“Periodismo es difundir aquello que alguien no quiere que se sepa, el resto
es propaganda. Su función es poner a la vista lo que está oculto, dar testimonio
y, por lo tanto, molestar. Tiene fuentes, pero no amigos. Lo que los periodistas
pueden ejercer, y a través de ellos la sociedad, es el mero derecho al pataleo,
lo más equitativa y documentadamente posible. Criticar todo y a todos. Echar sal
en la herida y guijarros en el zapato. Ver y decir el lado malo de cada cosa,
que del lado bueno se encarga la oficina de prensa”
-Horacio Verbitsky,
periodista y escritor argentino

domingo, 21 de marzo de 2010

Zanorio

Ay qué risa, Basilisa. La presidenta del PP de Teruel, Carmen Pobo, dice que “la actitud del alcalde de Calanda es de chulería y prepotencia”. Es lo mismo que llamarlo chulo y prepotente porque como bien sentenció Forrest Gump “es tonto el que dice tonterías”. Más adelante, doña Carmen nos descubre que la portavoz de PP en Calanda, Blanca Solans “le queda grande al equipo de gobierno de Calanda”. Confieso que me gustan estos rifirrafes de nuestros políticos. A falta de sustancia en la mayoría de sus intervenciones, estas batallas nos alegran los desayunos cuando las leemos en los periódicos. Puesto que los ciudadanos pagamos el circo de la política, al menos que los payasos nos hagan reír. Ahora bien, sería necesario que de vez en cuando cambiaran el guión. Alfonso Guerra fue el más original y el más gracioso de los insultadores. Ahí queda para la historia su “tahúr del Mississippi” para referirse a Adolfo Suárez. Desde entonces, salvo algún ramalazo esporádico, no ha surgido una figura que le hiciera sombra. Lo de prepotente y chulo se ha dicho tantas veces que ya no hace gracia. Como tampoco lo de corrupto, a menos que quien lo pronuncie sea José Blanco, transformándolo en “corruto”. Si sus señorías me lo permiten, les haré algunas sugerencias para que puedan quedar como dios en sus intervenciones públicas. Las palabras de la tierra, como ababol, abanto y zanorio suelen dar buen resultado; sin embargo, las que más juego dan son las compuestas de verbo y sustantivo porque describen perfectamente una acción y el objeto de esa acción. A título de ejemplo, les propongo las siguientes: revientaplenos, trincasubvenciones, recalificaterrenos, cobracomisiones, calientaescaños y aprietabotones; incumpleprogramas, abrazajefes, compravotos y colocaparientes. En el capítulo de tontos, se puede precisar más y elegir entre tonto del bote, de Coria, de capirote, bolonio o de los cojones. Las mujeres, imitando a Paquita la del Barrio, pueden insultar a sus adversarios políticos hombres con alimaña, culebra ponzoñosa y desecho de la vida. Hay que reservar para las ocasiones muy especiales el mayor insulto que se le pude dedicar a un político: llamarle concejal de urbanismo.
Evaristo Torres Olivas. Villarquemado
DdT 21/3/2010

1 comentario:

Anónimo dijo...

Olé, olé. Sin cuartel, don Evaristo.