“Periodismo es difundir aquello que alguien no quiere que se sepa, el resto
es propaganda. Su función es poner a la vista lo que está oculto, dar testimonio
y, por lo tanto, molestar. Tiene fuentes, pero no amigos. Lo que los periodistas
pueden ejercer, y a través de ellos la sociedad, es el mero derecho al pataleo,
lo más equitativa y documentadamente posible. Criticar todo y a todos. Echar sal
en la herida y guijarros en el zapato. Ver y decir el lado malo de cada cosa,
que del lado bueno se encarga la oficina de prensa”
-Horacio Verbitsky,
periodista y escritor argentino

jueves, 23 de marzo de 2023

Hablar y no convencer

 Escuchar a los líderes políticos en el Congreso es un buen método para aprender a hablar en público, para darse cuenta de lo que funciona y, sobre todo, de lo que no funciona. Hay oradores con los que no comparto nada, pero a los que escucho porque hablan bien , y otros más cercanos a mis ideas con los que desconecto a los diez segundos de que abren la boca. El presidente Sánchez, Abascal, Rufián o Cuca Gamarra son políticos a los que ni he votado ni votaré, pero se expresan bien, llegan a la gente, aunque manipulen, exageren, mientan o recurran al método Ollendorff, que consiste en no contestar a lo que les preguntan y hablar de lo que nadie les ha preguntado. Salir por peteneras. Pero saben utilizar las herramientas de la oratoria con eficacia. Hay otros con los que me une mayor afinidad, como es el caso de Tomás Guitarte, y que sin embargo desconecto apenas empiezan a hablar. El dirigente de Teruel Existe lee, apenas levanta la vista del papel, no hay entonación en su voz, todo es igual, sin expresividad, monótono, triste. Suena a zumbido de abeja más que a canto de pájaro. Le escriben los textos y los lee mal. Da la sensación de que lo hace por obligación y no por convicción. Sus palabras no llegan, no emociona, no convence. Es una lástima. En los territorios como el nuestro, que debido a nuestra baja demografía, tenemos muy pocos representantes en comparación con otras partes de España, los partidos deberían ser mucho más exigentes en la selección de sus representantes en las instituciones. En el caso de Teruel Existe, ninguno de los tres elegidos en el Congreso y el Senado destaca por sus dotes oratorias. No todos valemos para todo y un buen director de cine o de teatro no suele ser un buen actor ni un buen editor tampoco suele ser buen escritor. Si cada uno de nosotros nos dedicáramos a aquello que mejor se nos da, especialmente en la política, el mensaje llegaría mucho mejor a los ciudadanos. Lo bueno, si mal presentado, no convence. Salir en los periódicos y en las televisiones alimenta el ego y nos hace creer que somos competentes en algo para lo que no estamos dotados.

Evaristo Torres Olivas

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