Publicado en Diario de Teruel 01/09/2021
Bastaría con reproducir sus palabras para contestar a Francisco Belmonte, cronista taurino de Diario de Teruel. Para criticar a la alcaldesa de Gijón y el alcalde de Oviedo y sus recientes actuaciones que han molestado a los taurinos, el pasado sábado, 28 de agosto, arremete contra ellos con, entre otras, estas palabras: “Nota chulesca y sectaria, sandez envenenada de cacique patán, por sus santos cojones, tufo golfo, chuleta y fantasmón, intolerante paletada, mearse en tus derechos, estúpida simpleza, mundo del tonto nacional al que tantos compatriotas pertenecen, condición humana con su peor cara, estúpida simpleza”. Para combatir lo que llama “intolerante paletada”, no está nada mal la exhibición de tolerancia de don Francisco. Sería injusto afirmar que las palabras del señor Belmonte retratan la personalidad de la mayoría de los aficionados a los toros, al igual que las salvajadas de algunos antitaurinos tampoco reflejan el sentir de la mayoría. Yo soy antitaurino, pero no se me ocurre insultar de esa manera a quienes defienden las corridas de toros. No me alegro si un toro causa la muerte a un torero o este pierde un ojo de una cornada. Me duele más la muerte de una persona que la de cien toros. Tengo la esperanza de que la desaparición de las corridas de toros vendrá con la mayor sensibilización de la sociedad, sin que haya que prohibirlas, de la misma manera que han desaparecido otras prácticas que en otros momentos de la historia tenían muchos seguidores y hoy nos revolverían el estómago. Colaboran en la sensibilización de los ciudadanos contra las corridas las palabras desbocadas de personas como Francisco Belmonte o de toreros, picadores y banderilleros, que afirman que el toreo es cultura. Con algunas excepciones, quienes triunfan en los ruedos no destacan por su nivel cultural ni por los diplomas académicos. Tal vez me equivoque y tengan todos como libro de cabecera Del asesinato considerado como una de las bellas artes y recurran a la sorna y la ironía para hablar de su profesión. Como hace el torero Enrique Ponce cuando dice: “Yo amo al toro, lo respeto y admiro, pero lo tengo que matar para que exista”. Animo a don Francisco Belmonte a seguir con sus desafortunadas críticas para acelerar la imparable desaparición de las corridas de toros. Y le recomiendo que lea el libro Juan Belmonte, matador de toros, de Manuel Chaves Nogales. Para que aprenda a escribir.
Evaristo Torres Olivas
2 comentarios:
En principio, felicitaciones por haber salido indemne, a pesar del funcionamiento de la sanidad. Con referencia a tu artículo pienso que no se debe prohibir lo que a uno no le gusta, lo cual es una práctica habitual en esta sociedad en la que vivimos. A mí no me gusta el cine ni considero que sea cultura ( en esta palabra, actualmente, se meten demasiadas cosas) pero no por eso se me ocurriría prohibirlo. Todos estos que tanto se preocupan por los animales, no dicen nada de que, en el mundo, cada día mueren de hambre 3.000 niños. La base de todo es el respeto, que vaya a los toros el que quiera y que no vaya el que no le gusten. Saludos Evaristo
Por cierto, los que deciden por nosotros tampoco son sénecas que destaquen por su nivel cultural ni por los diplomas académicos, salvo los que les regalan, que de esos hay muchos. Algunos toreros los hay, como Luis Francisco Esplá, Miguel Ángel Perera, Vicente Barrera, Pepe Luis Vázquez, Dávila Miura, etc...
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