“Periodismo es difundir aquello que alguien no quiere que se sepa, el resto
es propaganda. Su función es poner a la vista lo que está oculto, dar testimonio
y, por lo tanto, molestar. Tiene fuentes, pero no amigos. Lo que los periodistas
pueden ejercer, y a través de ellos la sociedad, es el mero derecho al pataleo,
lo más equitativa y documentadamente posible. Criticar todo y a todos. Echar sal
en la herida y guijarros en el zapato. Ver y decir el lado malo de cada cosa,
que del lado bueno se encarga la oficina de prensa”
-Horacio Verbitsky,
periodista y escritor argentino

domingo, 27 de junio de 2010

Nombrar y señalar

“Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo”. Así empieza Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez. Yo no sé qué habrá recordado Ronnie Lee Gardner, un asesino condenado a muerte en el Estado de Utah, frente al pelotón de fusilamiento que lo ha ejecutado. Lo que sí sé es cómo los titulares de los periódicos pueden dar una idea completamente distorsionada de la realidad. Titula ABC: “El Estado de Utah cumple la voluntad de un preso de ser fusilado”. Se puede hablar de voluntad cuando las opciones son entre la vida o la muerte, pero cuando las opciones son entre muerte por fusilamiento o por inyección letal, parece cuando menos macabro hablar de voluntad. Si leemos el texto, da la impresión de que el periodista, antes de trabajar en ABC, estuvo contratado por Hola y aun le quedan secuelas de cuando cubría bodorrios y saraos. Escribe el gacetillero: “La víspera, Ronnie recibió su cena especial con un menú que siguiendo sus últimos caprichos estuvo compuesto por filete, langosta, pastel de manzana y helado. Todo regado con 7Up”. Sólo le faltaba añadir que los asistentes al acto disfrutaron del magnífico espectáculo y de la profesionalidad de los ejecutantes o ejecutores. Todo estaba milimétricamente programado hasta el punto de que “el fiscal general del Estado, Mark Shurtleff comunicó vía Twitter que había dado la orden de disparar”. Prosigue García Márquez en las primeras líneas de su novela: “El mundo era tan reciente, que muchas cosas carecían de nombre, y para mencionarlas había que señalarlas con el dedo”. Hoy el mundo no es tan reciente y tenemos palabras para llamar a cada cosa por su nombre. Yo, a Ronnie Lee Gardner, que mató a un abogado, lo llamo asesino. Y a su ejecución, un crimen de Estado, porque viola dos artículos de la Declaración Universal de los Derechos Humanos: el tres que proclama que toda persona tiene derecho a la vida y el cinco que declara que nadie será sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes. En cuanto a los periodistas que escriben tamañas chorradas, no solamente hay que llamarlos imbéciles sino también señalarlos con el dedo. Esa es mi voluntad.

Evaristo Torres Olivas. Villarquemado
DdT 26/6/2010

6 comentarios:

A.H.C. dijo...

García Márquez escribió eso que dices, y Quevedo:”Todos los que parecen estúpidos lo son, y además, también lo son la mitad de los que no lo parecen”. En este caso no hay duda, todos lo parecen: el asesino por participar en la estúpida elección, los legisladores yanquis por permitir la estúpida pena de muerte y el periodista del ABC, pues mira, no voy a decir por qué, que es muy fácil adivinarlo.
¿Sabes si los prendas del pelotón de fusilamiento son voluntarios?, ¿los echan del curro por psicópatas?, ¿Les rechifla la línea editorial de Intereconomía?, ¿Si tienen implantes capilares y negocios ecuestres, les puede costar la excomunión?
Chico, Evaristo, me ha dado por pensar en los pringaos que pegan el tiro, que sin ser los peores, son los que más repelús me dan…. y me ha entrao destemplanza.

Angel

Eto dijo...

Los yanquis, que son muy suyos,lo tienen todo previsto: el pelotón lo forman cinco fornidos mozos voluntarios, unos patriotas. Cuatro llevan pistolones con balas que hacen pupa y uno con cartucho o carchuto de fogueo, que hace pum pero no pupa. El reo, atado a una silla, lleva una diana de colorines a la altura del corazón, para evitar que alguno de los mozos impetuosos pueda tener la tentación de reventarle la tapa de los sesos al de la silla. Lo de la bala de fogueo es para lavar la conciencia de los chicos, que son muy sensibles ellos, no vaya a ser que cuando alcancen la madurez les entre algún remordimiento. Si eso sucediera,siempre se le puede decir al chico que él fue el de fogueo y que los malos cabrones eran los otros cuatro. Como ves, los yanquis lo tienen todo previsto, que para eso estudian en "Jarvar" y "Jiuston", que son unas universidades como la de Teruel pero a lo bestia, de las que salen premios Nobel y esas cosas. Y eso explica por qué en los paises atrasados, fusilan contra la tapia del cementerio y sin diana en el corazón y en otros, los que tienen buenas universidades, se fusila científicamente.Por eso se dice que las universidades son la cuna del humanismo, una doctrina que tiene en consideración el respeto a los valores humanos.

A.H.C. dijo...

Hosti, tú ¡Qué listos estos yanquis! No me extraña que nuestro ínclito Josemari Aznar esté encaprichao con esta gente y sus universidades. Son finos hasta para hacer la guerra, donde se cargan periodistas con un saber hacer… Pueden torturar sin ser delito, y lo peor, vestir a los torturados con un mono horroroso de color butano ¡Y no pasa nada! Es que están muy adelantaos.
Pero no nos infravaloremos, también hay periodistas españoles que han debido de estudiar en Jarvar, Yeil o Yorstaun (la de Josemari). Tengo la prueba. Mira el titular de un periódico católico ultraconservador de hoy:
“Varapalo para la izquierda prohibicionista. El Supremo de EE.UU. insta a respetar la libertad de llevar armas en todo el país”.
¡Qué majos!

Angel

Eto dijo...

El quinto mandamiento dice aquello de no matarás, y por eso los periódicos conservadores católicos se alegran de que los ciudadanos lleven pistola. El corazón tiene razones que la razón no entiende y a buen entendedor, pocas palabras bastan. No sé si me entiendes.

Anónimo dijo...

¿Y Obama? ¿no podía haber hecho algo?. ¿El Presidente de los EEUU no tiene la capacidad de condonar esta pena? ¿Qué piensa Obama de la pena de muerte?

Eto dijo...

No sé lo que piensa Obama. Si tuviera su número lo llamaba para preguntárselo. Podría preguntarle si él conmuta o fusila.