Me doy cuenta de que últimamente critico más al PSOE que al PP, partido al que nunca he votado ni votaré. Y me he puesto a pensar en los motivos. Tal vez sea porque pienso que el PSOE tiene unos antecedentes históricos más próximos a mis valores y a mi forma de pensar y veo como, día a día, se aleja de ellos. Es como esas casas que conservan la fachada pero por dentro no se parecen en nada a lo que fueron: se han cambiado los muebles de madera noble por el aglomerado de diseño y el “pichiglás”. La ceja, el talante y el buen rollo son pura fachada tras la que sólo se encuentra serrín y cartón piedra. Zapatero, en los tiempos de bonanza, podía dar el pego con pirotecnia y juegos malabares, pero cuando se acaba la fiesta, cuando lo que se celebra no es una boda sino un funeral, las bufonadas ya no hacen tanta gracia. A Zapatero no le salen las cuentas, o como dice el humorista José Mota, no maneja bien la contabilidad de “las gallinas que entran y las que salen”. Si comparamos las cuentas del Estado con la gestión de un gallinero, Zapatero nos está dejando sin huevos y sin pollos. Y era bien poco lo que se le pedía: “Zapatero no nos defraudes”. Lo expresa muy bien la canción de Daniel Diges, que en unos días nos representará en Eurovisión. Parece dirigirse a nuestro presidente cuando canta: “algo pequeñito, algo chiquitito, cosas simples que te pido y ahora no me das. Hoy decides si quererme o romperme el corazón. En tus manos tienes la ocasión”. Seguramente, era necesario tomar medidas duras. Pero para que sean aceptadas, se requiere que la tropa tenga una fe ciega en el general que la dirige. Lo de sangre, sudor y lágrimas sólo funciona con líderes sólidos, coherentes, con una trayectoria de éxitos en su hoja de servicios. Pero cuando el que ordena y manda es un sargento chusquero rodeado de cabos furriel que tienen la misma fiabilidad que la carabina de Ambrosio, lo más probable es que la tropa se amotine. Zapatero ha fallado en algo chiquitito como es la cobranza y la paga, el conteo de las gallinas que entran y las que salen, las provisiones de paja y cebada. Rebelión en la granja. Se va a montar el pollo.
Evaristo Torres Olivas. Villarquemado
DdT 21/5/2010
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4 comentarios:
ZP no es un líder. Es sólo una persona que estuvo en el momento preciso y aprovechó una coyuntura favorable de descrédito del anterior presidente. Pero no es nada más. Los otros no llegan ni a reclutasv (lo de Pepiño empieza a ser algo más que insultante). Había un líder de verdad, y era de Teruel (Pizarro), y no las medianías de ahora (Rajoy). Tenemos lo que nos merecemos.
Comparto su opinión sobre ZP y Pepiño. No la comparto con respecto a Pizarro, por muy turolense que sea. Pizarro es muy amigo de Aznar. Y tanto el uno como el otro son nietos e hijos de unos personajes con una trayectoria nada ejemplar. Nadie elige a su familia, cierto, pero nunca he oído ni a Aznar ni a Pizarro, criticar las actuaciones públicas de sus familiares. Y ya sabe, quien calla....
Con respecto a los antecedentes familiares no hay duda. Pero en este país tal vez no sea ahora necesario esto. Digo lo de Pizarro no porque sea turolense, sino porque fue el que advirtió hace tiempo (en aquel famoso debate televisivo) sobre la que nos venía encima, mientras que Solbes y gran parte de la opinión pública lo ninguneaban. Tal vez no es un líder en el sentid estricto (capacidad de liderazgo y aglutinamiento de la población en torno a una idea común de sacrificio), pero es un buen economista, que es lo que hace falta ahora. Los mesianismos políticos nunca dan buenos resultados. A lo que me refiero es que, de seguir así, el final será más rápido todavía.
De nuevo difiero. Pizarro es un abogado del Estado, no un economista. Cierto que ha tenido cargos de responsabilidad en empresas donde más que la competencia profesional primaba la adhesión política; tal es el caso de Ibercaja o Endesa. Y con respecto a esta última, le aconsejaría que se informara de sus actuaciones bajo la presidencia de Pizarro en paises como Chile. Pizarro es un hombre de derechas que medró durante la presidencia de Aznar,se hizo rico gracias al chollo de la privatización de empresas que anteriormente fueron públicas. Pizarro a Endesa y Villalonga a Telefónica. No hay nada mejor que tener buenos amigos.
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