“Periodismo es difundir aquello que alguien no quiere que se sepa, el resto
es propaganda. Su función es poner a la vista lo que está oculto, dar testimonio
y, por lo tanto, molestar. Tiene fuentes, pero no amigos. Lo que los periodistas
pueden ejercer, y a través de ellos la sociedad, es el mero derecho al pataleo,
lo más equitativa y documentadamente posible. Criticar todo y a todos. Echar sal
en la herida y guijarros en el zapato. Ver y decir el lado malo de cada cosa,
que del lado bueno se encarga la oficina de prensa”
-Horacio Verbitsky,
periodista y escritor argentino

jueves, 20 de enero de 2022

La voz de su amo

 Cuando el ministro Garzón dijo lo que dijo a The Guardian, a nuestro presidente Lambán le faltó tiempo para pedir que dimitiera. Sus aduladores le aplaudieron y jalearon, como nos puede ser de otra manera (expresión favorita de Mayte Pérez, junto a recursos endógenos, carnaza y sacar tajada con la ganadería). Ahora que la consejera de Sanidad, Sira Repollés, ha dicho que “hay motivos ideológicos en las decisiones de los jueces”, y el PP ha pedido que dimita, al presidente Lambán también le ha faltado tiempo para decir que las dimisiones son para los demás partidos, pero no para el suyo.  Lambán dice que “a Repollés le honra su gran trabajo y pedir disculpas”. Y ¿qué ha dicho Vicente Guillén, subordinado de Lambán? Pues que “a Repollés le honra haber pedido disculpas”. Se le ha olvidado decir lo de “su gran trabajo”. Seguramente, el presidente le habrá dado un tirón de orejas por esa omisión. Como se puede comprobar, los partidos políticos son instituciones jerarquizadas, como lo es la Guardia Civil o el Ejército. Llevarle la contraria al jefe puede suponer la expulsión del cuerpo. Pero si el comportamiento del PSOE hace fruncir el ceño, no lo es menos el del PP. Si la secretaria general del PP-Aragón, Ana Alós, exigía al presidente Lambán el cese inmediato de la consejera de Sanidad por considerar sus palabras “un ataque frontal al sistema judicial”, la alcaldesa de Teruel Emma Buj, gran jurista, como todos ustedes saben, se ha apresurado a copiar y pegar las palabras de su superiora y afirmar que Repollés “ha atacado uno de los principios básicos de la democracia, que es la separación de poderes”. Todos ustedes son conocedores del gran respeto que el Partido Popular le tiene a la judicatura y la facilidad que ha dado para que se investiguen todos los casos de corrupción en los que se ha visto implicado. En definitiva, que la democracia en nuestro país sería de mucha mejor calidad si se reformaran los partidos políticos, para que dejaran de ser sectas en las que sus miembros se dedican a repetir la voz de su amo. Mañana les hablaré de otro intelectual de la política: Alberto Cubero, eminencia de Izquierda Unida y concejal en el Ayuntamiento de Zaragoza.

Evaristo Torres Olivas

1 comentario:

ABOGADO dijo...

Evaristo, cuando dices que la democracia, en nuestro país, sería de mucha mejor calidad.... implica que crees que hay algo de democracia y yo te digo que no hay nada de democracia ya que no se dan ninguno de los dos requisitos necesarios para que haya democracia formal: la representatividad( los políticos no representan a los electores sino a su partido) y la separación de poderes( que tampoco se da ya que los partidos eligen a los miembros de los altos tribunales e, incluso, el presidente del Consejo General del Poder Judicial, que es el órgano de control de los jueces, es, a su vez, presidente del Tribunal Supremo, es decir, se da en la misma persona el controlador y controlado. No tenemos democracia, lo que tenemos es una oligarquía ó partitocracia. Dejo, para otro momento, la partitocracia. Saludos