Todos a una

 Hay noticias que le alegran a uno la vida. Especialmente si provienen de los políticos. Acostumbrados a que los de un partido insulten a los del otro, que les acusen de todos los males y desgracias que padecemos, reconforta cuando una vez cada cinco años, como mucho, se ponen de acuerdo y visten la misma camiseta para una causa común. El lunes, representantes de todos los partidos y de más de cincuenta ayuntamientos de la provincia se unieron para apoyar la candidatura de Teruel a sede de la Agencia Espacial Española. Emocionado estoy y se me saltan las lágrimas. La foto en primera fila al pie de la Escalinata de la consejera Díaz, la alcaldesa Buj, el presidente de la Diputación Rando, el subdelegado del Gobierno de España Morro y el delegado territorial del Gobierno de Aragón en Teruel Ros, entre otros muchos, es para confiar en que esto puede cambiar. Todos exhibiendo una camiseta idéntica, haciendo piña, es de lo más hermoso que se ha visto en mucho tiempo. Estoy convencido de que si este proceder fuera más frecuente, nuestra provincia conseguiría muchas más cosas y los ciudadanos estaríamos menos crispados con los políticos. Verlos ahí todos juntos me llena de orgullo y satisfacción, que diría el emérito. Sonrientes, orgullosos, da gozo verlos. Me los comería a besos. Aunque también sospecho que pueda haber algo raro. Si uno se fija bien en la foto, se pueda ver a José Ramón Morro luciendo unas gafas sospechosas: cristales verdes, seguramente emisores de rayos láser que advierten de que el que se mueva o ponga cara de asco lo fulmina con el rayo. No es normal este nivel de consenso cuando a diario se tiran los trastos a la cabeza por cualquier cosa, ya sea el aeropuerto, las autovías, el tren, los impuestos o cuántas motosierras han de tener los bomberos. También sospecho que, si se consigue, ojalá, todos querrán ser los padres de la criatura, como ha pasado con muchas otras cosas en Teruel: todos se consideran los responsables de que tengamos Dinópolis y Aeropuerto de Caudé. Ninguno se apunta la responsabilidad del retraso de los hospitales o de las malas comunicaciones por tren.

Evaristo Torres Olivas

Fíjense en las gafas del señor Morro, el segundo por la derecha

Detalle de las gafas láser