“Periodismo es difundir aquello que alguien no quiere que se sepa, el resto
es propaganda. Su función es poner a la vista lo que está oculto, dar testimonio
y, por lo tanto, molestar. Tiene fuentes, pero no amigos. Lo que los periodistas
pueden ejercer, y a través de ellos la sociedad, es el mero derecho al pataleo,
lo más equitativa y documentadamente posible. Criticar todo y a todos. Echar sal
en la herida y guijarros en el zapato. Ver y decir el lado malo de cada cosa,
que del lado bueno se encarga la oficina de prensa”
-Horacio Verbitsky,
periodista y escritor argentino

lunes, 24 de junio de 2024

Vicente Guillén y el arte de escribir mal

 Escribir bien no es fácil y requiere formación y esfuerzo. A algunas personas, debemos perdonarles sus errores si no han tenido la posibilidad de recibir una instrucción adecuada: miembros de familias humildes que apenas completaron la educación primaria. Menos indulgencia merecen quienes han cursado estudios superiores y escriben incorrectamente. Y ni perdón, ni indulgencia a quienes ocupan puestos de responsabilidad y presumen de tener licenciaturas en Filosofía y Letras y en Derecho. Este último es el caso de Vicente Guillén. Ha sido senador, diputado nacional, diputado autonómico, consejero en el Gobierno de Aragón y otros muchos cargos más. En su último artículo en el Diario de Teruel, Sobre la corrupción moral, publicado el 23 de junio, incurre en tantos errores que producen vergüenza ajena. Faltas de ortografía, de puntuación, de sintaxis, citas inadecuadas… Veamos algunos ejemplos. Escribe don Vicente: “…in seculum seculorum…”  cuando lo correcto es per saecula saeculorum o in sécula seculórum, si queremos adaptar la expresión a la ortografía española. No debió de aprobar la asignatura de Latín en la carrera de Filosofía y Letras.  En el siguiente párrafo se inventa el sustantivo “plenipotenciaría”. Al igual que esos pedantes que a los problemas los llaman problemática, al señor Guillén, plenipotencia le parece insuficiente. En el uso de las mayúsculas tampoco está muy afortunado y escribe “Estado de Bienestar”. Nos habla de “gestionar la sanidad, la educación, la despoblación o la mejora de la Justicia”. Está claro que la “Justicia”, con mayúscula”, le parece más importante que la sanidad o la educación. Al papa Francisco le tiene mucho cariño y lo llama Papa. La clase de la asignatura de Lengua en la que explicaban las cacofonías la ha olvidado y nos regala esta joya: “burdos bulos”. Él, que estudió Derecho, a la ley la bautiza como “lay”. Para no aburrirles más, terminaré con una advertencia que les hace a PP y Vox: “… que nos dejen en paz con sus coralinas…”. Coralinas de color colorado, otra cacofonía que le regalo para su próximo artículo. ¿Qué son las coralinas con las que esos dos partidos tanto nos molestan? Les pido ayuda.

Evaristo Torres Olivas

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