“Periodismo es difundir aquello que alguien no quiere que se sepa, el resto
es propaganda. Su función es poner a la vista lo que está oculto, dar testimonio
y, por lo tanto, molestar. Tiene fuentes, pero no amigos. Lo que los periodistas
pueden ejercer, y a través de ellos la sociedad, es el mero derecho al pataleo,
lo más equitativa y documentadamente posible. Criticar todo y a todos. Echar sal
en la herida y guijarros en el zapato. Ver y decir el lado malo de cada cosa,
que del lado bueno se encarga la oficina de prensa”
-Horacio Verbitsky,
periodista y escritor argentino

lunes, 23 de agosto de 2021

Messi

 Algo no funciona en un país cuando las noticias sobre el fichaje de un jugador de fútbol acaparan cientos de páginas y de minutos en periódicos, radios, televisiones y redes sociales. Una y otra vez lo mismo, a todas horas. Que si Messi esto, que si lo otro. Messi ya sea en el Barcelona o en el Paris-Saint Germain gana más en unos meses que muchos, muchísimos trabajadores en toda su vida. Y si le pagan esas millonadas es porque genera mucho más para quienes le contratan. Messi es un producto que se vende y sirve para vender otros productos como la Pepsi-Cola, las patatas fritas Lays, o el pan Bimbo. Por el denominado Efecto Halo, como Messi es delgado y sano, los productos que promociona adquieren automáticamente unas propiedades que mantienen a los consumidores sanos y delgados. No importa lo que digan los médicos y nutricionistas. Los niños y adolescentes se atiborrarán de los refrescos de cola, las patatas y el pan que recomienda su ídolo, sin conseguir los efectos esperados. Lo más probable es que ni Messi ni su familia los consuman, lo que deja en muy mal lugar al futbolista, su ética y sus valores. La propaganda ya se ocupa de difundir que el fútbol ayuda a los jóvenes a valorar el esfuerzo, desarrollar la camaradería y el trabajo en equipo. Y también, para disimular se crea una Fundación Leo Messi “para que todos los niños tengan las mismas oportunidades para realizar sus sueños” porque los ideales de la fundación están basados en “la salud, la educación y el deporte”. La igualdad de oportunidades no es compatible con defraudar a Hacienda. Y anunciar ciertos productos azucarados o grasientos tampoco es compatible con la salud y el deporte, pero el dinero que percibe Messi por la publicidad supera en mucho el que aporta a la fundación. Lo que no le veremos denunciar a Messi será la situación de las mujeres y de los derechos humanos en el país de su patrón, Catar. El fútbol profesional y los futbolistas como Messi son el claro ejemplo de lo que nunca debería ser el deporte. Su presencia a todas horas y en todos los medios ilustra el deterioro al que hemos llegado.

Evaristo Torres Olivas

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