteban, a quien no le dolieron prendas en publicar el artículo de un chico de quince años; Carlos Hernández, que JAMÁS censuró nada de lo que yo escribía (y durante algún tiempo fue una columna diaria), y Juanjo Francisco, que no solo no me censuró nada sino que me dio la oportunidad de publicar cinco novelas por entregas, un gesto que le agradeceré siempre. Pero entre ellos hubo directores políticos, designados para ser el altavoz de sus intereses partidistas. Todos fracasaron, sobre todo porque no entendían en qué consiste un periódico de provincias. Si el nuevo director es un buen periodista, sabrá que si se convierte en un comisario político no hará más que arruinar el periódico, despilfarrar la única rentabilidad a la que puede aspirar, que es la del servicio público, no la de las cuentas. Yo no creo, Evaristo, que fueras en tus artículos en absoluto pretencioso, y lo expliqué en el prólogo del libro que alguno de tus anónimos críticos dice haber leído. Los buenos directores del Diario comprendieron que la gente usa el periódico para enterarse de lo que pasa y para leer artículos que prendan discusiones. Los unos cobran, como debe ser, pero el hecho de cobrar puede hacerles pensar, como pensó un pobre hombre que vino una vez de Zaragoza como director, que todo el que no cobra es absolutamente prescindible. Yo ya no escribo en el periódico porque me interesan otras cosas, pero no dejaré nunca de agradecer que cada vez que se me ha ocurrido enviar algo lo han publicado de la mejor forma posible. A ti te echaron, y no los periodistas, y todos los anónimos que se ceban aquí contigo saben que cuando tú escribías el periódico era permanente materia de conversación, y no solo por las noticias. Los comisarios han tendido a sobrevalorar la influencia del periódico y creer que las voces libres podían moverles la silla. No es así. Los buenos directores han sabido que no es así, y lo sabían porque eran buenos periodistas. Esa es la tarea del nuevo director, cuya trayectoria no conozco ni puedo juzgar. Será un buen periodista en la medida en que consiga que el periódico local sea el principal foco de información y de opinión de toda la provincia. De lo contrario, será el propio periódico, y no las autoridades, el que se lo termine por tragar.
Y, en fin, también tienes razón en que en el Diario de Teruel hay muy buenos periodistas. O había, porque algunos, muy buenos, ya están en la calle. También los que han quedado deben demostrar que son mejores que los que se han ido, o por lo menos igual de buenos.
Soy Antonio Castellote. Los anónimos me resultan, por principio, vergonzosos.

Anónimo dijo...

Antonio C., soy una persona anónima distinta de la anterior.
A mi, al contrario, siempre me han hecho gracia quienes se vanaglorian de "ir con la cara por delante" en internet, por la sencilla razón de que, normalmente, no tienen demasiado que perder por hacerlo.
Puedo asegurarte sin la más leve duda de que hay gente que para hacer lo que hace o decir lo que dice sólo puede ser anónima.
Si le dedicas unos minutos a pensarlo quizá los respetes un poco más.