“Periodismo es difundir aquello que alguien no quiere que se sepa, el resto
es propaganda. Su función es poner a la vista lo que está oculto, dar testimonio
y, por lo tanto, molestar. Tiene fuentes, pero no amigos. Lo que los periodistas
pueden ejercer, y a través de ellos la sociedad, es el mero derecho al pataleo,
lo más equitativa y documentadamente posible. Criticar todo y a todos. Echar sal
en la herida y guijarros en el zapato. Ver y decir el lado malo de cada cosa,
que del lado bueno se encarga la oficina de prensa”
-Horacio Verbitsky,
periodista y escritor argentino

domingo, 16 de mayo de 2010

Noticia

“Noticia es aquello que alguien no quiere que se sepa”. Esto lo dijo el periodista Juan Pedro Valentín en la entrega de premios de El País. Así dicho, y en una reunión de periodistas, mola que te rilas, colega. Si eso es verdad, los periódicos, las radios, las televisiones y otros medios de comunicación, nos dan muy pocas noticias. La mayoría de lo que cuentan es lo que alguien quiere que se sepa. ¿Cómo funciona el cotarro? Pues si el político de turno quiere contar cuatro chorradas, llama a su periódico o emisora de cabecera y le dice que tal día y a tal hora va a largar algo. El director de la empresa envía a un empleado con lápiz y papel para que escriba lo que cuentan. Pero eso es ser un escribiente, un amanuense o un secretario. No un periodista. El verdadero periodista es aquel que se entera y casca lo que cuenta el político cuando no invita a la prensa. O cuando el periodista va al acto al que ha sido invitado pero en lugar de fijarse en lo quieren que se fije y cuente, enfoca el asunto desde otro ángulo. Supongamos que estamos en periodo de elecciones y que la Chunta Popular Obrera Unida va a celebrar un mitin final de campaña en el polideportivo de la ciudad. Llega el día y el periodista se presenta en el lugar a la hora convenida. Cuenta que el pabellón está lleno a rebosar y transcribe las palabras de los oradores. El fotógrafo hace las fotos de los miles de banderas y al día siguiente aparece todo empaquetado en primera página. ¿Es eso noticia? Según Juan Pedro Valentín, no. ¿Qué sería noticia? Pues que el periodista pasara de los discursos y hablara con la gente del gallinero y preguntara de dónde venían, quién les ha dado las banderas, cuándo las mueven. Se enteraría de que han sido llevados desde los pueblos en autobuses pagados por el partido, de que les pagan una comida, de que las banderas se las han entregado a la entrada, de que les han dicho que un señor les indicará cuándo hay que agitarlas y qué y cuándo hay que vocear los eslóganes que les indiquen. Eso sí es noticia, pero para que se publique tiene que pasar por unos filtros y esos filtros tienen un espesor más grueso que un muro de hormigón. Alguien quiere que algo no se sepa. No quiere que haya noticias. Sólo propaganda.

Evaristo Torres Olivas. Villarquemado
DdT 16/5/2010

1 comentario:

S. Royo dijo...

Totalmente de acuerdo con su apreciación Sr. Torres.
Con el periodismo de trinchera que tenemos hoy en día en España, cada de tele, cada radio, cada periódico, nos ofrece la propaganda del partido afín y las "noticias" del contrario.
Lo que yo me pregunto es si se creen que no nos damos cuenta. Si es así, en qué poca consideración tienen a sus lectores, escuchantes o televidentes, ¿no?