“Periodismo es difundir aquello que alguien no quiere que se sepa, el resto
es propaganda. Su función es poner a la vista lo que está oculto, dar testimonio
y, por lo tanto, molestar. Tiene fuentes, pero no amigos. Lo que los periodistas
pueden ejercer, y a través de ellos la sociedad, es el mero derecho al pataleo,
lo más equitativa y documentadamente posible. Criticar todo y a todos. Echar sal
en la herida y guijarros en el zapato. Ver y decir el lado malo de cada cosa,
que del lado bueno se encarga la oficina de prensa”
-Horacio Verbitsky,
periodista y escritor argentino

lunes, 27 de febrero de 2012

Para llorar

Aparecen poco en público y cuando lo hacen es para dar el cante. Tal es el caso de don Vicente Larred, el número tres del PSOE de Teruel, el que lleva tres legislaturas de diputado autonómico, el que tiene un currículo anterior a la política más breve que el rabo de un conejo, el que sin pasar por ninguna universidad es miembro titular de la comisión de Educación, Universidad, Cultura  y Deporte. El mismo que sin tener formación económica es presidente de la Comisión de Hacienda, Presupuestos y Administración Pública. El que publicada en el Diario de Teruel del pasado martes una carta al director. Una carta que da el cante, que produce vergüenza ajena y que nos explica por qué este país está como está y lo jodido que lo tenemos para salir del atasco. Larred no es el único. En su partido hay varios como él (y en el PP de Teruel también, empezando por su presidenta provincial, presidenta de la Diputación y diputada autonómica en las últimas cuatro legislaturas). La carta del señor Larred, dejando a un lado las faltas y el estilo ramplón, es un excelente ejemplo de demagogia, de vacuidad y de palabrerío a lo tonto modorro, a la buena de dios o sin ton ni son. Ahora que ya no manda Zapatero ni es ministro del Interior Rublacaba, Larred nos regala la siguiente sentencia: “Y con estos cambios, donde antes imperaba la proporcionalidad y la inteligencia para resolver los problemas, ahora hay palos y violencia sin mesura”. Pero no acaba ahí la “genialidad” de don Vicente Larred Juan; concluye su carta dirigiéndose al actual presidente del Gobierno para decirle: “señor Rajoy me preocupa profundamente su forma de acometer los problemas”. A mí también me preocupa que políticos como Larred, tan sobrados de atrevimiento como faltos de talento, ocupen puestos de responsabilidad en nuestras instituciones. Al igual que Rajoy con los problemas, la casta de los Larred acomete, amorca y embiste irracionalmente contra los que ponen en cuestión su idoneidad para ocupar el puesto que ocupan. ¿De qué cojones hablará Larred en la comisión de Universidad y Cultura? Qué lástima que no se graben las sesiones para poderlas ver en YouTube y echarnos unas risas. O echarnos a llorar.

Otrosí: El viernes, 24 de febrero, don Vicente escribe otra tribuna en el Diario de Teruel: Reforma laboral: atentado contra los trabajadores. Leer cómo interpreta este buen hombre el decretazo del PP, y cómo lo explica, ya no es que entren ganas de llorar sino que te da un soponcio, un telele y un patatús. Todo a la vez. ¿Qué cojones hemos hecho mal para que nos merezcamos a estos políticos?

Evaristo Torres Olivas

5 comentarios:

Abogado dijo...

En su curriculum figura, entre otras lindezas,"fue agente afecto-representante de seguros". Con todos mis respetos por la persona pero no por el político: QUE LO COPULEN CON EL CIGÜEÑAL DE UN BARCO.

Trallero dijo...

Las Cortes de Aragón deberían de tener la mitad de Diputados; nos ahorraríamos un riñon en sueldos, pensiones y demás prebendas y el resultado sería el mismo. Para qué tanto inútil ahí retrepado en la butaca, si lo único que hacen es pretar el botón siguiendo la disciplina del partido.
¡Recortes en las Cortes, ya!

Eto dijo...

Sí, lo de agente afecto-representante está muy bien. En lugar de decir corredor de seguros o agente de seguros a secas, les va la jerga jurídica retorcida."Mola mogollón" decir que son agentes afecto-representantes. Lo de afecto debe de ser porque son muy cariñosos.

Anónimo dijo...

Las cartas que mejor conoce el señor Larred son las del póquer, "afición" a la que dedicó los mejores años de su juventud. Recuerdo perfectamente la imagen del joven Larred en plena timba, con los billetes de veinte duros en la mesa, en un bareto que había al lado del Bar Teruel al que yo, estudiante de Bachillerato, acudía con algunos colegas a echar unas cañas. Mientras nosotros discutíamos de política o hablábamos de chavalas o de fútbol, este futuro líder político sudaba como un condenado porque no le entraba el comodín.
Evaristo, sigue moliendo fino, perillán.

Anónimo dijo...

Trallero, ¿y para qué necesitas a esa mitad de diputados en cortes?
Los demás seguirían siendo parásitos "inútiles retrepados en la butaca".