“Periodismo es difundir aquello que alguien no quiere que se sepa, el resto
es propaganda. Su función es poner a la vista lo que está oculto, dar testimonio
y, por lo tanto, molestar. Tiene fuentes, pero no amigos. Lo que los periodistas
pueden ejercer, y a través de ellos la sociedad, es el mero derecho al pataleo,
lo más equitativa y documentadamente posible. Criticar todo y a todos. Echar sal
en la herida y guijarros en el zapato. Ver y decir el lado malo de cada cosa,
que del lado bueno se encarga la oficina de prensa”
-Horacio Verbitsky,
periodista y escritor argentino

miércoles, 28 de abril de 2021

Javier Lambán y los filósofos austriacos

 Yo tenía una amiga, Mercedes, que con somardez aragonesa les decía a los pedantes y a los que hablaban sin saber las siguientes palabras: Si no “sabís”, no “hablís”. Me acordé de Mercedes cuando escuché el discurso del presidente Lambán en el día de Aragón. No lo tenía fácil nuestro presidente; hablar después de Irene Vallejo, que con su elocuencia, sencillez y afabilidad nos emocionó, es una dura prueba. Nuestro presidente no es un gran orador, y tanto él como sus asesores deberían cuidar lo que dice en sus discursos. Si no tienes facilidad de palabra, si tu dicción no es la mejor, si tienes dificultad para pronunciar ciertas palabras o nombres de personas, evita esas palabras y esos nombres. Para no hacer el ridículo, para que no se rían de ti. Al principio de su discurso, don Javier quiere pronunciar las siguientes palabras: “Parafraseando a Ludwig Wittgenstein, yo ahora tendría que callarme…”.  Pero lo que dice es otra cosa: “Parafraseando a Ludovin Güinchestín, yo ahora tendría que callarme…”. No me lo invento: cualquiera lo puede escuchar en internet, justo al principio de su discurso, después de saludar a las autoridades. Si no sabes alemán, tienes dos posibilidades: preguntar a alguno de tus colaboradores cómo se pronuncia el nombre del filósofo austriaco o simplemente evita mencionarlo. Pero don Javier se arriesga y tropieza.  A una persona que no ha tenido posibilidad de estudiar se le pueden perdonar los errores, pero no a un presidente de una comunidad autónoma y menos si es universitario diplomado de una facultad de letras. Don Javier demuestra tener poco tacto, ningún sentido del ridículo, bastante pedantería y poco respeto a los ciudadanos. Habría que decirle aquello de si no sabes torear, “pa” qué te metes, Manolete. Si yo fuera un asesor del señor Lambán, le pondría como deberes para mejorar su dicción aprender a pronunciar los siguientes nombres de personalidades conocidas: Arnold Schwarzenegger, Matthew McConaughey, Reese Witherspoon, Björk Gudmundsdottir y Andoni Agirregomezkorta. Hasta que no los articulara correctamente, le recordaría el si no “sabís”, no “hablís” de mi amiga Mercedes y le recomendaría que en lugar de “Güinchestín” citara a Ortega o a María Zambrano.

Evaristo Torres Olivas

No hay comentarios: