Israel Martínez

 Al periodista Javier Lizaga le reproché hace unos días que escribiera una columna en el Diario de Teruel en la que, en lugar de criticar, insultaba. Hoy quiero felicitarle por otra columna también publicada en el Diario de Teruel. Israel, la titula. En ella habla de Israel Martínez, un vecino de mi pueblo de 91 años que abrió la verja para inaugurar un centro de interpretación en Villarquemado sobre la Batalla del Alfambra. Escribe Lizaga: “Todo un símbolo, nos dijeron, e ipso facto ofrecieron otro. Porque los discursos los dieron los de siempre, Israel a la cuarta fila”. Pronto, el protagonismo lo adquieren otros, los políticos, que esos sí aparecen con nombre y apellidos: Javier Lambán, Mayte Pérez, Manuel Rando y otros. De Israel Martínez nada más se dice, ni siquiera su nombre completo, si es que se le menciona. Así es la política, en eso consiste, en poner en primer lugar a quien debería ocupar la cuarta fila y en cuarta fila a los verdaderos protagonistas. En atribuirle todos los méritos a quien, en todo caso, es uno más. Según el presidente Lambán, en otro de sus patéticos discursos, “se ha hecho realidad el sueño del alcalde con esta recreación”. Solo le faltó, para hacerlo todavía más desafortunado, citar a Martin Luther King y su “yo tengo un sueño”. Lo que debería haber hecho el Ayuntamiento de Villarquemado es poner el nombre de Israel Martínez al centro de interpretación. Por varios motivos: porque mucho del material del centro lo ha proporcionado él y, sobre todo, porque a su edad es uno de los pocos testigos que nos quedan de ese trágico periodo de nuestra historia. Ponerle el nombre de Israel Martínez al centro habría sido una hermosa manera de recordar a todos aquellos que sufrieron las penurias de esa tragedia. Pero el afán de protagonismo, protocolo lo llaman, hace que, en casos como este, los últimos aparezcan en primera fila y los verdaderos protagonistas tengan que ver la función desde el gallinero. Son cosas que duelen, pero aún duelen más cuando ocurren en el pueblo de uno y con personas que uno conoce. Un motivo más para sentirse defraudado por las actuaciones de algunos políticos. Yo también tengo un sueño: que un día tengamos a representantes que hagan cosas de primera desde la segunda fila y dejen en cada momento el papel protagonista a quien se lo merece.

Evaristo Torres Olivas

Israel Martínez