“Periodismo es difundir aquello que alguien no quiere que se sepa, el resto
es propaganda. Su función es poner a la vista lo que está oculto, dar testimonio
y, por lo tanto, molestar. Tiene fuentes, pero no amigos. Lo que los periodistas
pueden ejercer, y a través de ellos la sociedad, es el mero derecho al pataleo,
lo más equitativa y documentadamente posible. Criticar todo y a todos. Echar sal
en la herida y guijarros en el zapato. Ver y decir el lado malo de cada cosa,
que del lado bueno se encarga la oficina de prensa”
-Horacio Verbitsky,
periodista y escritor argentino

viernes, 3 de diciembre de 2021

Dividir febrero por mil

 Un chiste muy viejo cuenta que se presentan los tres finalistas para acceder a un puesto de trabajo y el director de recursos humanos les hace una pregunta difícil para poder elegir al mejor. Seis por seis, le pregunta al primero. Febrero, contesta. La misma pregunta al segundo candidato. Seis por seis. Mil, responde. Le llega el turno al tercero. Seis por seis. Treinta y seis, vocifera a pleno pulmón. El director le felicita y le pregunta cómo ha llegado a esa conclusión. Muy fácil, responde el candidato que ha acertado, divides febrero por mil y el resultado es treinta y seis.  Otro chiste cuenta que en el colegio le piden a un niño que diga un texto con la palabra probablemente y el niño recita: Esta mañana he visto a mi abuela con el Finantial Times debajo del brazo; probablemente iba a hacer caca (en verdad, dijo cagar) porque no sabe inglés y de economía, ni papa. De estos dos chistes me he acordado cuando he leído el artículo de opinión del diputado socialista por Teruel, Herminio Sancho, publicado en el Diario de Teruel y en La Comarca. Ese artículo lo guardo para ponerlo de ejemplo de cómo no se debe escribir en un periódico. Hay una falacia argumentativa que consiste en recurrir a la complejidad para manipular al receptor. Con frecuencia recurren a esa falacia quienes ignoran todo de un asunto y para dar la impresión que lo dominan nos inundan con cifras, siglas, y palabrerío vano, con el único propósito de hacernos creer que lo que dicen es cierto. Y no lo es. Herminio Sancho sabe tanto de economía como yo de mecánica cuántica o de clonación de embriones de mosca. En su artículo, nos abruma con cifras del presupuesto. Algunas correctas, otras totalmente falsas. Las ha debido de copiar de algún argumentario del partido, pero como no sabe nada del tema lo copia mal y lo amontona todo. En algunos casos suena la flauta por casualidad y en otros dice burradas sin fundamento. Se cree don Herminio que, por ser diputado, automáticamente adquiere conocimientos por ciencia infusa sobre todas las ramas del saber. En lugar de dejar a los expertos de su partido que hablen de presupuestos, el señor Sancho se dedica a dividir febrero por mil y a pasear por el Congreso con el Finantial Times debajo del brazo.

Evaristo Torres Olivas    

1 comentario:

ABOGADO dijo...

Como decía el maestro Antonio García-Trevijano "la incompetencia general disimula la ignorancia propia". Da la impresión que sabe, pero es analfabeto. Buen artículo Evaristo.