Hay algunos políticos, pocos, que dominan el arte del relato, de contar historias, de emocionarnos. Pero entre esos políticos no están, desgraciadamente, los de la provincia de Teruel. Los nuestros son de piñón fijo. Siempre cuentan lo mismo y además lo hacen mal. El diputado Herminio Sancho, por ejemplo. En su artículo de opinión del pasado día 30, nos cuenta por enésima vez que el PSOE cumple y es de fiar y que el PP se dedica a fabricar mentiras y propagar bulos. La cosa consiste en elogiar a los tuyos y despellejar al adversario. Que el precio de la electricidad está por las nubes y tu partido en el Gobierno no hace nada por controlar esa situación abusiva, eso te lo callas. También te callas que ex altos cargos de tu partido han sido o son consejeros de empresas eléctricas y de energía: Felipe González, Pedro Solbes, Elena Salgado, Josep Borrell y otros muchos. Y si son o han sido enchufados en esas empresas, cómo va a hacer el partido nada que les perjudique. Ahí sí cumple su partido, don Herminio, porque favor con favor se paga. Y no con los míseros cuatro millones para paliar los daños de la borrasca Gloria. Eso es el chocolate del loro al lado de todas las inversiones en trenes, museos y hospitales tantas veces prometidas y jamás cumplidas. Al señor Sancho no le da vergüenza hacer el ridículo con sus textos carentes de rigor y de un mínimo de respeto a los ciudadanos. Nos toma por idiotas. Desgraciadamente, el estilo y las formas de Herminio Sancho no son algo aislado. En otros partidos no son mucho mejores. Por ejemplo, Carmen Pobo, senadora del PP por Teruel, cree “el PSOE ha arruinado la provincia”. Uno de los eslabones más débiles de nuestra democracia son los partidos políticos, chiringuitos antidemocráticos, oficinas de colocación de amiguetes, en su mayoría carentes de formación y experiencia, que por seguir cobrando del erario son capaces de cualquier cosa. Su maniqueísmo—yo bueno, tú malo, PSOE honrado, PP corrupto, PP buen gestor, PSOE derrochador—es una simpleza propia de una mente infantil. Así nos va.
Evaristo Torres Olivas
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