Publicado en Heraldo de Aragón 25/08/2021
Publicado en Diario de Teruel 28/08/2021
Un ciudadano va conduciendo por la N-234 desde Teruel capital hacia su pueblo, Villarquemado, a las tres de la tarde de un lunes. A la altura de Caudé nota una molestia en el ojo derecho, como una enorme mosca negra. El ciudadano se asusta y se dirige al Centro de Salud de Cella. Allí le atienden, no sin antes advertirle de que hay que pedir cita antes de presentarse por las buenas. Tras diagnosticarle un posible desprendimiento de retina, le dicen que vaya a Urgencias del Obispo Polanco. Allí, una doctora reitera que posiblemente se trate de un desprendimiento de retina, pero le dice que vuelva al día siguiente ya que a esa hora no hay oftalmólogo de guardia en el hospital. Al día siguiente, al fin, en el servicio de oftalmología le aseguran que se trata de un desprendimiento de retina y que es necesario operar de urgencia. Envían al ciudadano al día siguiente al hospital Miguel Servet de Zaragoza. En una ambulancia junto con otras cuatro personas, además del conductor y su ayudante. Codo con codo, pero con mascarilla, eso sí. En Zaragoza le vuelven a asegurar al ciudadano que se trata de un desprendimiento de retina y le programan la operación para el día siguiente a las ocho y media de la mañana. Vuelta a Teruel en la ambulancia con otras cuatro personas, además del conductor y su ayudante. Codo con codo, pero con mascarilla, eso sí. Al día siguiente, a las seis y media de la mañana, otra ambulancia recoge al ciudadano en su pueblo para llevarlo al Miguel Servet de Zaragoza. Operan al ciudadano y le dicen que vuelva a las 24 horas para la revisión. El ciudadano debe buscarse un hotel y pagar ochenta euros por la habitación. Tras la revisión, el ciudadano les explica a los médicos que como vive solo, se va a ir a Madrid con sus hijas para recuperarse. Le indican que en Madrid acuda al servicio de urgencias del hospital que corresponda y les explique el caso. En Madrid, por tratarse de otra comunidad autónoma, no tienen acceso a su historial. Pero esa es otra historia que explicaré en otro momento. También explicaré en otro momento cómo menos de una semana antes de sufrir el desprendimiento de retina, el ciudadano recibió una carta del Servicio Aragonés de Salud en la que se le dice que en la en la retinografía que se le practicó se “han detectado pequeñas lesiones en la retina, sin importancia, y por ese motivo será citado de nuevo en un plazo no superior a un año”. El ciudadano de este relato soy yo, Evaristo Torres Olivas, de Villarquemado y prometo por mi conciencia y honor que todo cuanto he contado es cierto. No sé por qué, pero al escribir estas líneas me he acordado de los políticos de Teruel que llevan tantos años en los parlamentos, consejerías, diputaciones y ayuntamientos y que no dejan de repetir que gracias a ellos en Teruel tenemos una sanidad de primera.
Evaristo Torres Olivas

1 comentario:
Yo conozco a Evaristo. Si. Es Evaristo Torres. Pero yo no soy la Seguridad Social. En la Seguridad Social esta persona es un número. El número XXXXXX. Es por esto que pasan estas cosas. Como en muchas empresas. Como en muchos estamentos. Y entiendo que en Teruel pasa por falta de recursos y mala gestión de la administración y en Madrid o similares, pasa por masificación de XXXXXX y mala gestión de la administración. Da igual. No somos nadie. Tal cual.
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