Leo en el Heraldo de Aragón que la DGA ha abierto una convocatoria internacional para contratar hasta 18 investigadores. Para poder optar al puesto, los candidatos “deben estar en posesión del título de doctor en el momento de la solicitud y contar al menos con 6 años de experiencia investigadora”. Se hace también una clasificación de los candidatos en función de los años de experiencia y si han trabajado en “centros de reconocido prestigio internacional". Pero ahí no acaba el rigor y la seriedad de la convocatoria. Entre todos los que envíen su historial, “las solicitudes serán valoradas por una comisión de evaluación externa, cuya responsabilidad será clasificar los diferentes candidatos para un puesto determinado de acuerdo a sus méritos y potencial”. Y finalmente, “basados en esta evaluación y en las entrevistas llevadas a cabo con los mejores candidatos, ARAID (Agencia Aragonesa para la investigación y el Desarrollo) hará las correspondientes ofertas definitivas, previa aprobación de las mismas por parte del Patronato de la Fundación”. Con toda seguridad, los hombres y mujeres que obtengan la plaza serán los mejores. Si importante es la investigación, no menos lo es la política que, entre otras muchas responsabilidades, está la de decidir y financiar la investigación de un país. Y sin embargo, los métodos de selección y elección de los políticos carecen de la seriedad y del rigor que serían exigibles. En política, el mérito y el potencial se miden por la capacidad de lamer el culo a los dictadores del partido. Sin tener doctorado alguno ni experiencia, a cualquier cenutrio lo pueden designar responsable de nuevas tecnologías o de ciencia e investigación. Y como no tiene ni idea, o bien la caga, o se ve obligado a contratar asesores (con frecuencia, los asesores, contratados a dedo, suelen ser amigos, parientes o conmilitones, igual de zoquetes que el titular). Si la selección de cargos en los partidos fuera no igual de rigurosa que la de estos investigadores de la DGA, ni siquiera la mitad, ni un tercio, sino una quinta parte, seguramente nos iría mucho mejor y la política, en lugar de ser un refugio de inútiles, tal vez fuera una actividad respetable.
Evaristo Torres Olivas
Pulsa sobre el texto de arriba y leerás cómo el consejero de Industria Aliaga, del PAR, nombra una asesora de apellido Eiroa que, oh casualidad, es hija del que fuera presidente de Aragón, también del PAR, Emilio Eiroa. No es un caso único: la mayoría de los partidos hacen de las instituciones una oficina de colocación de amigos, parientes, novios y novias, esposos y esposas, queridos y queridas....
1 comentario:
Esto pasa en política porque esta casta tiene muy asumido que la incompetencia general disimula la ignorancia propia.
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