“Periodismo es difundir aquello que alguien no quiere que se sepa, el resto
es propaganda. Su función es poner a la vista lo que está oculto, dar testimonio
y, por lo tanto, molestar. Tiene fuentes, pero no amigos. Lo que los periodistas
pueden ejercer, y a través de ellos la sociedad, es el mero derecho al pataleo,
lo más equitativa y documentadamente posible. Criticar todo y a todos. Echar sal
en la herida y guijarros en el zapato. Ver y decir el lado malo de cada cosa,
que del lado bueno se encarga la oficina de prensa”
-Horacio Verbitsky,
periodista y escritor argentino

miércoles, 3 de agosto de 2022

Morón, un político nada ejemplar

 Hay políticos que convierten la política en un lodazal. En lugar de recurrir a la crítica argumentada, con respeto al adversario, hacen de la hipérbole, la exageración y el exabrupto su única herramienta de debate. La política es demasiado importante, afecta tanto a nuestras vidas como para dejarla en manos de incompetentes que convierten el espacio público en un basurero. Los hay en todos los partidos, tanto hombres como mujeres, a la izquierda y a la derecha, con buena formación académica y con escasa, en la política nacional, la autonómica y la local. Sirvan Echenique y Olona como ejemplos de hombre y mujer, diputados de ámbito nacional, uno de la ultra izquierda y la otra de la extrema derecha, ambos con buena formación académica, como ejemplo de políticos nada ejemplares. Y sirva Samuel Morón como ejemplo de político local, del PSOE, con escasa formación y nula ejemplaridad pública, con su estilo ramplón y muy baja capacidad comunicativa. Cuesta entender cómo con ese bagaje pueda ser portavoz de su partido en el Ayuntamiento de Teruel y presidente de la Comarca Comunidad de Teruel. No solo es preocupante que el señor Morón no sea consciente de sus limitaciones, sino que en su partido no se den cuenta de la torpeza de su representante. Sirvan dos ejemplos recientes para ilustrar lo que digo. Dos artículos de opinión en el Diario de Teruel. Uno del 27 de junio y otro del 1 de agosto. El torico por los suelos y El torico por los suelos (II). Ni siquiera sabe que nuestro Torico se escribe con mayúscula. En ambos dice exactamente lo mismo, con los mismos ejemplos, idénticas exageraciones y similar dramatismo fingido. Se puede, y se debe, criticar la gestión del Ayuntamiento de Teruel con el derrumbamiento del Torico, pero no de la forma burda en que lo hace Samuel Morón. En ambos artículos, pone exactamente los mismos ejemplos y con las mismas palabras: “No quiero imaginar qué habría pasado si cae al suelo la Cibeles en Madrid o una parte de la Torre Eiffel en París”. Pero es que ni siquiera esos ejemplos son suyos, sino que los ha copiado de comentarios de prensa. Podía haber elegido otros símbolos de Aragón, como la Virgen del Pilar para Zaragoza o alguna estatua de san Lorenzo para Huesca, pero para Morón el corta y pega, debido a la falta de talento, es el mejor recurso.

Evaristo Torres Olivas

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