Ayer, el Partido Popular de Teruel instaló una mesa informativa en la plaza del Torico para instruir a la gente sobre cómo votar por correo. Allí estaban en primera fila Carmen Pobo, Raquel Clemente, Emma Buj y Manuel Blasco. Lo de informar es un eufemismo según se desprende de las declaraciones que recoge el Diario de Teruel de hoy: pura propaganda y manipulación. Y todo con una sonrisa, como muestra la foto del periódico. Según Emma Buj, la alcaldesa, estas elecciones van “de si Pedro Sánchez sí o Pedro Sánchez no” y que los ciudadanos deben elegir entre “la política de confrontación y los gobiernos frankestein” o bien un Gobierno “que dé estabilidad a España y nos devuelva a la senda de recuperación económica”. Y se queda tan ancha. Muy ancha se queda también Raquel Clemente, la senadora que quiere ser diputada. Afirma que “para sacar a Pedro Sánchez de la Moncloa hay que ir a votar”. Eso también sirve para Feijóo, pienso yo: para que Feijóo no vuelva a presentarse nunca más a unas elecciones, hay que ir a votar. Pero doña Raquel alcanza las más altas cimas de la manipulación cuando sentencia que con el Gobierno del PP “volverá la política de la sensatez y se dejarán de usar las instituciones para intereses personales”. Para comprobar la falsedad de esa afirmación solo hay que saber sumar y restar: sumen los años que llevan cobrando de la política los de la foto: Carmen Pobo, Blasco, Buj y Clemente. Sumen el dinero ganado en esos cargos y el que hubieran ganado en el desempeño de su trabajo anterior, si es que lo tenían. Calculen la diferencia. Siempre los mismos para todo. Si eso no es usar las instituciones para intereses personales, a mí no se me ocurre otro ejemplo mejor. Es curioso que un partido como el PP, que presume de tener miles de afiliados preparados y competentes, recurra siempre a los mismos y en muchos casos con escasa preparación académica y experiencia previa al ejercicio de la política. Que Pobo o Blasco hablen de economía y de cultura es como si a mí me piden que redacte una carta en chino. Y una última observación: si deciden votar, háganlo por las personas más competentes, después de leer su trayectoria profesional, y nunca para echar a nadie. Es una forma mucho más elegante y sin tanta carga de bilis como hacen Clemente y sus conmilitones.
Evaristo Torres Olivas
1 comentario:
Ha cometido un fallo muy gordo al poner un mantel muy rojo, ellos que son muy azules, encima de la mesa informativa y de reparto de bolígrafos. Parece como si quisieran decir que el verano, en lugar de muy azul, va a ser muy rojo. Hay que cuidar los detalles.
Publicar un comentario