“Estas elecciones suponen una elección por parte de los electores”. Estas palabras las pronunció Juan Espadas, candidato socialista a la Junta de Andalucía, en los comentarios posteriores al debate que mantuvo con los otros cinco candidatos de los demás partidos. ¡Qué gran verdad! Tan cierta como que los toreros torean toros o que los cantantes cantan canciones. Así hablan los políticos sin que se les caiga la cara de vergüenza. El señor Espadas lleva décadas en la política, no se le conoce ninguna otra actividad profesional y probablemente no se le conocerá en el futuro. En Teruel también tenemos muchos de esos, que dicen que la política es un oficio provisional, pero que solo lo abandonan cuando fallecen o se jubilan. Una, dos, tres, cuatro, cinco, seis… legislaturas. Gerardo Torres, Manuel Blasco, Javier Velasco, Carmen Pobo, Mayte Pérez, Vicente Guillén…Todos dicen que se van a dejar la piel (frase favorita de la consejera Pérez), que van a mejorar la vida de los ciudadanos, que gracias a ellos nuestro futuro está asegurado. Pero la realidad es que lo único que mejora es su vida: todos tienen un patrimonio considerable, no tienen problemas para llegar a final de mes y se retiran con la pensión pública máxima. Ahora hacen como que se insultan, pero seguro que terminarán en la misma residencia de ancianos privada de lujo y se reirán de las tonterías que se decían en los ayuntamientos, comarcas, diputaciones y parlamentos. Recordarán juntos sus palabras favoritas: como no podía ser de otra manera, recursos endógenos, referente, apostamos por, abogamos por, impulsaremos, combatiremos, nos comprometemos y decenas más que son palabras nada más. Las mismas siempre, legislatura tras legislatura. Pocos trabajos tan bien retribuidos y que exigen tan poco. Y si alguna vez se cumple lo prometido es décadas después o nunca: el AVE, el Museo de la Guerra Civil, el Museo Etnológico, autovías, etc. Por ese motivo, y utilizando las palabras del socialista Juan Espadas, las elecciones deberían suponer una elección por parte de los electores de mejores políticos, con mayor cualificación y experiencia y que no estuvieran más de tres legislaturas en puestos públicos retribuidos.
Evaristo Torres Olivas
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